Capitulo 6- Monstruo Marino

Narracion°

-Solo me corte el cabello para poder pelear- decía una joven apoyada en el regazo de Alysa.

-Eres una princesa Elora, no un caballero- Alysa acariciaba el cabello corto de Elora que llegaba hasta su cuello, su cabello y ojos eran plateados, pero su piel no era blanca como la de Alysa.

-Quisiera que mama estuviera aquí- dijo Elora en un susurro.

Alysa solo podía acariciar a Elora sin decir una palabra.

Se escuchó un estruendo en la puerta, ambas miraron como un montón de cajas eran traídas.

-Princesa Agatha no es adecuado entrar sin avisar- reprendió Alysa.

-Disculpa hermana, pero es importante.

Las tres inspeccionaron las cajas.

-Son del Imperio Asteri, el príncipe me los dio de regalo.

Con ayuda de las sirvientas los acomodaron.

-Son muy brillantes- dijo admirada de las joyas Elora.

Fue hasta tarde que las tres princesas se quedaron en la habitación de Alysa.

-¿Quieren escuchar una historia?- pregunto Alysa.

-No somos unas niñas hermana- dijo Agatha.

-Yo si quiero oírlo- dijo Elora- de que trata.

-Les contaré del "Monstruo Marino"

Alysa se apoyaba en el asiento, mientras sus hermanas estaban en la gran alfombra.

-Erase una vez...

Los navegantes advertían de un monstruo que venía de las profundidades que seducía a los hombres y los arrastraban al mar.

Un Intrépido viajero cruzó el lugar donde el monstruo aparecía.

En cambio, encontraron un barco abandonado.

Encontraron a una joven de cabello celeste.

El intrépido viajero la llevo a su barco y por el resto del viaje ambos se conocieron.

La joven no recordaba como llegó al barco.

Cuando se acercaron a su destino.

La joven y el intrépido viajero se unieron a un lazo más profundo, al amor.

Sus hijas eran dotadas de gran belleza, su padre consiguió fortuna en el mar.

Posiciono a sus hijas como esposas de la realeza y familias aristocráticas.

Cuando volvió al mar junto a su hermosa esposa.

Ella cayó al agua, pero el esposo también salto al agua.

Los marineros cuentan como una enorme sombra se sumergió con ese hombre.

Ese Reino costero gozo de gran prosperidad por las valiosas piedras que el mar ofrecía.

Pero solo las familias, y la familia Imperial, que tuvo como nuera a las hijas del intrépido viajero y a la misteriosa dama, fueron capaces de prosperar.

Todos los demás eran arrastrados por el mar y sucumbían a la desgracia en sus travesías.

Alysa se detuvo cuando vio a sus hermanas dormir.

Tomo la joya de perlas de la caja junto a ella.

Cuando las acerco a la vela, estas empezaron a brillar de un color celeste intenso.

Miro a su hermana Agatha.

- Creo que debería preparar un regalo de bodas, a la Próxima Princesa Imperial Consorte de Asteri.

Alysa soplo la vela y la habitación se llenó de oscuridad

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NOS VEMOS PRONTO