Drink Me: Bebeme

Capítulo 29:

Despierto y por un momento mi cabeza no recuerda nada de la noche anterior, me estiro en la cama y me siento en el colchón, entonces mi cadera y piernas adoloridas me hacen recordar, una sonrisa se forma en mi rostro y volteo a un lado viendo la cama, buscando con la mirada el cuerpo de Aiden, pero no está, incluso paso la mano por encima de las sábanas, como si tal vez, parte de sus habilidades fueran ser invisible, pero solo confirmo que no está a mi lado. Me levanto de la cama, me vuelvo a estirar y veo encima del escritorio cerca de mi cama unos papeles que no estaban antes.

Camino descalza hacia ellos y veo un dibujo a carboncillo, soy yo durmiendo y no puedo evitar sonreír, lo veo más de cerca y puedo imaginarme a Aiden sentado frente a mí dibujando cada trazo sin quitarme la mirada de encima. Regreso el dibujo al escritorio y tomo una pequeña nota que estaba a lado.

“Amor mío:

Después de pensarlo tanto he decidido tomar cartas en el asunto, creo que estamos de acuerdo en que no estoy dispuesto a que te enfrentes tu sola a ellos y tú no piensas dejarme solo para arreglar todo, así que tomé una decisión que espero sea la correcta.

Fui a arreglar todo, no sabes lo complicado que es para mí dejarte en la cama, con tu cabello alborotado y tu rostro angelical, pero voy a conseguir dinero de algunas cuentas que después te explicaré porque tengo y compraré boletos de avión, iremos a Austria con familia que aún me queda, tendremos que hacer algunas paradas para evitar ser rastreados, pero una vez llegando ahí podremos descansar, pasar un tiempo en paz y después pensar a donde iremos para vivir el resto de nuestras vidas.

Si mis cuentas no fallan, espero que estés leyendo esto a las 9:00 am en punto, sé que te sueles despertar más temprano, pero después de lo de anoche comprendería que te tomaras más tiempo; prepara una maleta de mano, pequeña, solo guarda lo que sea importante y nada más, no te preocupes por ropa y demás objetos, compraremos lo necesario con forme comencemos nuestro camino.

Conseguiré papeles falsos para ambos, prepararé todo para que nuestro viaje sea lo más tranquilo, confía en mí, lo he hecho bastantes veces; nos vemos en el aeropuerto en dos horas, nos veremos casualmente en la puerta 6 y te entregaré tus papeles y boleto de avión, tendremos que hacer este primer viaje separados, será lo más seguro para no levantar sospechas, pero una vez tocando tierra planeo compensarte. Estoy ansioso por volverte a ver y por iniciar con nuestros planes. No tardes. Te amo.

Siempre tuyo.

Aiden”

Doblo la nota y la pego a mi pecho sin poder dejar de sonreír, me muerdo los labios y no consigo aguantar mi emoción. Veo hacia el reloj, son las 9:15 am, me sorprende que siempre sea tan acertado. Dejo la nota junto al dibujo y busco en mis cajones algo de ropa para después ir corriendo al baño, me doy un regaderazo lo más rápido que puedo y aun no termino de vestirme cuando regreso a mi habitación, busco una maleta y guardo ahí ropa para un día, escojo un vestido azul informal, me llega hasta la rodilla, en verdad quiero verme bonita para él. Busco entre mis cajones y tomo los dibujos que alguna vez tomé de su cuaderno de dibujo, los  doblo con cuidado junto al dibujo que dejó sobre el escritorio y los acomodo también en la maleta así como la pequeña caja de terciopelo que guarda el collar que me regaló mi madre cuando era pequeña.

Respiro ansiosa, me siento demasiado emocionada, veo en todas direcciones, me asomo al closet para tomar mi chamarra de piel, que difícil es escoger entre todas tus cosas cuando tienes que cambiar de vida, supongo que mejores vendrán. Cuando jalo la chamarra del gancho veo la escopeta ahí en el fondo, viendo como me dispongo a abandonarla, mi fiel compañera contra los monstruos; creo que es lo que más me pesa, tener que dejar mis armas, incluso la que me dio mi abuela, pero a donde voy no las necesito.

Me cuelgo la mochila a la espalda, guardo la nota de Aiden en el bolsillo trasero de mi pantalón y bajo las escaleras de dos en dos, paso a la cocina y tomo un vaso de agua, me lo bebo rápidamente y veo hacia el reloj, 9:40 am, tengo una hora y veinte minutos para salir de aquí, el aeropuerto me queda a 40 minutos, entonces aún tengo tiempo para contratiempos.

Corro hacia la puerta de la casa y en cuanto la abro veo a Akos a punto de tocarla, como si hubiera escuchado que aún tengo tiempo que desperdiciar. Me ve con sorpresa y como siempre me sonríe, pero esta vez no correspondo su gesto, me quedo congelada y el alma se me va al piso.

—Akos… ¿Qué haces aquí?— Le pregunto mientras intento contener mis ansias por salir corriendo. Veo su camioneta estacionada frente a la entrada y por un momento pienso en robarle las llaves y darme a la fuga, pero no sería justo.

—Vine para ver como estabas, dormir con una ventana rota no es muy seguro— pasa a un lado de mi para entrar a la casa y me da un retortijón — además… quería ver si me acompañabas a la casa de Jason, solo para verificar que todo esté en orden— de pronto voltea al mismo tiempo que yo hacia él y noto en su mirada que se percata de algo raro —¿tenías planes?

—¿A qué te refieres?— Intento sonreír, pero no puedo, pongo mis manos en mi regazo y lo veo directamente a los ojos intentando aparentar tranquilidad, pero frunce más el ceño.

—No soy detective, pero… esa mochila no la usas a menos que hagas viajes cortos… ¿a dónde vas?




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