Cristopher estaciona entre los arboles y me obliga a bajarme sin decir nada y eso me temorisa. No es que tenga miedo a que me alga algo, no. Yo sé que no me hará nada y eso lo tengo más que claro, pero...no sé lo que hará exactamente y de eso tengo miedo; de no saber lo que hará.
-¿Cristopher? -el no me dice nada y habre el maletero. Veo que saca una bolsa negra y la tira al suelo. También saca una cuerda y cinta negra.
Al ver todo eso, mi piel se pone de gallina y un escalofríos recorre toda mi espina dorsal.
-No me controlarás, si lo haces te mato. -escucho la misma voz y ahora sí que estoy muerta "literal" de miedo. Estoy muerta de miedo.
"¿Porque? ¿Qué me hará Cristopher?"
Pues si, hablo con esa voz.
-Quiere que tú me controles y eso no lo pienso permitir.
"Pero yo no quiero controlarte"
-Entonces no se lo permitas.
"¿Y que tengo que hacer?"
-Solo calla... Ya veras...
Y ya no escucho esa voz.
-¿En qué estás pensando Mela?-la voz de Cristopher me saca de mis pensamientos y lo miro más que rápido.
En su mano tiene la soga y la aprieta con fuerzas.
-Solo me imagino las mil veces en que me puedes matar.-sonrio para que no se de cuenta lo nerviosa que estoy. Él sonríe de lado y achina los ojos. Da un paso adelante y camina hacia a mi.
Ya a un metro de mi, se detiene.
-Quiero que extiendas las manos.-frunso el ceño.
-¿Porque, para que?-chasque la lengua y bufa.
-Solo calla y has lo que te dije.-esta vez soy yo la que bufa y extiendo mis manos a el.
Y en un y serrar de ojos, mis manos ya están atadas. Parpadeo varias veces y miro mis muñecas sorprendida.
-Pero...pero...¿Cómo lo hiciste tan rápido?-si, claro. En vez de haber preguntado eso, tenía que haber preguntado de porque me ató las muñecas.
Me guiña un ojo y se da media vuelta. Camina donde está la sinta negra y la toma. Se voltea hacia a mí y sonríe diabólica mente.
Se vuelve acercar a mí y nuevamente en un abrir y cerrar de ojos, mi boca se encuentra cubierta por una cinta que no me deja protestar.
-Mmm mmmm-trato de hablar, pero la cinta me lo impide y gruño.
-No te escucho muñeca, lo siento, pero no quiero escuchar esa linda vocesita.-remuevo mis muñecas para poder soltarme, pero el nudo que tiene esta bien apretado y lo único que consigo es lastimarme.
Eres un imbecil: quise decirle, pero recordé que no puedo hablar con esta cinta que está en mis labios y eso es frustrante.
-Te lastimarás, es imposible soltarse, así que no lo intentes, ¿Si?-Mis ojos se vuelven agua al ver que sonríe maliciosamente y sus ojos se vuelven de color negro y sus pupilas son de un color fuego, diferente a mi color de ojos.
Un escalofrío recorre toda mi columna vertebral y nuevamente trato de soltarme, pero nada.
Hablo, pero salen balbuceos.
Cristopher.
Remueve sus manos y trata de hablar, sonrío de medio lado y en sus ojos veo temor. Mis ojos arden y queman; ya se, se me pusieron de ese color tan peculiar, negros con las pupilar de color fuego.
-No me gusta verla a si Kassia-le hablo.
-Ya lo sé, pero mi hermana está despertando, dejala.-habla Kassia.
Es una segunda Kassia, en realidad la Kassia que tiene Mela, se llama Bestia. Kassia es el apellido de Mela, que vendría siendo "Oscuridad Pura" y la que tengo yo se llama Ademia. Bestia y Ademia viven en nosotros, en mi y en Mela. En Mela habita la Bestia y en mí, habita Ademia.
Sigo mirando a Mela como se remueve para poder soltarse, pero no puedo y de repente veo una chispa en sus ojos. Ella tiembla, esta ida. Debate entre su subconcencia y entre su ser.
-Bestia ya le esta hablando, está despertando.-me habla Ademia.
-Creo que será peligroso, recuerda que Bestia no puede despertar por completo, no puede controlarla.-le hablo alarmado.
Veo a Mela que se le escapa una lágrima.
-Creo que es hora de irnos, está despertando.-empuño las manos.
-Solo calla...quiero ver de qué es capas de hacer, quiero ver qué tan poderosa es...-Ademia deja de susurrar y sonrío.
Retrocedo dos pasos y en eso Mela cierra los ojos por unos minutos que parecen eternos. La miro sigilosamente y sus manos tiemblan. ¿Que pensará?
-Nos va a matar, la hicimos enojar imbecil...-susurra Ademia en mi mente.
-Eso ya lo sé, solo esperemos haber que pasa...
Mela habre los ojos y me encuentro con un par de ojos muy lindos. Sus ojos son negros, pero tienen las pupilas de color rojo sangre y eso, lo admito, me da un poquitín de miedo.
-¿Sigues queriendo hacerla enojar?-pregunta Ademia y sonrío.
-Claro que si...
Mela Kassia.
Veo todo negro al cerrar los ojos y más me aterro. No de nuevo...
-Quieren controlarme y eso no se los voy a permitir Mela...
Abro los ojos y me encuentro con oscuridad Pura, todo es oscuro y tenebroso.
-Yo no lo quise...Cristopher me trajo aquí...-hablo con temor.
-Eso ya lo sé linda, no te preocupes por ti, el que las va a pagar, van hacer Cristopher y Ademia. -frunso el ceño.
-¿Quien es Ademia? -pregunto.
Un silencio sepulcral se instala en la oscuridad. A lo lejos veo dos lucesitas de color rojo y sé que es ella.
Cada vez esas dos lucesitas rojas se acercan, asta que los tengo a sentimetros de mi.
-Es mi hermana, Ademia es mi hermana gemela.-y quedo plop.
Si...Ademia es la hermana gemela de Bestia, y Ademia vive en la mente de Cristopher...eso quiere decir que...
-Cristopher es tu hermanastro Mela. -y caigo en un abismo sin salida.
La oscuridad me da vuelta. Veo una puerta Roja y ha no veo el par de ojos color rojo, no. Veo una silueta completamente negra, una sonrisa con dientes color sangre y unos ojos que me miran de color sangre. Esto es lo más aterrador que he visto en toda mi vida.