"No me arrebates la única persona que da a mi arte el encanto que pueda poseer; mi vida de artista depende de él"
— Oscar Wilde —
Todo iba bien, tenía la vida que quería, la vida que siempre había deseado, la vida que siempre soñé...
La vida que siempre quise, estaba en la famosa banda surcoreana BTS, tenía a las mejores personas a mi lado, mis amigos, mis hermanos, tenía todo el apoyo de mis padres, su amor por mi, tenía el apoyo, amor y admiración de Army, sabía que sin Army no sería nada ya que hicieron posible mi sueño, pero no sólo eso sino que también tenía el inmenso amor de la persona más especial que puede haber en mi vida, la mejor persona a la cual adoraba y amaba con toda mi alma, realmente lo amaba.
Jung Hoseok.
Aquel hombre con infinita paciencia y amor hacia mi persona, yo lo amaba más que a nada en este mundo, lo amaba como no tienen idea tanto que me es imposible decirlo, tanto que llegaba a asfixiarme en ese inmenso amor que tenía por él, sin embargo él siempre llegaba a salvarme de ahogarme en todos los sentimientos que tenía hacia él, siempre, siempre lo amaré.
Tal vez sea porque aquel evento ocurrió muy recientemente, tal vez porque aún sigo sin creerlo, tal vez porque se que él es el único que puede sacarme de el lugar en donde estoy ahora.
Si hubiera sabido que ese día me marcaría tanto como lo hizo no hubiera ido, si tan sólo supiese de alguna forma que todo saldría mal hubiera rogado por quedarnos en casa, por quedarnos juntos viendo una película, escuchando su risa, viendolo comer palomitas y tomar su bebida favorita, si tan sólo pudiese haberme enterado de lo que iba a pasar no hubiera ido.
Ese día, parecía cualquiera sin embargo el tenía una sorpresa para mi, no sabía que era exactamente así que simplemente subí al auto como el me lo pidió.
Manejo durante una hora a algún lugar desconocido, no sabía donde y por más que le pregunte no me lo dijo en su lugar me sonrió y me dijo que no me preocupara, que todo saldría bien.
Ojala así hubiese pasado.
Pero por alguna razón iba acelerando más y más, primero sólo era un poco de velocidad, sólo un poco casi imperceptible, luego fue más, la velocidad aumentaba gradualmente así como su actitud, su rostro antes alegre y relajado cambio totalmente a uno serio y enojado, sus manos se apretaron en torno al volante apretándolo tanto que sus nudillos de pusieron blancos, le pregunte que pasaba, él dijo que alguien nos seguía.
Lo note pero pensé que era un auto que iba por la misma ruta sin embargo Hoseok había dado varias vueltas pero no perdimos al auto que nos seguía, sabía el porque aquel auto nos seguía, eran paparatsis siguiendonos desde quien sabe donde y cuando nos notaron.
Como pude ser tan ingenuo por pensar que nadie nos seguiría, me había olvidado que era alguien famoso y que cualquier información sobre mi la venderían de inmediato, me sentí enojado, enojado porque sólo quería pasar un día normal con mi pareja la cual me llevaba a una sorpresa.
Siguio conduciendo con la velocidad realmente rápida tanto que me dio miedo el que el carro se descontrolada ya que en la calle se podía ver la humedad por la lluvia que había aparecido en la mañana.
Fue exactamente lo que paso, las llantas del carro se deslizaron por la calle solitaria hasta una que estaba transitada, me agarre de lo que podía ya que al carro le fallaron los frenos, tenía miedo no sólo por mi vida sino por la de Hoseok.
De allí solos sentí como el auto impactaba con otro tanto que salió volando y dando vueltas en el aire hasta caer de nuevo a la calle.
Todo tenía humo, toda mi visión estaba borrosa sin embargo pude ver por unos minutos el rostro de Hoseok el cual tenía incrustado varios vidrios y cortes y de allí todo fue negro, un negro devastador.
No entendía nada, o que pasaba, podía escuchar como las ambulancias llegaban a lo lejos luego quede inconsciente.
De nuevo pude escuchar voces distorsionadas e irreconocibles por mi, no sabía donde estaba pero mis ojos se estaban abriendo de a poco acostumbrándose a la claridad de las luces en el techo.
Tenía varios cables en mi cuerpo así cono una vía que conectaba el suero con mi brazo, no entendía nada, no sabía que había pasado o en donde estaba.
Vi varias máquinas a mi alrededor viendo a que estaban conectadas, una era para medir mi ritmo cardíaco otra estaba el tuvo donde respiraba y en mi brazo la vía.
Era un hospital, no sabía porque estaba en un hospital en este momento o que es lo que me había llevado hasta allí.
Alguien entró, era una enfermera que al verme de inmediato comenzó a gritar que había despertado.
¿Despertado? ¿Cuánto tiempo llevo dormido? ¿Qué fue lo que paso?
Tenia tantas dudas en mi cabeza de como es que habia llegado al hospital y del porque estaba aqui.
Mi cuerpo se sentia realmente adolorido y pesado, como si no lo hubiera utilizado en un tiempo.
Sentía que algo me faltaba, que me olvidaba de algo, algo realmente importante pero no lo podía recordar.
Toque mi frente con mi mano izquierda pues el dolor de cabeza se apoderaba de mi de manera violenta y allí sentí, una sensación de algo metálico tocar mi frente en conjunto con mi mano, vi lo que era.
Un hermoso anillo plateado reposaba en mi dedo anular y recordé, mi corazón se aceleró y pude escuchar los pitidos que daba la máquina que monitoreaba mi ritmo cardíaco, necesitaba saber, separe las mantas que reposaban encima de mi cuerpo.
Mi cuerpo no respondía como quería y el dolor en mis brazos se extendió al hacer esa simple acción, sin embargo no me importó, me senté lentamente subiendo el dolor en mi columna y costillas, y cuando gire mi cuerpo a punto de poner mis pies en el suelo alguien me detuvo.