Dulce armonia

Capítulo 7: aroma a rencor

Miriam, con una mezcla de determinación y nerviosismo, se dirige a la panadería. Al entrar, ve a Kaythlin detrás del mostrador, su rostro refleja cansancio y preocupación.

Miriam: Hola, Kaythlin. Necesitamos hablar.

Kaythlin: Miriam, no es el mejor momento.

Miriam: Entiendo que estás pasando por un momento difícil, pero creo que es importante que aclaremos las cosas.

Kaythlin: Miriam, aprecio tu intención, pero realmente no es el momento. Creo que sería mejor si te mantienes alejada de la panadería por un tiempo.

Miriam: Kaythlin, lamento mucho lo que pasó el sábado pasado en la panadería. No debería haber causado esa escena.

Kaythlin: Aprecio tu sinceridad, Miriam. Pero eso no cambia las cosas.

Miriam: Entiendo, Kaythlin. Solo quería que supieras que lamento lo que pasó.

Kaythlin: Lo entiendo, Miriam. Pero por ahora, creo que es mejor que tú y Diego se mantengan alejados de la panadería.

Miriam: Kaythlin, si Diego y yo dejamos de venir, perderás dos clientes.

Kaythlin: Miriam, son solo dos personas. La panadería sobrevivirá.

Miriam: No se trata solo de la panadería, Kaythlin. Quiero… quiero que podamos ser amigas.

Kaythlin: Miriam, eso no va a suceder.

Miriam: Pero Kaythlin…

Kaythlin: ¡Basta, Miriam! Ya te disculpaste, y lo acepté. Pero eso no significa que quiero ser tu amiga. Por favor, deja de insistir.

Miriam, claramente molesta por la respuesta de Kaythlin, se da la vuelta bruscamente y sale de la panadería, tirando la puerta con fuerza. El sonido del golpe resuena en todo el local.

Kaythlin, sorprendida por la reacción de Miriam, se queda mirando la puerta por un momento antes de reaccionar. Rápidamente, sale de detrás del mostrador y sigue a Miriam fuera de la panadería.

Kaythlin: ¡Miriam!

Miriam se detiene y se gira para enfrentar a Kaythlin, su rostro aún refleja su enojo. Antes de que pueda decir algo, Kaythlin le da una bofetada.

Kaythlin: ¡Respeto, Miriam! Este lugar no es solo una panadería. Es el legado de mi abuela, el trabajo duro de mi madre y el mío. No tienes derecho a faltarle el respeto.

Kaythlin, todavía molesta, se gira para volver a la panadería. Antes de entrar, se detiene y se vuelve hacia Miriam.

Kaythlin: Y agradece que tengo que atender el local, Miriam. De no ser así, te aseguro que la golpiza hubiera sido peor.

Con esas palabras finales, Kaythlin entra a la panadería y cierra la puerta detrás de ella, dejando a Miriam sola en la calle, reflexionando sobre las palabras de Kaythlin.

Sección 2: aroma a confusión

En el café:

Diego: No sé qué hacer, Néstor. Siento que he causado tantos problemas…

Néstor: Diego, a veces las cosas se complican. No puedes controlar las reacciones de los demás.

Diego: Pero Miriam… ella parece estar molesta conmigo. Y Kaythlin… no sé cómo arreglar las cosas con ella.

Néstor: Diego, Miriam no está molesta contigo. Creo que está malinterpretando algunas cosas que dijiste. Pero no puedes aclarar las cosas si ambos están enojados o molestos.

Diego: ¿Crees que Miriam me malinterpretó? No tenía esa intención…

Néstor: A veces, las palabras pueden ser malinterpretadas, Diego. Quizás lo mejor sea tomar distancia por un tiempo. Deja que las cosas se calmen un poco. Y luego, cuando todos estén más tranquilos, intenta hablar con ellas.

Diego parece considerar las palabras de Néstor, aunque todavía se ve preocupado. Sin embargo, asiente, reconociendo que Néstor puede tener razón.

Néstor: Diego, amigo, parece que estás en un lío de telenovela. ¿Seguro que no estás en un guion de drama?

Diego sonríe a pesar de sí mismo, agradecido por el intento de Néstor de aligerar el ambiente.

Justo entonces, Miriam aparece. Se ve agitada, pero determinada.

Miriam: Chicos, necesitamos hablar.

Diego y Néstor se miran antes de asentir. Miriam se sienta con ellos y comienza a explicar lo que sucedió en la panadería.

Miriam: Tuve una conversación con Kaythlin en la panadería. No salió bien…

Diego se tensa, pero Néstor pone una mano tranquilizadora en su hombro.

Néstor: Vamos, cuéntanos todo, Miriam.

Después de que Miriam termina de contarles todo, los tres se quedan en silencio, pensando en lo que pueden hacer para solucionar la situación con Kaythlin.

Diego: Necesitamos encontrar una manera de arreglar las cosas…

Néstor: Sí, pero también necesitamos darle a Kaythlin el espacio que pidió.

Miriam: Estoy de acuerdo. Pero también necesitamos asegurarnos de que Kaythlin sepa que estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para arreglar las cosas.

Con eso, los tres amigos comienzan a discutir posibles soluciones, decididos a arreglar la relación con Kaythlin.

A medida que la conversación continúa, Miriam parece cada vez más distante. Sus respuestas se vuelven más cortas y su mirada se desvía con frecuencia.

Miriam: Chicos, quizás… quizás deberíamos dejar de preocuparnos tanto por esto.

Diego y Néstor se miran sorprendidos.

Diego: ¿Qué quieres decir, Miriam?

Miriam suspira, buscando las palabras correctas.

Miriam: Quiero decir que… quizás deberíamos seguir adelante. Kaythlin ha dejado claro que quiere distancia. Quizás deberíamos respetar eso y concentrarnos en nuestras propias vidas.

Néstor: Miriam tiene un punto, Diego. Quizás lo mejor sea darle a Kaythlin el espacio que pidió.

Diego parece luchar con la idea, pero finalmente asiente.

Diego: Tal vez tengas razón… Tal vez deberíamos tomar distancia.

Miriam: No es lo que queríamos, pero a veces es lo mejor que podemos hacer.

Néstor: Y quién sabe, Diego. Tal vez con el tiempo, las cosas puedan arreglarse.

Néstor: Diego, entiendo que estás preocupado, pero debes entender que no podemos forzar una solución.



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En el texto hay: jovenes, amor, amistad

Editado: 22.02.2024

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