Dulce armonia

Capítulo 6: Un aroma familiar

Kaythlin está cerrando la panadería cuando escucha el sonido de la campanilla de la puerta. Al levantar la vista, se queda paralizada al ver a Alex, su antiguo novio, parado en la entrada. Su corazón se acelera y siente un nudo en el estómago. No estaba preparada para este encuentro.

Alex, con su sonrisa encantadora y sus ojos llenos de nostalgia, se acerca al mostrador. “Hola, Kaythlin”, dice con suavidad. La voz de Alex, tan familiar y a la vez tan distante, la transporta a un pasado que había intentado olvidar.

Por supuesto, aquí tienes una posible conversación entre Kaythlin y Alex:

Kaythlin: Alex, ¿qué haces aquí? Pensé que estabas en la universidad.

Alex: Hola, Kaythlin. Sí, terminé la universidad y decidí volver a la ciudad. Quería ver cómo estabas.

Kaythlin: Eso es… inesperado. Pero me alegra verte. ¿Cómo ha sido la universidad?

Alex: Fue una experiencia increíble, aprendí mucho. Pero siempre extrañé esta ciudad… y la panadería. ¿Cómo has estado tú?

Kaythlin: He estado bien. He estado trabajando mucho en la panadería, tratando de mantenerla a flote.

Alex: He oído hablar de tus esfuerzos. Estoy impresionado, Kaythlin. Siempre supe que eras capaz de grandes cosas.

Kaythlin: Gracias, Alex. Eso significa mucho para mí.

La conversación continúa, llena de calidez y recuerdos compartidos. A pesar de la sorpresa inicial, Kaythlin se encuentra disfrutando de la conversación. Por un momento, todo parece como antes.

Alex: Kaythlin, siempre he apreciado el tiempo que pasamos juntos. Y aunque la universidad nos separó, nunca dejé de pensar en ti y en los momentos que compartimos.

Kaythlin: Alex, eso es…

Alex: Déjame terminar, por favor. Sé que esto es inesperado, y no quiero presionarte. Pero me gustaría tener la oportunidad de pasar más tiempo contigo, como antes. ¿Qué te parece si salimos a cenar esta semana? Podríamos ir a ese restaurante italiano que tanto te gustaba.

Kaythlin: Alex, yo… necesito tiempo para pensar.

Alex: Por supuesto, Kaythlin. Tómate todo el tiempo que necesites. Solo quería que supieras lo que siento.

Con una sonrisa forzada, Kaythlin se despide de Alex. Mira cómo se aleja antes de cerrar la puerta de la panadería. Se queda un momento en silencio, procesando todo lo que acaba de suceder.

Después de cerrar el local, Kaythlin se dirige a casa. Necesita hablar con alguien sobre lo que acaba de suceder, y sabe que su madre siempre estará dispuesta a escucharla. Con un suspiro, se prepara para la conversación que está por venir.

Kaythlin: Mamá, necesito hablar contigo.

Isabel: Claro, cariño. ¿Qué sucede?

Kaythlin: Alex volvió a la ciudad. Vino a la panadería hoy.

Isabel: ¿Alex? ¿Tu exnovio, Alex?

Kaythlin: Sí, él mismo. Me sorprendió verlo. No sabía qué decir.

Isabel: ¿Cómo te sentiste al verlo?

Kaythlin: No lo sé, mamá. Fue una mezcla de emociones. Sorpresa, miedo, alegría… incluso nostalgia.

Isabel: Eso es normal, cariño. Alex fue una gran parte de tu vida.

Kaythlin: Sí, lo fue. Y lo peor es que me invitó a salir.

Isabel: ¿Y qué le dijiste?

Kaythlin: Le dije que necesitaba tiempo para pensar. No sé qué hacer, mamá.

Isabel: Kaythlin, no tienes que tomar una decisión ahora mismo. Tómate el tiempo que necesites para pensar en lo que realmente quieres. Entiendo tus sentimientos hacia Alex. Pero también quiero que pienses en Diego. Ha estado a tu lado, ayudándote con la panadería. Ha demostrado ser un verdadero amigo.

Al escuchar el nombre de Diego, Kaythlin se siente incómoda. Aunque aprecia su ayuda y su amistad, no puede evitar sentirse confundida al escuchar a su madre mencionarlo en esta conversación.

Kaythlin: Mamá, sé que Diego ha estado ayudándome mucho. Pero esto es sobre Alex y yo. No quiero mezclar las cosas.

Isabel: Entiendo, cariño. Solo quería que consideraras todos los aspectos de la situación. Pero tienes razón, la decisión es tuya y solo tuya.

Sección 3: aromas decisivos

Diego se encuentra en la sala de su casa, pensando en su conversación con su hermana y Héctor. Finalmente, toma una decisión. Se levanta y camina hacia la panadería de Héctor.

Al llegar al local se encuentra con Héctor a las afueras de la panadería:

Diego: Héctor, necesito hablar contigo.

Héctor: Claro, Diego. ¿Qué sucede?

Diego: He estado pensando... Creo que tengo una idea que podría ayudar a la panadería.

Héctor: ¿En serio? Cuéntame más.

Diego: Bueno, he estado observando a la gente en el barrio. Creo que si ofrecemos un descuento a los estudiantes de la escuela cercana durante las horas de la tarde, podríamos atraer a más clientes. Podríamos incluso organizar eventos especiales para ellos.

Héctor: Eso suena como una gran idea, Diego. Pero, ¿cómo lo implementaríamos?

Diego: Podríamos hablar con la dirección de la escuela y proponerles la idea. Si están de acuerdo, podríamos empezar a publicitarla en la escuela y en la panadería.

Héctor: Me gusta tu plan, Diego. Vamos a intentarlo.

Diego: Me alegra que te guste, Héctor. Pero, antes de que sigamos, hay algo que me está molestando...

Héctor: ¿Qué es?

Diego: Vi a un hombre entrar a la panadería antes de venir aquí. Parecía muy amigable con Kaythlin. ¿Sabes quién es?

Héctor: Ah, debes estar hablando de Alex...

Diego: ¿Alex? Nunca había oído hablar de él antes.

Héctor: Sí, Alex es... bueno, él es un viejo amigo de la familia. De hecho, él y Kaythlin solían... solían salir juntos. Se fue a la universidad y acaba de regresar de vacaciones.

Un silencio incómodo se instala entre ellos. Diego asiente lentamente, procesando la información. No está celoso, pero hay una sensación extraña en su estómago, una incomodidad por no haber sabido sobre Alex antes.



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En el texto hay: jovenes, amor, amistad

Editado: 22.02.2024

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