Drink Me: Bebeme

Capítulo 11:

Antes de salir por la puerta principal de la jefatura me encuentro con la doctora Rossi, al contrario de lo que siempre veo en ella, está nerviosa, sus ojos no se ven tristes como siempre, parecen desesperados, en cuanto me ve, camina rápidamente hacia mí y me quedo pasmada, mientras Vince nos ve con curiosidad, frunciendo el ceño.

—Cárter… me alegra mucho verte— me toma de las manos como si temiera que me fuera sin escucharla.

—Doctora… ¿está bien?— Le pregunto con algo de incertidumbre, esperándome la peor respuesta.

—No es él… él no está haciendo esto y lo sabes ¿cierto?— Me dice en voz baja, pero Vince alcanza a escuchar.

—¿Perdón? ¿Cómo dice?— Pregunta acercándose a nosotras.

—Aiden Meyer no es el autor de esos feminicidios— le repite palabra por palabra como si temiera que no las escuchara bien, voltea de nuevo hacia mí y sus ojos se clavan en los míos —no te confíes… no es él…

Después de ese ataque de psicosis me suelta de las manos y sigue caminando hacia el interior del edificio dejándonos sorprendidos tanto a Novak como a mí. ¿Cómo por qué está segura de que no es Aiden? No es que esté llevando el caso de cerca, no está enterada de los detalles, ¿por qué lo defendería si ni siquiera lo conoce? ¿Qué está pasando?

—Bien… démonos prisa no tengo tiempo de esto, creo que ya perdió la cordura— aprieta el paso Novak y yo camino detrás de el con premura.

En menos de una hora llegamos al lugar que le señalé a Novak, durante el camino estuvo escuchando la entrevista que le hice a Celia, una y otra vez, no decía nada, solo la repetía constantemente. Estaciona el auto frente al club, tiene una enorme bola negra de billar contorneada con luces neón, me acerco a la puerta y toco un par de veces, quien termina abriendo es una mujer de piel morena clara con los ojos grises, tiene una sonrisa agradable y parece que me reconoce.

—¡Hola! ¿Qué te trae por aquí?— Novak frunce el ceño confundido y decido hablar antes de que él lo haga.

—Soy la agente Cárter, él es el detective Novak, venimos a hacer unas preguntas, ¿se encuentra el dueño del local?— Hace cara de sorpresa y se aleja un poco de la puerta, voltea en ambas direcciones y después de toser un poco y aclarar su voz vuelve a hablar.

—Hola… em… soy Altair la… co-propietaria del lugar… ¿gustan pasar?— Se hace a un lado, el primero en entrar es Novak, ve todo el lugar con atención mientras Altair y yo nos dedicamos miradas de complicidad —¿Qué te trae por aquí, sobrina de Tyra?— Me pregunta casi en el oído.

—Un asesinato, al parecer la víctima se encontró aquí con el posible sospechoso— me cruzo de brazos y la veo fijamente.

—Claro… asuntos terrenales… — una voz algo escalofriante sale desde el fondo del lugar, una puerta casi negra se abre dejando ver a quien buscábamos—… soy Tony, el dueño del lugar… ¿en qué puedo ayudarles? — Me ve fijamente con desconfianza.

—Entiendo que ustedes son ajenos a lo ocurrido, pero sería de mucha ayuda que pudieran prestarme las grabaciones del día en que esta chica se encontró con el sospechoso… podríamos identificarlo— me acerco a él de forma tranquila con confianza, mientras me recorre con la mirada, pareciera estarme subestimando, sonríe de lado.

—Jajajajaja ¿me estás pidiendo un favor?— Pregunta con una sonrisa complacido.

—Algo así— finjo mi mejor sonrisa aunque termina volviéndose una línea recta.

—¿Me estás pidiendo un favor si o no?— Insiste, no sé qué afición tiene con que pronuncie la petición de la forma que él la quiere.

—Es necesario para el éxito del caso, ¿piensa colaborar?— Interviene Novak molesto, pero noto como se intimida un poco ante la mirada inquisitiva de Tony.

—¿Traen una orden?— Sonríe de nuevo mientras Altair camina hacia él, pone su mano en su pecho y aparentemente lo tranquiliza.

—No, pero si la necesitas la podemos conseguir, no tardaremos mucho— le respondo poniéndome de nuevo frente Novak.

—No necesito de una orden, solo… que formules bien la pregunta, a la gente como a mí nos gusta que sean claros— cuando dice eso sonríe maliciosamente.

—Te lo estoy pidiendo, te estoy pidiendo ese favor… ¿puedes mostrarme las grabaciones de ese día por favor?— Le insisto, pego mis palmas en forma de súplica y algo me dice que no es buena idea.

—¡Claro! Te daré las grabaciones para que las veas cuantas veces quieras y las uses en tu caso como tú lo desees…— me extiende su mano y me quedo algo paralizada —…solo recuerda que favor se paga con favor… ¿tenemos un trato?— Mi corazón me dice que no acepte, que salga corriendo de ahí y jure no volver, pero en verdad necesito esas grabaciones.

—¿Está intentando sobornarnos?— Interviene Novak molesto.

—A ti no… tal vez a ella— Tony frunce el ceño confundido, como si dudara de la inteligencia de mi compañero.

—Jajajaja ¿perdón?— Interviene de nuevo Vince aún más molesto.

—Basta ya…— levanto ambas manos intentando calmarlos para después estrechar la mano de Tony que sigue frente a mí —…es un trato— sujeta mi mano con fuerza y me ve fijamente divertido.

—Bien… tenemos un trato, niña— me guiña un ojo y siento que mi mano arde entre la suya, cuando me suelta puedo ver algo de humo saliendo de mi carne y me quedo confundida, mientras solo sonríe victorioso. —Altair… puedes llevarlos a mi despacho, ahí encontrarán los archivos que necesitan, si no traen USB préstales una— dice sin voltear a ver a la mujer.




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