Capítulo 16. Volviendo a ella

James:

Hoy sábado tuve que permanecer en la casa de mis padres porque ellos no querían perderme de vista. Toda nuestra familia vino a verme y a pasar un rato ameno mientras almorzábamos. Elly, la hija de Ema y Kyle, como de costumbre no me dejó ni unos segundos a solas. La pequeña de seis años desde que nació ha tenido un cariño inmenso hacia mí y ahora que puede corretear y saltar sin cansancio alguno, me quiere incluir en cada una de sus travesuras; sin embargo, mi estado de ánimo no ha sido el mejor, por lo que con cansancio y estrés regresé temprano a mi hogar.

Yazgo acostado en mi cuarto desde que llegué y han pasado más de tres horas y aun permanezco en el mismo lugar. El anochecer se ha hecho paso y ayuda a que la negrura de la habitación se acentúe, además, esto ocasiona que mi dolor de cabeza descienda levemente. La ansiedad en mi pecho me carcome y la sensación me provoca que posicione una mano en ese lugar, como si con eso pudiera calmar el agobio que me cargo.

Es la primera vez que permanezco tanto tiempo sin consumir algo de sangre. Han pasado dos días y las veces que he intentado beber de una de las bolsas, he vomitado como aquella ocasión en la que Axell estuvo presente. El hambre me está matando y me enfurece saber que la única forma de apaciguarlo es con ella. Mi situación se empeora al agregar que aquella época de calor está llegando y luego de solo escuchar a mi padre hablar sobre lo que le causa, yo estoy empezando a experimentarlo en vida propia.

No entendía lo que me sucedía cuando me despertaba en plena madrugada con el cuerpo cubierto de sudor, era tanto así que empapaba la camisa con la transpiración. Mi corazón latía desbocado cuando me despertaba repentinamente y luego, mientras menos me lo esperaba, mi iris dejaba de ser aquel azul para convertirse en luceros dorados.

Al ir hoy a la casa de mis padres, le pregunté a Axell si sabía algo al respecto y me comentó que a todos los hombres de la manada que ya han encontrado a su compañera están pasando por lo mismo, incluyéndolo. Me comentó que era algo normal y que estos síntomas eran el inicio, solo indicaban que aquella época está acercándose rápidamente a nosotros. Eso me descolocó y tuve que digerir esa información para aceptar que lo que me está sucediendo es parte de un ciclo.

Maldigo entre dientes cuando el calor se vuelve insoportable y tengo que optar por quitarme la camiseta junto al pantalón de algodón. Dejo la vestimenta en el suelo de madera y vuelvo a acostarme, esta vez boca abajo al sentir mi estómago oprimirse por la necesidad de sangre que me está matando. A estas alturas no me importa que tenga que beber de Evelyn, no obstante, no la he visto ni el día de ayer tanto como el de hoy.

Y si, está libre, puede ir hacia donde le plazca por lo que ayer pudo haber ido a las clases que le correspondían en la universidad. Cuando estábamos decidiendo que hacer con ella y Robert, dejé en claro que no estaba bien aprisionarla, no me lastimó y con su llanto dejó en claro que le aterrorizaba la idea de verme encerrado. Su abuelo no corrió con la misma suerte, él si se ubica encarcelado y no se ha confirmado el tiempo que durará pagando las consecuencias de sus actos.

Me levanto de la cómoda al sentirme sofocado en estas cuatro paredes. Salgo del dormitorio y me dirijo hacia el cuarto de baño. Me he dado cuenta que cada vez que mi iris cambia de color, siento un pequeño ardor en mis ojos. Acabo de percibir aquel escozor y quiero comprobar que mis suposiciones son correctas. Prendo el bombillo del sanitario y me diviso en el espejo. Estoy en lo correcto, ese color dorado que luce exótico y alucinante está ahí. Me acerco al espejo y justo cuando capto que mi esclerótica se ve de manera extraña, se va la electricidad, dejándome a oscuras.

Perfecto...

Me dirijo hacia mi habitación, sintiendo que enloquezco por el apetito que contengo. Tomo mi celular que se ubica sobre una de las mesitas de noche y me acuesto. Me incomoda sentirme transpirado en la cama pero sé que si me baño, no pasará mucho tiempo para que sude nuevamente. Respondo algunos mensajes de Amy y leo atentamente el que Axell me acaba de enviar.

Axell; 23:16.

'¿sabes que ocasiona que esos síntomas no te hagan sentir tan mierda?'.

'estar al lado de ella'.

Ruedo los ojos y decido no responderle con el malhumor que tengo. Dejo el teléfono celular a mi costado derecho y decido dormir.

(...)

Me despierto sobresaltado cuando una fuerte presión en mi pecho se hace sentir. Apenas abro mis parpados frunzo el ceño al darme cuenta que estoy en la sala de estar y que la electricidad ya llegó. Me descoloco al darme cuenta que me convertí de manera inconsciente en lobo y llegué a esta estancia sin darme cuenta. Me levanto con lentitud, no me he acostumbrado todavía a estar en mi forma lobuna.

Y como siempre, las emociones que percibo son colosales. La ansiedad que sentía cuando me acosté a dormir a aumentado a niveles colosales y aquel calor lo que ha ocasionado es que sienta mi piel arder. Mi órgano cardiaco se agita desmedidamente a la vez que soy consciente del fascinante aroma que llega a mis fosas nasales.

La fuente de esa esencia me llama, me enloquece y me doblega para que me acerque hasta ahí. Es una locura, pero se me es imposible ignorar aquel olor y gracias a ello no demoro en salir de la casa y correr hacia el inicio del bosque. Disfruto la agilidad con la que puedo andar, la forma en que mi pelaje me cubre de la gélida brisa de la madrugada y las increíbles sensaciones que me otorgan mis sentidos agudizados.

Me trastorna el afán que me invade al ansiar acercarme a ella. Cada pálpito de mi corazón se acentúa al pensar que la veré, que divisaré su hermoso rostro luego de no verla desde que salí de su hogar. Esta clase de pensamientos me disgustan porque no los poseo al estar en mi forma vampírica y sé que solo se hacen llegar cuando la parte lobuna me esta dominando. La preocupación se hace evidente al entender que no he sabido de ella desde hace días y que, obviamente ha estado sola, frágil y vulnerable. Darle vueltas al asunto desboca otra gran cantidad de emociones que arremeten contra mí como algo novedoso. Estoy intranquilo, necesita dar con ella.