Dream Melodies

XXI

Samanta

Estaba repasando la presentación que haría en 2 días, junto a Logan expondríamos por primera vez el proyecto frente a los clientes y sus colabodadores, los nervios no me abandonaban desde la noche anterior entre mis temas personales y la presentación del proyecto, el cuál sería el primero de mi carrera, me sentía algo sobrepasada... Esperaba pronto tomar un descanso...

De manera insconciente también recorde lo sucedido, lo de anoche... El usar uno de mis dones, luego de mucho tiempo, era algo que podría haber incrementado este cansancio o fatiga que estaba sintiendo, seguramente una parte de mi energía vital se había desestabilizado, como bien dijo mi madre cuando hicimos la videollamada con ella, no habiamos sido entrenadas para usar nuestros dones de manera seguida, ni emplear un gran esfuerzo en ellos, por lo mismo que siempre hemos tenido que esconderlos.

Estos pensamientos y mi repaso a los documentos se vio interrumpido debido que Fabian ingreso, algo nervioso pude deducir por como jugaba con sus manos, su mirada baja y el no poder articular una frase luego de unos segundos de estar parado frente a mi.

- Ocurre algo Fabian? - decidi preguntar, me sentía intrigada por su actitud, pero sobretodo por el hecho de que viniera a verme, como si fuera a pedirme ayuda a mi por su condición.

- Si... Ocurre algo - se limito a responder, ante ello solo atine a asentir con lentitud mi cabeza para que continuara y terminara lo que se estaba guardando - ... Tengo una cita con Miranda - de manera insconciente, esboze una sonrisa, porque mi mente recordo vagamente las miradas entre él y la castaña en cuestión - ... Sinceramente, me gustaría llevarle algo especial... Y no se me ocurre nada, pense que capaz una opinión femenina me ayudaría... - explico, a lo que lo mire con ternura, no me cabia la menor duda de que Fabian era una gran persona y que Miranda era afortunada.

- Sería un placer ayudarte... - respondí con total sinceridad - Aunque, me gustaría recordarte el mejor consejo para estos casos... Recuerda que le gusta y estoy segura que tu mismo hallaras la respuesta - dije de manera sencilla - ... Al menos funciona en la mayoría de casos - murmure para mi misma pero no tan bajo como había pensado, ya que el castaño frente a mi escucho lo mencionado, generando que una risa nerviosa escapara de él.

- Aunque no lo creas, llevo matandome horas la cabeza pensando en algo, pero... Nada - me contesto con algo de verguenza, lo mire, pensando en decir algo pero no se me ocurria nada, entonces de manera insconciente vi las hojas entre mis manos, centrandome en los diseños del paisajismo, en ese instante una idea surco mi mente.

- Tengo una idea... Nos sentamos? - consulte, para a continuación tomar asiento en un mueble que se encontraba en la sala de archivos - Antes que nada... A Miranda, le gustan las flores? - consulte, ante eso, obtuve un leve asentimiento como confirmación - El arte? - la mirada de confusión de Fabian, provoco que soltara una pequeña risa - Lo siento... - dije rapidamente para no parecer que me burlaba - A lo que me refiero, es los distintos tipos de arte... Dibujo, danza, etc - especifique esta vez.

- Si, ella adora la danza... Es su hobbie - me dio como respuesta con una sonrisa que iluminaba su rostro y todo me indicaba que el motivo de ese brillo era Miranda.

- Bien, si deseas darle algo especial que no sea común y me dices que le gustan las flores, así como que la danza es su hobbie... Podrías regalarle algo significativo que pueda guardar para cuando realice su hobbie y que este vinculado a la flor que podrías regalarle en su primera cita - explique, atrayendo la atención del castaño - Teniendo en cuenta lo que sientes por ella y asumo que con este detalle quieres compartir estos sentimientos - Fabian asintio en respuesta - Te recomiendo los tulipanes - comente.

- Tulipanes? - pregunto.

- Si, simbolizan al amante perfecto, la pasión y el romanticismo, en otras palabras al amor sincero... - le relate con brevedad.

- Son perfectos... Gracias Samanta - contesto con una sonrisa en el rostro, acercandose y dandome un abrazo que me topo por sorpresa pero que dibujo una pequeña sonrisa en mis labios.

- Aún no me agradezcas del todo... Esto apenas es el inicio, ahorita iremos de compras para que sin duda alguna, este detalle sea unico - le dije, llamando su atención, me separe del abrazo y confirme su confusión otra vez por sus gestos, me puse de pie, tome mi bolso y me encamine a la puerta - Vamos Fabian, no tenemos mucho tiempo - dije con algo de diversión al verlo aún sentado sin inmutarse, rapidamente ante mi comentario, se levanto y me siguio...

.....

Crees que podamos cenar esta noche?¨

Un suspiro escapo de la joven rubia al ver el mensaje de su madre, asumía e intuía los motivos tras esta petición de un encuentro, seguramente Alice le habría comentado lo ella y Ámbar habían hecho hace unos días y por ello la preocupación y ansiedad de querer verla.

Por los siguientes minutos dudo sobre la respuesta que pensaba darle, una parte de la rubia quería encontrarse con su madre, sin embargo algo que ni ella misma comprendía, la detenía, la frenaba de aceptar la invitación recibida hace unos minutos.

Cuando se decidio por responder el mensaje de su madre, sintio una presencia al frente de ella, con rapidez levanto la mirada y su mirada se endurecio al notar quien es, mientras que el pelinegro a su vez adorno su rostro con una sonrisa juguetona, que solo incremento el fastidio naciente en la ojigris.

- Hola gatita... - comento el pelinegro.

- Hola desconocido... - murmuro por mera educación la rubia, más que por otra cosa.

- No me gusta ese apodo... Y quisiera dejar de ser un desconocido, asi que... - dijo el joven, sentandose frente a ella en la silla vacia.




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