Llego a mi habitación y me acuesto en mi cama. Mañana abra clases y tengo que descansar.
Cuando estoy a punto de dormir, el timbre suena y bajo. Abro la puerta y veo a Abdiel con Ilarien. Me abalanzo y abrazo a los dos.
-¿Estas bien? -me pregunta Ilarien.
Pero antes de contestarle le doy un beso profundo. Ella me sigue él beso y Abdiel nos separa. Lo miro y lo abrazo.
-Los extrañe chicos -le doy un corto beso en los labios.
-También te echamos de menos -nos volvemos a abrazar.
-Vengan, pasen -me hago a un lado y ellos pasan como pedro por su casa.
Entran y caminamos a la sala. Se sientan y yo me quedo parada.
-¿Qué paso? Y nos vengas a decir que nada, por que te conocemos y sabemos cuando mientes -me siento y miro a Ilarien quien es la que dijo eso.
Bufo y me cruzo de brazos.
-Pues...tuve una crisis y mi vecino me ayudo, eso es todo. -los miro y achino los ojos.
Veo a Ilarien que se contiene.
Ruedo los ojos: -Okey, dilo.
-¡¡¡Haaaaaa!!! -se levanta y chilla. -ya era hora que se hablaran. -hace un baile medio raro y yo rio.
Pero no cacho a este punto.
-¡¿QUEEE!? -Me levanto y tapó mi rostro con mis manos avergonzada.
-Amiga -me llama Abdiel. Levanto la cabeza y lo miró. -¡Follatelo! -lo miro como si fuera un bicho raro y me acerco a el.
-Esta bien -coloco mi mano en su hombro.
-¿Es broma?, porque si es asi... -se acerca mi amiga.
-Claro -elevo los hombros con indiferencia.
-¿Neta? -me peñisca Abdiel.
-Sip. De echo esperenme aqui, que altiro vuelvo. -camino a la puerta y me detengo antes de abrirla. -esperenme...¿cuanto uno se demora en tener sexo? -hago que pienso.
-Creo que un minuto... -Ilarien levanta un dedo y lo dise en susurro.
-¿Abdiel? -lo miro.
-Heee... -mira a Ilarien y esta está contando con los dedos no se que cosa. -la neta no se...
-¿Y saben porque no saben? -les preguntó. Estos niegan y yo ruedo los ojos. -¡Porque son vírgenes! ¿Ustedes son tontos o que?. Yo también soy virgen y ni siquiera se cuanto dura el sexo ¿y voy a ir donde ese idiota de mi vecino?. ¡Por dios!.
Antes de cerrar la puerta, que de por cierto la había abierto, mis amigos miran detras mio y yo los miro con los ojos como platos.
-¿Esta ahí sierto? -mis amigos me miran y asientes sorprendidos.
Suspiro y me volteo lentamente encontrandome con mi vecino.
-Ho-hola -tartamudeo.
¡Ay que soy estúpida!.
Me pego un chape yo misma y tapo mi cara avergonzada.
¿Cómo pude decir eso?...
Levanto la vista y lo encuentro con una sonrisa en sus labios.
Trago duro y respiro profundo armándome de valor, le digo:
-¿Q-que haces aquí? -tartamudeo.
Escucho las rodillas de mis amigos y ruedo los ojos.
-Venía a invitarte a cenar. -aprieto más el pomo de la puerta y me colocó nerviosa.
-Esque yo... -pero escucho los susurros de mis dichosos amigos.
-Si que si...
-Tu puedes...
Vuelvo a rodar los ojos y respiró profundo.
No puedo, simplemente no puedo salir con el. ¿Que pasa si vuelven mis crisis? ¿O si la bestia se apodera de mi?. Ahora se que llevo una bestia dentro de mi y papá lo sabe. Ella me lo dijo, me dijo cuando estaba durmiendo.
Papá lo sabía y por eso me estaba inyectando la droga, me estaba protegiendo.
-No puedo...-su sonrisa se borra.
-Okety -vuelve a sonríe. -por sia, me llamo Frank y cualquier cosa me puedes encontrar al lado.
Asiento y el se despide.
Sera mejor así. Cierro la puerta y suelto el aire que tenía retenido por un momento. Mis amigos me miran sin poder creérselo y yo les sonrió como una niña pequeña.
-¿Es en serio? -pregunta Ilarien.
-Si, es enserio. -ella bufa y se sienta en el sofa de golpe.
Abdiel me mira enojado y también se sienta de golpe.
Respiro profundo y me hacer o a ellos.
-Chicos... -los llamo, pero ninguno de los dos me toma atención. -oigan sopencos. -e Ilarien me mira mal y me saca el dedo corazón.
-No me hables -me dice Abdiel indignado.
-¿En serio me van a ignorar? -no me dicen nada. Asique les doy una ultima mirada y los dejo en la sala. Me voy a ni habitacion y me ensierro. La cortina esta abierta, asi que puedo ver a mi besino Frank sin polera paseándose por su habitación.
Me muerdo mi lavio y desvío la mirada
No niego que el chamaco esta bien bueno, pero es por su vien y aparte...yo no estoy en edad como para enamorarme.
Escucho como alguien sube las escalera y sonrió.
Ya sabía yo que ellos no pueden estar sin mi.
-Ashley -entra Ilarien a mi havitacion.
-¿Ya se te pasó el enojo? -le pregunto con una sonrisa.
-Si si, venía a desirte que su hay un chico buscandote, bueno, no es un chico que tenga como nuestra edad, no. Más bien es un chico muy apuesto, atractivo y que tiene muchos tatuajes. -Asiento.
Ya se quien puede ser, debe ser el chico que vi cuando estaban los negociantes de papá.
-Okey - es lo único que digo y bajamos.
Llegamos y veo a ese chico parado en la sala de estar y con un maletín en la mano.
-Hola, ¿Aquien busca? -le pregunto cortésmente.
-Hola. No, venía a dejar unos documentos que tu padre me pidió.-asiento y el me tiende el maletín.
Lo miro a los ojos y este hombre se ve familiar. Sus ojos...Sus labios...esos labios que se ven aperitivos...
Esa voz...la Bestia, ella es...
Trató de no tomarle a tensión.
-pos, yo se los pasó a mi padre. -me mira de pies a cabeza y sonríe duabolicamente.
Un escalofríos recorre todo mi cuerpo y no se cuando sucedió, pero tengo miedo y mucho.
Le doy una sonrisa débil y este se tira para irse, pero susurra algo que logró escuchar.
-No te escaparás tan fácilmente de mi...Kassia.
Y desaparece.