Dream of gods

CAPÍTULO 3

La sociedad élfica, al contrario de lo que ocurre con otras razas como humanos y enanos, es matriarcal. Sin duda, este hecho debe estar influido por su particular fisionomía, en la que los varones no son más fuertes en promedio que las mujeres.

Esta cualidad puede obrervarse en todas las familias élficas, en casi todos los planos. Elfos urbanos (o altos elfos, como son denomidados popularmente), silvanos, drow, e incluso otras razas menos numerosas y menos conocidas, como los elfos del mar, comparten esta estructura social. Uno no puede más que llegar a una conclusión, que la sociedad élfica se estructuró, y quedó completamente arraigada, antes de la Escisión.

Guía de los planos, Volúmen I

Procurador supremo Cayo Mario, siervo del Trono Infinito

 

Cuando la luz se disipó, se encontraban en mitad de una selva. El sol estaba en su punto más alto, al contrario que en el lugar en el que se hallaban anteriormente. Estaban rodeados de frondosa vegetación, y sin ningún camino aparente. Dorian no tenía ni idea de en qué dirección debían dirigirse. Sacó la carta de Dunedai, recordaba que contenía instrucciones sobre cómo encontrar hallar su pueblo. No tardó en encontrar lo que buscaba.

– Según esto, tenemos que encontrar el árbol más alto. Aquí dice que lo tenemos que poder ver fácilmente, si es que hemos aparecido en el lugar correcto. Después, tendremos que dirigirnos al noroeste dos kilómetros y medio.

Dorian guardó la carta en un bolsillo, para tenerla a mano.

– De acuerdo, el árbol más grande –dijo mientras buscaba alrededor–. Pues no va a ser fácil. Con tantos árboles, apenas se ve el cielo. Me temo que tendremos que trepar para ver dónde está el más alto.

– Creo que puedo ayudar en eso –intervino Epicuro, acercándose a una planta de grandes hojas, sacando un cuaderno y empezando a escribir muy deprisa–. Ésta es una Alocanium Espelatus, y de todos los planos, solo se encuentran en tres. Lo curioso de esta planta, es que siempre está cerca de… –es giró buscando algo–. Ah, aquí está, este árbol tan grande y de hojas con forma de aguja es un Neurato tursan . Esta variedad solo se puede hallar en la selva Erudip, en el sur para ser más concretos.

Epicuro se giró con aire triunfal hacia Momo y él. Dorian estaba gratamente sorprendido, sin duda podrían utilizar la ayuda de alguien con tantos conocimientos. Miró de reojo a Momo, pero no supo descifrar su expresión.

– Me parecen sorprendentes tus deducciones, Epicuro. Demuestran un gran conocimiento. Pero la cuestión es que ya conocía el nombre de este lugar. Lo que necesitamos saber es dónde se encuentra un árbol, concretamente el más alto de todos, no toda las plantas que nos rodean.

– Cierto –respondió Epicuro. Parecía molesto, pero si lo estaba, no dijo nada al respecto–. Ahora iba a llegar a esa parte. Sabiendo que estamos en Erudip, puedo deducir que el árbol al que te refieres seguramente sea un Gigapreom Chex. Y si es un Chex, teniendo en cuenta la humedad y la trayectoria del sol, debe de estar en esta dirección –dijo mientras se giraba y atravesaba unos helechos gigantes. Rápidamente, Dorian y Momo le siguieron.

Al cabo de unos minutos, llegaron a la base de un gran árbol. Aunque su tronco podía ser rodeado fácilmente por tres personas, era muy alto, ciertamente el más alto que debía haber en la zona. Dorian calculó que debía medir más de doscientos metros, y eso que no estaba muy seguro de ver la cima.

– Bien, este árbol es sin duda altísimo –comentó Momo–. Pero, ¿cómo sabemos que no hay otro aún más alto por esta zona?

– Bueno, estos árboles, al ser tan altos, tienen unas raíces que se alargan varias decenas de kilómetros a la redonda. La única razón por la que hay plantas alrededor es que estas raíces están muy profundo en la tierra. Ya sabes, por la sujeción –añadió, dando unas palmadas en el tronco–. Si lo que buscas es el más alto y cercano, sin duda es este.

Satisfecho con el desempeño de Epicuro hasta el momento, Dorian abrió marcha en dirección noroeste. Pasado un rato, cuando Dorian estimó que debían de estar acercándose al punto que concretaba la carta, empezó a sentirse observado. Alguna vez, incluso paró y se volvió, pero sólo veía la cara desconcertada de sus compañeros. En contraste con su intranquilidad, pudo observar que Momo y Epicuro charlaban tranquilamente.

– ¿Ocurre algo, Dorian? –preguntó Epicuro la quinta vez que se volvió.

– Desde hace un rato, siento que alguien nos vigila. No puedo sacarme esa sensación.

– Bueno eso es normal. –Epicuro actuaba cada vez más como uno de los profesores que había conocido Dorian–. Estamos en territorio de los elfos, y ya sabes el dicho: si eres bueno, verás un elfo observándote, pero si eres incauto, olvidarás que hay una multitud a tu alrededor. Bueno, esa es su traducción literal, en élfico tiene más sentido. Quiere decir que si entras en sus dominios, debes ser invitado. Y que cuando te encuentren, conviene ser educado. Porque es imposible saber su número exacto, o desde donde te pueden atacar.



#26728 en Otros
#3692 en Aventura
#10799 en Joven Adulto

En el texto hay: drama, aventura, magia

Editado: 17.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.