James:
No sé cómo reaccionar porque realmente esto no me lo esperaba. Solo me encargo de sostener a mi hermana quien se apoya en mí para no caer por lo débil que se siente. Me perturba sentir en mi pecho la tempestad que atraviesa. Puedo percibir el remolino de sensaciones negativas que percibe y de alguna manera, eso me asfixia. Me disgusta escucharla llorar, me desagrada ver lo mal que se encuentra y no poder hacer algo para ayudarla.
—Va a matarme, va a matarme —es lo que continua musitando en medio de los sollozos que no se cansan de atisbarse.
No puedo decirle que Axell reaccionará positivamente porque sé cómo es el, siquiera sabía que su hija había encontrado a su pareja para de repente encontrarla y que ya se encuentre marcada por esa persona. Amy es su pequeña, la niña de sus ojos y eso es algo que siempre se lo ha comentado mientras la consiente de sobremanera.
Esto le costará digerirlo y más aún cuando se entere de que su compañero de vida es una persona que causó estragos en la familia. Maldición. Solo espero que no reconozca el aroma impregnado en el cuerpo de mi hermana, ojala todos estos años que han pasado sin la presencia de Jacob sirvan para que desconozca el olor. Trago saliva al recordar que el mismo mate de Amy es quien asesinó a sangre fría a la mujer de uno de sus amigos más cercanos, prácticamente considerado como un hermano para él y que, gracias a ese vil acto, Cameron murió días después.
Esto último lo sé porque usualmente mi padre me confiesa algunos inconvenientes que sucedieron en el pasado y hace dos años estaba con el precisamente en un día donde la pesadumbre lo estaba abrumando. Al preguntarle qué le sucedía, me respondió que esa tarde fue la fecha de la última vez que vio a su amigo antes de que este decidiera marcharse para que no lo vieran enloquecer hasta morir en la manada.
— ¿Por qué tiene que ser tan difícil? —cuestiona con la voz ronca debido al llanto.
—shh... —Deslizo la palma de mi mano derecha sobre su cabello y dejo leves caricias por ese lugar para intentar que se calme.
Doy algunos pasos hacia uno de los muebles individuales y hago que mi hermana se siente en mis piernas mientras continúa desahogándose y yo sosteniéndola. Alzo la vista y observo a Evelyn quien se halla sin palabras, ha quedado muda desde que Amy entró en la vivienda y la divisó vuelta un desastre. Los ojos de la rubia se ubican cristalizados, viendo a su amiga con dolor y confusión.
— ¿sabes lo complicado que es pasar por esta época tantos años y no poder siquiera verlo porque pasaría lo inevitable? —Cuestiona con el tono ahogado mientras apoya el costado derecho de su rostro sobre mi hombro —es tan difícil, es tan doloroso. Lo encontré a mis quince años de edad y ya no soportaba esta distancia. —Solloza y se oprime más a mí —pero fue una imprudencia, ¡soy tan estúpida! —Exclama mientras suelta una risa carente de humor, como si estuviera delirando — ¿Por qué la persona que amo fue la que le hizo tanto daño a mis padres? —interroga como si estuviera atravesando por un martirio.
—No dejaré que nuestro padre te hiera —declaro con firmeza —así que puedes quedarte tranquila —comento para sosegarla —te ayudaré en esto.
—me lastimará con tan solo mirarme porque entenderé lo decepcionado que estará —responde amargamente.
—Puede que desconozca el aroma de Jacob —opino con cierta duda porque no estoy totalmente seguro de ello.
—yo solo sé que... —Su llanto se incremente y sus vellos se erizan.
Al instante no entiendo la razón pero al olfatear puedo percibir el aroma de nuestro padre acercarse a mi casa. El pavor de Amy la hace temblequear y casi que desvanecerse por los nervios. Me angustio levemente porque no sé cómo reaccionará pero lo que sí sé es que dirá seguramente algunas palabras hirientes porque es lo que hace cuando se sale de sus cabales.
Oh maldición.
Está llegando.
Me levanto con cierto apuro y posiciono a mi hermana detrás de mí. Puedo escuchar su corazón latir con demasiada rapidez, con terror, con ansias de no saber qué pasará. Evelyn es otra que yace súper nerviosa, no sabe qué hacer ni entiende lo que está sucediendo, solo se limita a mantenerse alejada de esto mientras demuestra desespero con su mirar.
Por las pisadas de Axell logro darme cuenta que no está de humor y que seguramente viene a informarme de una situación apretada con referente a la manada. Cada pisar es brusco y duro. Camina con apuro mientras llega a la entrada principal de la casa y toma el pomo de la puerta para girarlo. Se adentra a la estancia y apenas nos observa su ceño se frunce bruscamente. Alza un poco su rostro para olfatear y me tenso porque no sé si reconocerá el aroma de Jacob.
Y entonces sucede, con rapidez y convirtiendo las expresiones de su semblante en unos toscos y furiosos, da unos cuantos pasos para poder observar a su hija. Amy lloriquea con más intensidad cuando la mirada demoledora de Axell cae en ella, precisamente sobre su cuello y explota. Su rostro se vuelve rojizo, aprieta sus puños y siento que lo que hará no será agradable, es por ello que doy un paso hacia él, atento a sus movimientos.