Narracion°
Alysa bordaba un pañuelo, cuando escucho los pasos fuera de su habitación.
Varios niños entraron.
-Hermana- tres niñas de cabellos plateados corrían hacia ella.
-Princesa- decían dos niños, uno pelirrojo y otro de cabello verde.
Miro que en la puerta estaba un hombre de armadura, que se inclinó levemente y cerró la puerta.
Los niños emocionados iban a la cama, Alysa los acomodaba.
-¿Que nos contaras hoy hermana?
-¿Sera otravés del Espantapájaros?
-No, ese da miedo
-Hoy les contaré de " La espada del guerrero"
Alysa se sentó al borde de la cama.
-Érase una vez...
Un joven campesino, que cultivaba maíz y trigo con su familia.
Hasta que llego la guerra.
Hombres jóvenes y fuertes eran reclutados, su madre, una campesina, consiguió una espada para que su hijo volviera a casa sano y salvo.
El joven con muchos del pueblo fue a registrarse.
Pero una Diosa encaprichada por la belleza del joven campesino, hizo que se separara de su grupo.
Se metió a bañar a una cascada, para seducir al joven perdido.
Pero cuando el joven vio el agua se arrodilló para tomar de la cascada por su sed, sin mirar a la Diosa, que estaba furiosa.
Avergonzada y molesta, esta sumergió al joven al agua, haciendo que no vuelva a subir a la superficie.
-Si amas al agua, entonces cásate con ella- dijo la Diosa, yéndose entre risas de la cascada.
El joven perdía la conciencia, no podía salir del agua.
Hasta que apareció una mujer de cabello azul de lo profundo, besándolo, el joven salió del agua, en la orilla quedo inconsciente.
Sin la ilusión de la Diosa sus compañeros lo encontraron.
Lo llevaron con ellos hasta el lugar de registro.
Una vez recuperado solo podía pensar en la mujer de cabello azul que lo salvo.
Hasta que tuvo su primera Batalla.
Con su espada desenfundada lucho valientemente.
Cuando estaba por ser herido por la espada del enemigo, grito y un rayo cayó sobre el.
La lluvia caía con más fuerza, el único que podía mantenerse en pie fue el joven guerrero.
Batalla tras batalla siempre llovía.
Hasta la última gran batalla, el joven enfrento al enemigo más fuerte, no fue la excepción ese día llovía con fuerza, ambos hombres lucharon con valentía y honor.
En un último movimiento, el joven retrocedió, el enemigo ataco, la espada estaba rajándose, hasta que esta se rompió, pero con lo último de fuerza que le quedaba, apuñalo al enemigo.
Ambos cayeron, miro al cielo que se despejaba dejando entrar los rayos de luz.
-Dime, cuál es tu deseo joven guerrero- la voz era suave e imponente de una mujer.
La victoria era para su Reino, e hizo felices a varios dioses que halagaron su fuerza y valentía.
- Qui... quiero ver a mi madre...
Cuando abrió los ojos, estaba en el campo de maíz y trigo, donde sus padres estaban trabajándola, corrió a su encuentro.
Gritando
-MAMA PAPA
Alysa vio los ojos llorosos de los niños, que dormían en la cama.
Tocaron la puerta, abrió para ver al caballero de armadura sin su casco, su cabello negro y ojos azules la saludaban.
-No llego ninguna carta princesa- dijo.
-Está bien, Sir Ezio- dijo Alysa.
Cerro la puerta, Ezio la miraba todo el tiempo, hasta que esta se cerró por completo.
GRACIAS POR LEER
NOS VEMOS PRONTO