Sentía como mi cuerpo ardía en llamas. Como si se estuviese consumiendo lentamente, mientras estaba vivo.
Pero, esto no era real, no, no había posibilidad de que alguien hiciera esto en realidad, digo, eso no sería para nada probable, pero, debido al caos en general que había dentro de ONLINE, no podíamos creer en algo.
Aunque, eso no era muy importante en este momento.
Ante mí, un jugador estaba parado, con una herida de gran tamaño, la cual sangraba descontroladamente. Al parecer, el disparo era muy reciente, será acaso que el disparo no fue de él, sino contra él, esa es una teoría muy probable, tomando en cuenta las circunstancias en que nos encontramos en este momento.
No, estaba muy seguro que el disparo había sonado frente a mí, no había una posibilidad de que fuera a él al que le dispararan, o ¿acaso se volvió loco y se apuntó con su propia arma, como si fuese un suicidio?
Eso no sería del todo descabellado, pero, no era eso lo que había pasado en ese momento.
El jugador se tambaleó y cayó frente a mí manchando aún más mí ya rojo traje de camaleón, el cual no serviría a menos que lo limpiase completamente.
Pero, eso no era algo para preocuparse en esta situación, aunque, tal vez lo haga luego.
El jugador que había caído frente a mí era nadie más que Gallet. Yo estaba totalmente desconcertado sobre todo esto.
¿Cómo era posible que el fuera el herido si él había disparado?
Yo estaba completamente seguro de que en este momento estaría eliminado, y habría despertado en mi casa, en total oscuridad en mi cuarto.
Pero, eso no fue así, lamentablemente, creo…
Hubo algo en este lugar que me hizo darme cuenta de qué estaba pasando realmente en el lugar.
Por el rabillo del ojo, alcancé a ver una luz, la cual indicaba que el HP de uno de los jugadores de ONLINE había llegado al 0%, pero, no sería eliminado si un jugador lo eliminaba.
Por mi mente, un pensamiento pasó rápidamente. ¿Y si en realidad Gallet había disparado en contra de ese jugador, logrando eliminarlo con un único y limpio tiro casi a ciegas?
Espera un momento, no, no creo que sea lo que estoy pensando, digo, es imposible que eso pase.
En primer lugar, ¿cómo es posible hacer eso?, estoy completamente seguro de que el cañón de su arma estaba apuntando hacia mí. No tenía duda de que iba a morir en ese mismo lugar, pero, eso no sucedió.
Rápidamente abrí el menú del juego, revisando cuántos jugadores aún seguíamos en juego, y cuantos ya no estaba dentro de este.
/993 muertos, 7 restantes/
En verdad había muerto, no había sido una mera ilusión. Si no mal recordaba, éramos 10, pero, con las eliminaciones de Katte y ZComand a manos de Ritesk, éramos 8, de los cuales, solo recuerdo a 6; Ritesk, Gallet, Tank, Nova, Nochi y Yo.
Debe haber dos más, dos jugadores que no he visto aún, y, creo que ese era uno de ellos.
Si, eso era, Gallet había eliminado a uno de esos dos, aunque, en realidad me cuesta trabajo aceptar que eso es así. Si es verdad, no me queda de otra más que admirar la gran habilidad de Gallet con el rifle, la cual es sin duda mucho mayor a la mía.
Pero, eso no es importante en este momento.
Me sentía tentado a darle el golpe de gracia y eliminarlo, pero, por alguna razón, no quería hacerlo, tal vez por el hecho de que no era algo muy bien visto el acto de disparar a alguien que está rendido e imposibilitado para la batalla.
Tal vez por eso, lo dejé a su suerte en el suelo, mientras que la sangre de este manchaba el suelo debajo de este, tornándolo un color rojo fuerte.
En verdad admiraba el realismo que había en este juego, tanto como para crear la sangre, y no solo eso, sino que se viera tan real.
Este juego no era apto para alguien que le causara algún efecto negativo el ver la sangre. Solo espero que esta cantidad de realismo no se muestre cuando los servidores abran públicamente.
Dejé el cuerpo de Gallet en el suelo, y me levanté a duras penas, ya que, mi cuerpo tenía tantas heridas que no se notaba dónde terminaba mi cuerpo y empezaba la sangre.
Mi atuendo que antes era negro, ahora era de color rojo, con cientos de agujeros, haciéndolo parecer más un colador de sangre que un avatar.
Pero, eso ya no importaba. No tendría tiempo de “lavar” la armadura.
Al ponerme de pie, logré tener una mejor vista de todo lo sucedido en el lugar. Todo era un verdadero caos. El suelo estaba completamente agujereado, no se podría caminar su pisar un agujero hecho por una bala, parecía un campo minado.
Menos mal que no se trataba de eso, ya que, si en realidad fuese un campo minado, estaríamos perdidos totalmente.
Aunque, había algo que no cuadraba en todo esto. Hacía unos momentos, cuentos de jugadores estaban apostados en todos los rincones de estas rocas, pero ahora no había ni uno solo en el lugar.
El hecho de que hubiesen sido eliminado suena tan descabellado. Eso era simplemente imposible, no podría suceder, aunque ocurriese un milagro.