Mente desequilibrada, perturbada y fracturada, acompañada de arranques de ira. Una inminente oleada de euforia y frenesí brotan a través de mis poros, todo mi cuerpo se siente caliente, esta sensación se origina desde lo más profundo de mis entrañas. No se puede evitar, no se puede contener, tampoco controlar.
Es la confluencia de emociones, frustraciones, pérdida y desolación, llevadas al límite, emergiendo y engullendo todo a su paso.