[ Drowned love ]

Dream Chapter: Soulmates.

Nate tomó un sorbo de su té con leche y observó a su compañera y amiga. “¿Y...?” Cuestionó volviendo a sorber provocando una mueca de disgusto en la contraria. 

“¿Cómo que 'y'? Solé murió tiempo después pero se dice que nunca soltó el rostro de su amado. Cuando fueron encontrados y analizados la marca de corazones se había marcado en sus dedos.” Explicó exasperada. Nate volvió a sorber. 

“¡Deja de sorber!” Hasta que finalmente se ganó un golpe. 

El chico puso sus manos en su rostro, sintiéndose agotado. ¿Entonces? Entonces se supone que por algún tipo de leyenda acerca de dos tritones enamorados una marca extraña estaba en su propia piel, ¿Correcto? Pero, ¿Él que tenía que ver con eso? Nate no era un tritón, ni mago, ni nada cercano a algo fantástico; él era un simple humano, un humano triste. 

Emma posó su mano en el hombro de Nate. “Después de está pequeña pausa podemos entrar al tema de Soulmates.” 

Nate la miró por unos segundos. La chica se veía entusiasmada por este tema y parecía dispuesta a pasar horas platicando al respecto. ¿Se sentía agradecido? Si, ¿Confundido? Absolutamente. 

“Bien...” Se rindió. La chica dio unos saltitos en su lugar antes de acercarse más a él y posar sus manos en las rodillas contrarias. 

“Antes que nada. ¿Crees en los destinados?” Cuestionó provocando un mar de dudas en la cabeza de Nate. 

¿Lo hacía? Mentiría si dijera que no. Nate pensó que 'él' había sido su pareja destinada, su media naranja; lo pensó por tanto tiempo que cuando ocurrió lo que ocurrió, quedó devastado. 

Pero la verdad era una. 

“Lo hago, supongo.” Porque aún si se negaba a sí mismo lo que pudiese sentir en un futuro, él sabía que estaba dispuesto a dar el siguiente paso pero no lo admitiría ante nadie. 

Emma aplaudió. “¡Fantástico! Porque los tritones tienen su propia leyenda de almas destinadas.” 

La bicolor acomodo su cabello hacia un lado, cruzo sus piernas una encima de la otra y aclaró su voz, entonces empezó: 

 

Pasaron siglos para que los tritones volviesen a mostrarse. Cuando lo hicieron, muchos cambios habían ocurrido en su especie. 

Ya no eran mágicos, tampoco poderosos. Solo simples seres que vivían su día a día como cualquier otro. 

El gran cambio se presentó cuando la Luna dió su anuncio de no volver a juzgar a dos seres enamorados, mucho menos destinados. Cuando la noticia fue dada, todos danzaron llenos de gozo. 

Pero a pesar de todo, un final feliz nunca fue posible. 

El hilo rojo del destino se presentó en los sueños de cada uno , indicándoles que ellos tenían que ser pacientes y sanarse a sí mismos antes de aceptar a su otra mitad. 

Sin embargo, la ley solo concedía a mismas especies. ¿Que ocurría si un tritón se enamoraba de otro ser? 

Una sirena cayó en los encantos de un príncipe y de esto nacieron miles de historias, mitos y teorías. Pero la única verdad fue que ambos tuvieron que pagar un precio por su amor prohibido. 

Ambos eran destinados pero el destino no les permitió estar juntos. 

Años después la comunidad de sirenas y tritones se vio envuelta en caos, pues los magos y humanos comenzaron a proclamar el océano como su territorio. Los invadieron, asesinaron e incluso consumieron, todo para dejar en claro su posición. 

Ellos perdieron. Y aún así, renacieron con una nueva ley: «Nunca confíes en un humano.» 

 

“Y es por eso que se cuenta que muchas sirenas atraían a los piratas y los asesinaban.” Comentó ella suspirando feliz. 

Nate pensó. “¿Y esto es verdad? Quiero decir... En el caso hipotético de que un humano y un tritón se encontrarán, ¿Que pasaría?” Casi mordió sus uñas de la ansiedad pues él quería correr al tritón y preguntarle mil cosas. 

Emma lo pensó por unos segundos, levantó sus hombros e hizo una mueca. “No lo sé. Es una leyenda de hace siglos, las cosas pueden haber cambiado.” Ella se levantó. 

“Pero si sé que nunca te debes fiar de esas criaturas.”

“¿Por qué?”

“La venganza corre por sus venas.” Si ella sabía o sospechaba algo, no se lo dijo. 

• • • 

 

Eran aproximadamente las doce de la noche cuando Nate se encontró posando su trasero en la fría arena con su vista hacia el mar. Las olas estaban más suaves de lo que alguna vez había visto. 

Habían pasado dos horas antes de que Nate se decidiera a dejar el muelle y se acercará a ese sitio que autoproclamó como peligroso. 

No había rastro.

Comenzaba a cansarse de esperar algo que quizás nunca llegaría. ¿Debería marcharse? ¿Quedarse un rato más? Toda la charla con Emma había despertado cientos de preguntas que él quería confirmar por cuenta propia. 

Pero y si... ¿El tritón estaba en la dicha 'Magic Island'? ¿Que haría él al respecto? ¿Iría? Seguramente no, si algo había buscado por internet era la existencia de tal y se encontró con la respuesta de que no era nada más que un mundo utópico que habían creado ciertos autores de libros fantásticos. 

Sus esperanzas eran menos de cero y con ellas, sus energías descendieron. 

Despertó de su inesperada siesta cuando un rayo rojo cruzó por sus párpados cerrados. El frío había dejado de acunarle y ahora solo se centraba en los fríos y extraños toques en su piel, reconociéndolo al instante. 



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En el texto hay: tritones, gay bl, softlove

Editado: 02.12.2022

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