Dual Génesis

[Capítulo 1]. "Tu linda hermana" [parte 1].

Rayos de luz pasaban entre las separaciones de las hojas y una gran variedad de animales realizaban sus rutinas diarias con total tranquilidad. Se podía escuchar a las aves cantar, las ardillas chillar y los peces saltar y salpicar el agua de un pequeño rio cercano a la zona.

Pero algo, repentinamente, espantó a esos peces... ha sido el movimiento brusco, producido por un animal de gran tamaño. Fue un alce, alce que saltó de un lado del rio hacia el otro en un relajante paseo matutino. Cayendo de una forma deslumbrantemente elegante, el alce dio media vuelta y se aproximó de nuevo a la orilla de rio e inclinando su cabeza y su cuerpo hacia adelante empezó a beber del agua de rio.

Aunque su tranquilidad se vería afectada, pues se percató que algo le estaba asechando. Por un momento miró a su derecha del otro lado del pequeño arrollo, esperando a que algo pasara, hasta que sin avisar... el alce corrió en dirección opuesta.

- Tsh-

Sin embargo, su huida no duraría mucho, ya había empezado a correr, pero después de unos segundos ya había caído bruscamente al arrollo...

Un oso asaltó al desprevenido alce sin que se lo esperara. Al oso no le tomo nada de tiempo matar al alce y empezar a comérselo. Pero algo detuvo al oso, evitando que continuara comiéndose al alce, el oso de pronto tenía 1... No 2, esperen, 3 flechas, tenía 3 flechas clavadas en su ancho cuello.

¡GAAAAARRRR!

Podía escucharse claramente el desgarrador grito de agonía del oso, puesto que las flechas habían penetrado su dura piel y se encontraban incrustadas en lo profundo de su cuello.

- JAJA ¡eres mío!-

Un niño que aparentaba tener una edad entre 10 y 14 años apareció, tenía un sedoso cabello de un color castaño que combinado con la luz del sol, desplegaba un intenso dorado, su complexión, a pesar de ser un niño, resaltaba por sus músculos y buena forma, la cual quedaba a la vista gracias a su vestimenta ligera perfecta para alguien ágil y metódico.

El chico apareció con una gran ballesta de donde había mirado el alce, cayendo de un árbol, en completo silencio, demostrando que tenía experiencia y que no era la primera vez que cazaba.

 

*Presentación de Klarth*

 

El niño empezó a correr mientras recargaba su ballesta con una especie de cartuchos que contenía muchas flechas, pero el oso no se quedó observando.

"¡RRRRRAAAAAAGGGG!" era lo que el oso gritaba como si estuviera muy enfadado y quisiera vengarse del niño, por lo que le había hecho. Corrió hacia el pequeño como si lo fuera a embestir, así como había hecho con el alce momento atrás aunque con más gruñidos. Pero para ese momento ya el niño se había detenido a unos cuantos metros del oso y respiro profunda y calmadamente para concentrarse.

 

-A esta distancia es imposible que yo falle-

El niño ya estaba preparado para volver a disparar su ronda de flechas, apuntando directamente hacia el oso, quien se aproximaba a él ferozmente, cualquiera en esa situación estaría asustado o al menos nervioso, pero el niño parecía, no solo calmado, sino también como si se estuviera entreteniendo por lo que estaba haciendo.

¡RRRRRRAAAAAAAA...!

El oso empezó a rugir de nuevo pero de pronto su rugido fue tenido, sangre podía verse claramente salir de la hocico de aquel oso. Si, era una flecha, el niño había lanzado una flecha hacia su hocico en el momento en que el oso empezó a rugir, penetrando dentro de su boca.

¡GGGGGAAAAARRRRR!

Deteniéndose en seco, el oso rápidamente reaccionó al dolor y empezó a gritar, pero el niño no le dio ni un poco de tiempo, ya había disparado otras dos flechas que se dirigían hacia los ojos del oso, lo que lo dejo ciego. Eso provoco que el oso mientras retrocedía empezara a mover sus brazos violentamente al azar, como si intentara atacar a todo el que se le acercara.

¡GGAAARRR¡

- Es hora de acabar con esto-

El niño quitó el extraño cartucho y lo cambio por una gruesa flecha que asemejaba a una estaca de madera pero esta estaba recubierta con algo metálico en la punta.

Posteriormente, de unos rápidos y calculados movimientos encajo otra cuerda a la gran flecha, esta cuerda parecía más resistente por lo que daría más impulso a la flecha.

Apuntando de nuevo hacia el torso del oso y el niño disparó su potente arma hacia el lugar que había apuntado...

En ese momento el oso cayó a causa del alce, se había tropezado con el cuerpo del alce, agachándose, provocando que la flecha se dirigiera hacia su cabeza.

- ¡Espe...!-

El niño sorprendido, aproximó un poco su mano, como si intentara evitar que la flecha le diera al oso... pero por obvias razones no funcionó, la flecha era muy rápida y ya era muy tarde... la flecha impactó al oso matándolo al instante.

El niño calmadamente se aproximó al oso y lo miró parado frente a él...



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En el texto hay: tragedia, romance, magia

Editado: 22.09.2019

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