Capítulo-36

Mery

Tomar el autobús hubiese sido mil veces mejor que haber aceptado que Tae me llevara. El transcurso del camino fue completamente silencioso y lo único que mejoraba el ambiente era Any song de zico que es un éxito desde su lanzamiento, el volumen estaba a un nivel moderado en el que podríamos tener una conversación.

Por supuesto no tuvimos una.

Mis recuerdos y hormonas me jugaban una mala pasada en estos momentos, sentía que el corazón se me saldría si a él se le ocurría preguntar o hablar algo sobre el tema.

Al llegar a casa metió su auto a la cochera y entramos en busca de mis cosas. El tomo asiento en uno de los sillones y yo subí a mi habitación donde pude sentir un poco tranquilidad.

Las maletas las dejé hechas desde ayer y solo me faltaba guardar algunas cosas pequeñas dentro de mi bolso, además podría llevarme una de estas cortinas para colocarlas en la ventana de mi habitación que mucho le hace falta un poco de oscuridad.

Rebusque entre mis cajones el móvil que había desechado y comprobé si aún funcionaba, el móvil encendió por fortuna, lo desbloquee y lo conecte a la red wifi. Lo dejé sobre la cama mientras caían el sin fin de notificaciones de las aplicaciones que quedaron abiertas.

Acomode mis objetos personales en una pequeña bolsa artesanal que había comprado en mi país antes de viajar. Las notificaciones de mi móvil ya habían cesado así que lo tomé y revise los cientos de notificaciones. Algunas eran de poca relevancia y las elimine, luego leí los mensajes que tenía de WhatsApp la mayoría de las conversaciones ya ni las recordaba.

Al pasar por la conversaciones observe una que ya había olvidado, el chat de ese desconocido que mencionó haber estudiado junto a mi en la preparatoria, y el cual sigo sin recordar quién es, así que solo elimine la conversación.

Después de leer algunas conversaciones fui a Facebook e Instagram y me cree cuentas nuevas donde pudiese entrar a los grupos, comentar y hacer publicaciones sin temor de ser descubierta o hackeada.

Baje las escaleras de la casa ya lista y con una de mis maletas en la mano, divise con la mirada a Tae-Hyung quien estaba en la cocina tomándose un vaso de agua. Deje la maleta cerca de la entrada y subí nuevamente las escaleras en busca del resto de mis cosas.

Le di un vistazo a la habitación para comprobar que no se me olvidara algo importante e indispensable, recorrí la habitación con la mirada y vi al koala que reposaba sobre la almohada, lo tomé y salí de la habitación esperando no olvidar nada.

Aunque si olvidó algo no importa pues cada cierto tiempo vendré a ver que todo este bien.

Al bajar vi a Tae-Hyung de pies junto a mi maleta – ¿Ya? – Asentí y el tomo la maleta para llevarla al automóvil. Deje que se adelantara y camine hacia la cocina, tome una bolsa plástica y empecé a llenarla de comestibles.

– ¿Que es todo eso?

Coloque las bolsas en el asiento trasero y cerré la puerta la puerta del automóvil – comida – respondí mientras arrastraba la maleta a la parte trasera del auto.

Amablemente el la tomo y subió las ultimas cosas que traía. Me coloque el tapa-bocas y fui abrir la cochera para que el automóvil saliera, me asegure de que todo quedara bajo llave y subí al asiento del copiloto.

Nuestro silencio ya no era incomodo, si no mas bien tranquilo o al menos eso sentía en este momento.

– Pararemos un momento – Aviso desviando la dirección. Busco un lugar libre donde estacionarse y luego bajo.

– Vamos – hizo  ademan con la mano al ver que yo aun estaba dentro.

Desabroche el cinturón, tome mi mochila y camine hasta donde el. Habíamos parado en un supermercado, estaba menos transcurrido de lo que imagine, las pocas personas que se encontraban haciendo sus compras mantenían su distancia y traían un tapa-bocas como medio de protección.

Aunque ahora se puede salir, por las calles de manera ´´normal´´ ya que los contagios han cesado, algunas personas aun guardan el temor de que nuevamente hayan brotes de contagio.

Caminamos por los pasillos del supermercado. Tae-Hyung llevaba el carrito y yo caminaba junto a el. Es increíble la cantidad de comida que llevábamos, el carrito estaba hasta el tope y Tae se tomo muy enserio cuando dije que era mejor hacer compras quincenales que semanales, pues a mi parecer las semanales pueden terminarse rápido.

Aunqueee, también es por que me da pereza ir cada semana por compras, pero el eso no debe de saberlo.

En mi opinión era mucha comida para dos personas, pero la ventaja de esto es que no tendría que visitar muy seguido la tienda de conveniencia ni el supermercado.

Mientras esperábamos a que la fila de automóviles de al frente avanzara nos mantuvimos en total silencio, escuchando una canción que realmente desconocía pero que parecía ser una balada. Tome mi mochila y la abrí con mucho cuidado para que lo que llevaba dentro no estuviera a la vista de Tae-Hyung.

¿El por que? Traigo un hermoso koala llamado Koya, lo compre luego de conocer un poco más de BTS y por lo lindo que es Nam Joon. Saque mi antiguo móvil y un par de gomitas para compartirlas con el.

– Gracias – dijo llevándose la gomita a la boca – ¿Tienes mas? – pregunto.

Asentí y busque mas dentro de la mochila, tome la bolsa y la coloque en el tablero para que el tomase otra cuando deseara.

– ¿Otro móvil? – pregunto llevándose una gomita de color rojo a la boca.

– Uhmm!! – asentí levemente – Planeo utilizar cuentas falsas en este – eleve la mano en la que lo sostenía – y en este mis cuentas personales.

La fila de automóviles empezó a avanzar lentamente y Tae-Hyung puso en marcha el carro.

– Ahora no tengo la misma libertad que tenia con mis redes sociales – dije sintiendo la necesidad de explicarlo – Entonces creare cuentas falsas para pasar desapercibida entre las fans – sonreí – Seré una mas de ellas.