Dulce Cuento Princesa

Capitulo 8- Corazón de Hielo

Narracion°

Alysa miraba el atardecer por la gran ventana, entonces escucho la puerta abrirse, vio a Benazir asomarse.

-Hermana- estaba incómoda y preocupada- sé que no se puede traer a nadie, pero...

Alysa noto a la joven de cabello y ojos negros, con una tela de hermoso bordado que cubría su frente, con ropa extranjera.

-Estaba perdida, entonces la ayude, pero padre dijo...- Benazir hablaba con rapidez y se mezclaban sus palabras.

Alysa se acerca a ambas niñas.

-Soy la Primera Princesa y Gran Archi Duquesa Alysa Egan Del Reino Athanatos.

-Soy la Quinta Princesa Briseida del Imperio Ouranos.

Ambas se saludaron.

Alysa sentó a las niñas, jalo una cuerda, y las sirvientas entraron con postres y bebidas.

-... su imperio goza de gran conocimiento, su gran riqueza- dijo Alysa.

-Sí, el conocimiento es muy importante- dijo orgullosa Briseida.

Cuando se hizo tarde, Briseida fue llevada a su habitación.

Benazir la acompaño.

Volvio poco después encontrando a Alysa preparada para dormir.

Alysa peino el cabello plateado de su hermana.

Llego Cyrilla, que entro con entusiasmo.

-Cuéntanos algo hermana- pidió Cyrilla.

-Les contaré de “Corazón de Hielo”.

Alysa acaricio en cabello de Cyrilla

-Érase una vez...

 

Un caballero montaba su caballo hasta lo alto de la montaña nevada, donde se decía que una diosa se posaba en las noches de frío invierno.

Cuando la encontró, ella tenía los ojos y cabello blanco, admirando la audacia del caballero, escucho la petición que el tenía.

Su único hijo enfermo, con el veneno de hielo.

La diosa, escucho al caballero, se acercó a él susurrando.

-Hay un precio que pagar.

-No me importa el precio- dijo el caballero.

La diosa tocó la frente del caballero que se había arrodillado.

El corazón del caballero se detuvo.

Cuando regreso, tomo la mano de su hijo, de su frente brillo una perla blanca.

Igual a la que poseía el caballero.

Pero su corazón no palpitaba, no sentía emociones.

Cuando salía a pelear en las batallas, se decía que aquel hombre carecía de sentimientos, matando sin remordimientos.

Hasta que fue derrotado, su corazón era de hielo, se convirtió en la perla de la espada enemiga.

El hijo de aquel caballero, peleo valientemente, derroto a sus enemigos, y recupero la espada que contenía el corazón de su padre.

Llevo la espada hasta su madre, que lloro sobre esta.

Sus lágrimas provocaron que la espada helada, humeara apareciendo frente a la mujer a su esposo, que le sonreía, acariciando su rostro.

La espada se desvanecía, dejando solo una perla blanca y pura.

 

Alysa noto a ambas niñas dormidas, apago las velas, miro por la ventana y noto a la imponente luna.

Jalo la cuerda y entro una joven sirvienta.

Le entrego una carta, saliendo de la habitación poco después.

Miro el cielo nocturno antes de voltearse e ir a su asiento.

 

 

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NOS VEMOS PRONTO




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