Dulce atracción

Besos calientes.

Cassie Beckham.

Dimitri se acerca a mí, me rodea la cintura y susurra en mi oído:

—Estás hermosa mi amor. —en mi estómago no siente mariposas sino fuegos artificiales, me mira como si quisiese comerme, mi pulso se acelera y trato de sonar relajada.

—¿soy tu amor? —pregunto con toda la picardía que me es posible—. Tú también estas muy guapetón —disimuladamente poso mis labios en el lóbulo de su oreja y susurro para que sólo pueda escuchar él—, estás como para comerte a besos.

Se separa un poco de mí, el color de sus ojos parece arder, su mirada cae en mis labios, su respiración se agita y se puede notar que hace un gran esfuerzo por no lanzarse a mis labios.

—Nena me estoy muriendo por probar esos lindos labios que me enloquecen, no sé si pueda controlarme. —pego su frente a la mía y con toda chulería digo.

—Hazlo, sé que deseas hacerlo desde ayer, bésame —sus ojos me evalúan, está tendiendo una guerra interna—. Hazlo —me lanzo a sus labios.

Con delicadeza posa su otra mano en mi mejilla, amasa mis labios con los suyos con una suavidad indescriptible, me besa con cariño, con dulzura. Es un beso placentero, pasea su lengua por mi labio inferior y abro un poco la boca, estoy nerviosa. Los besos de ayer no son nada comparados con estos. Su lengua busca la mía y juntas danzan explorando la boca del otro

Se separa un poco y sisea.

—Me vas a volver loco. —con cariño da un mordisco a mi labio y lo jala lo más suave.

—Me encantan tus labios, me encanta tu aroma, me gustó tu beso. —creo que estoy alucinando, no puedo creer que me haya besado de esa manera o mejor dicho, que yo me haya lanzado como en el tour por sus labios. Sus ojos me muestran un universo entero y me pierdo en ellos.

Nos volvemos a devorar la boca con ímpetu, su mano abandona mi cadera y va a parar al otro lado de mis mejillas, me acaricia mientras nos seguimos besando, siento como si fuese a explotar. Escuchamos una tos falsa.

—Al amigo Danilo también le encantaría esa demostración de afecto, pero creo que nos tenemos que ir. —Ups ni me acordé que están aquí. Dimitri con sus besos me llevó a un lugar que desconocía.

―Dani, estás muy guapo amigo mío, ambos están pa’ chuparse los dedos —me volteo hacia mi amiga—. ¿Verdad Tati? —su rostro es todo un poema.

—E-eh sí, a-ambos están muy g-guapos. —tartamudea y veo a Danilo tragar grueso, aquí todavía hay química, aunque se empeñen en negarlo.

—Bueno, bueno lamento interrumpir su zalamería, pero nos tenemos que ir, el señor nos está esperando desde hace cinco minutos—dicho esto, ambos nos dirigimos al taxi.

El transcurso del camino permanecemos en silencio, acariciando mis nudillos, Dani y Tati evitándose y Akira en otro mundo. Me asusto al sentir la cabeza de Dim recostarse en mi hombro.

Dimitri Alves

No puedo despegar la mirada de ella, es tan hermosa mi niña. Me encantó su picardía, como me miró, ahí no se comportó con su habitual timidez.

Me gusta todo de ella, sus ojitos, sus labios, sus besos, su sonrisa, me tiene en sus manos, me tiene hechizado. Acaricio sus nudillos, los llevo a mis labios y los beso, me mira con sus hermosos ojitos y puedo ver el brillo que hay en ellos.

Tan dulce, tan pícara mi Cassie. Me recuesto de ella y al principio se pone tensa luego se relaja.

Es increíble como ha llegado a impregnarse en mi piel, su aroma me hipnotiza, escabullo mi nariz en su cabello y me pierdo en ese olor tan rico a vainilla.

No sé cuánto ha pasado, pero hemos llegado. Nos bajamos, cuadramos el retorno y todo eso. La acerco a mi, le doy un beso en la punta de su nariz. Akira pone los ojos en blanco y sigue, Dani trata de acercarse a Tatiana, pero ella es más rápida que él y lo esquiva.

—Me gusta tu dulce cercanía, eres mi dulce atracción, mi dulce perdición, mi niña dulce, mi niña pícara —sus ojitos me muestran lo que ocasiono en ella, siente lo mismo que yo y eso me alivia un poco—. SIMPLEMENTE ERES MI TODO PRINCESA.

—Pero que cursi me has salido. Eres mi intento de Romeo. —dicho esto da un tirón a mi labio inferior, no sé en qué momento atrapó mi labio entre sus dientes.

Nos adentramos en la fiesta, hay de todo, unos jugando carta, pero de una manera muy peculiar, otros jugando verdad o reto, otros jugando pin pon; en conclusión en cada rincón hay grupos haciendo de las suyas. Salimos al jardín y es cómodo estuviese en la película de proyecto Z. Todo está de puta madre, me encantan las fiestas, pero esta vez debo comportarme, estoy con mi bella y no la dejaré sola.

En uno de los rincones vemos al organizador de la fiesta.

—Mendoza cuánto tiempo, felicidades tu fiesta está magnífica, mañana estará por todo Facegram la gran fiesta de Alessio Mendoza—ok, ok, se conocen desde hace tiempo porque estudian juntos, pero ¿por qué carajos la ve de esa manera? Sólo yo puedo comerme la con los ojos, más nadie ¡SOLO YO, JODER!

—Mi querida Cassie, la última vez que nos vimos fue a inicio de mes cuando las clases terminaron. Veo que vienes muy bien acompañada. —me tiende la mano y nos saludamos—. Cuánto tiempo desde tu partida, pensé que no iba a verte más, pero veo que me equivoco —Cassie frunce el ceño al darse cuenta que nos conocemos. El idiota de Mendoza me guiña un ojo— cuídala, por lo visto sucede algo entre mi bella Cassie y tu ¿me equivoco?




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