La casa tenia la misma arquitectura que la nuestra pero de un color azul oscuro.
- Ahh en serio - Respondí sonriente
En realidad me alegraba que una chica de mi edad, viviera a unos cuantos metros de mi casa, aunque no era muy fácil de hacer amistades ella ya me caía bien, además me estaba hablando en español, lo que era más extraño.
- Si, ahí vive toda mi familia, mis padres y hermano menor - Dijo
- Quieres pasar - Señalandole la entrada.
- Gracias - Sonrió amablemente - Pero solo vine a invitarlas a cenar en nuestra casa.
- ¿A nosotras? - Dije extrañada.
- Si conocimos a tu madre y hermana, hace ya algunos minutos y mi madre quiso invitarlas a cenar - Respondió
- Ohh, ya veo, claro yo le aviso a mi madre cuando regrese. - ¿Puedo hacerte una pregunta?.
Ella asintió
- ¿Te gusta el español? - Lo hablas muy bien por cierto - Mencioné elogiandola.
Ella río un poco antes de contestar mi pregunta.
- En realidad viví un tiempo en México, fui ahí como estudiante de intercambio y ahí aprendí hablar un poco de español.
- De verdad, también vengo como alumno de intercambio, me da gusto conocer a alguien que hable español y a la vez sea mi vecina.
- Me alegra escuchar eso, espero que nos conozcamos mejor y podamos ser amigas.
- Claro - Respondí
Se despidió de mi diciendo que nos veríamos en la cena y que podríamos conocernos más.
Era una chica amable y al parecer alegre, pero no se veía exagerada ni falsa solo lo normal, cuando dos personas se conocen y se caen bien. Espero poder conocerla mejor.
Esme
Salimos de casa en busca de algún vecino/a que nos pudiera dar la dirección del supermercado más cercano.
- ¿Que te parece si vamos a la casa que esta al frente? - Preguntó mamá.
- Esta bien - Dije.
Observe que la casa tenia la misma fachada que la nuestra, la única diferencia era el color y el jardín.
Mamá presionó el timbre y una señora de estatura baja, cabello lacio de color negro y ojos oscuros, abrió la puerta, ella nos observó sonrientemente.
- Buenas tardes, disculpe la molestia, me podría indicar la dirección del supermercado - Dijo mamá hablándole en ingles.
- Mi-Rae - mencionó la señora.
Luego aprecio una chica de cabello lacio, ojos rasgados, de estatura alta, ella nos observó y la señora le dijo algo a la chica.
- Hola mi nombre es Kang Mi-Rae, ¿Que necesitan? - pregunto la chica, hablando en ingles.
- Mucho gusto, mi nombre es Miriam, ella es mi hija esmeralda - Habló mamá - ¿podría indicarnos la dirección del supermercado más cercano?
- Si claro - Dijo la chica - Ella es mi madre - Dijo señalando a la señora.
- Mucho gusto - Dijo mamá dirigiéndose a la señora y estrechando sus manos.
- Ella no habla ingles - Dijo la chica que creo que se llama Kang Mi-Rae - Por eso es que ella no les brindo la dirección ya que no comprendía lo que decían.
Kang Mi-Rae se fue por un momento y luego volvió entregándole a mamá un papel que contenía la dirección del supermercado que ellas solían frecuentar, era el más cercano y que podríamos llegar sin necesidad de tomar un taxi.
- Muchas gracias - Dijo mamá.
- De nada, son las nuevas vecinas de la casa del frente ¿cierto? - Mamá asintió indicándole un si como respuesta - Nuestra familia esta contenta por su llegada, debido a que hay caras nuevas, espero y les guste mucho este lugar - Dijo mientras sonreía.
- Si, todo es lindo de echo nos recuerda un poco a nuestro antiguo hogar.
- Que bueno.
- Muchas gracias por la dirección - Habló mamá señalandole el papel - Bueno debemos irnos, hasta luego, que tengan buen día.
- Igualmente, hasta luego - Dijo mientras nos despedimos con la mano.
Llegamos al supermercado sin ningún problema, observe a muchas personas haciendo sus compras, no solamente habían personas coreanas, sino también muchas personas extranjeras.
Mamá tomó la lista de todo lo que comprariamos y empezamos a tomar todo lo que necesitábamos, mamá dijo que nos diéramos prisa. Luego de unos minutos estábamos frente al chico que estaba de cajero, tuvimos la suerte que el chico hablará algo de inglés.
El chico era de estatura alta, cabello café claro, ojos del mismo color y debo admitir que era lindo, todo el tiempo sonreía.
¿No le dolera el rostro de tanto sonreírles a los clientes?
Llegamos a la casa y encontramos a Mery dormida en el sofá, dejamos las bolsas en la cocina y me dirigí a donde se encontraba Mery y le jale el moño haciendo que despertará asustada.
- ¿Que te pasa? Me asustaste - Dijo Mery, mientras que yo reía.
- Creo que un ladrón podría entrar y tu no te enteras - Dije mientras me sentaba junto a ella.
- Pero no entró ningún ladrón - Contestó aún molesta por despertarla.
- Mamá vino una chica llamada Kang Mi-Rae - Dijo Mery mientras entraba a la cocina - Nos invito a cenar.
- ¿Vamos a ir? - Pregunte deseando que mamá dijera que no, por que no me apetecía salir de casa.
- Si, sería de mala educación no aceptar su invitación - Contestó.
- Pero yo no quiero ir - dije - ¿Me puedo quedar?.
- No, no puedes - Dijo Mery - iremos las tres.
- Mamá déjame quedarme aquí, yo no quiero ir a esa cena - yo realmente no quería ir a cenar con esas personas que no conocíamos - No los conocemos, mejor no voy ¿sí?.
- Claro que si, vamos a ir todas - Dijo mamá - no te quedarás aquí tu sola.
No seguí insistiendo porque sabía que mamá no me dejaría aquí sola, mientras deseaba que no llegará la hora de ir a esa cena, sentí como el tiempo paso mucho más rápido, no era que no me calleran bien esas personas, solo era que a mi no me gustaba salir de casa, solo para a ir a comprar comida, pero para otra ocasión no.
Nos encontrabamos frente a la casa de los vecinos, hibamos vestidas formalmente, mamá tocó el timbre y apareció Kang Mi-Rae sonriendo.