Narracion°
Alysa estaba sentada frente a la gran ventana, fuera de la puerta se escucha pasos.
Esta se abre y nota a los niños asomándose.
-Hermana
-Princesa
Alysa sonrió y se acercó a los niños.
-... entonces Sir Ezio le puso el anillo, se arrodilló y beso su mano- contó la más pequeña, Cyrilla, de ojos y cabello plateado.
- Después montaron a caballo...
Los niños contaban como fue la boda de Sir Ezio con entusiasmo.
-¿Nos cuentas una historia hermana?- pidió Cyrilla.
-Les contaré de la "Tierra del Cielo"
Los niños se acomodaron.
-Érase una vez...
Seres divinos viven ocultos en el cielo, seres de alas blancas y puras.
Cada ser tiene su importancia y poder con la cantidad de alas en su espalda.
Los Guías Supremos de esa tierra, con edificios de oro y cascadas, son los que poseen la coronan plateada.
Pero hubo seres que cayeron a la Tierra Humana, tragados por los vórtices que provocaron las nubes que ocultaban su tierra.
Vagaron por la Tierra Humana buscando la forma de volver a su Tierra en el Cielo.
Algunos se quedaron con los humanos y formaron familias, ocultando las alas de su descendencia con su poder.
Pero otros muchos oscurecieron sus alas, de sus alas suaves y blancas, a afilados cuchillos negros.
Para ocultar su rostro, vestían armaduras negras, no podían ocultar sus alas, su poder se había debilitado.
Su corazón se ennegreció junto con sus alas.
Los seres divinos de la Tierra del Cielo, Vivian en armonía y paz, nunca lucharon con otros seres ni con su misma especie.
Pero cuando bajan a la Tierra Humana, la desesperación, el odio, la envidia corrompe sus corazones.
Conocieron la guerra, la muerte.
Se dice que los seres de alas negras, buscan a la descendencia de los que decidieron vivir con los humanos.
Considerándolos traidores.
Cada luna roja se llevará a los niños, descendientes de los seres divinos.
En lo profundo de las cordilleras se oirán los llantos y gritos de los niños, para después desvanecer
Alysa se detuvo al ver a los niños ocultos bajo las sabanas.
-Yo... yo los protegeré- dijo Alexis, el niño pelirrojo.
-No eres fuerte- dijo Calix debajo de las sabanas.
-Protegeré a las princesas, lo juro por mi espada- mira a Alysa sonrojado.
-Gracias Sir Alexis- dijo Alysa
Poco después los niños se durmieron, Alysa se sentó frente a la gran ventana.
Su cabello plateado y ojos plateados brillaban, era como una pintura divina, fría y poderosa...
GRACIAS POR LEER
NOS VEMOS PRONTO