Aviso de antemano…
Para las que no quieren leer este extra, aviso que al final colocaré la continuación del capítulo 44, solo será un pequeño pedazo pero si no lo leen se sentirán confundidas cuando publique el capítulo 45 como tal.
Evelyn:
Para ser honesta, jamás pensé que James sería capaz de organizarme una fiesta de cumpleaños, no con esa dura personalidad que carga y mucho menos al saber que el ADN vampiro es el que esta dominándolo ahorita; sin embargo, que lo haya hecho es… ¡Absolutamente lindo!
Mi corazón se llenó de una efusividad inefable, mi piel hormigueó y mis ojos se llenaron de lágrimas porque realmente no me lo esperaba. Luego del mal rato que pasé en la cena con mi familia y que James apareciera como si nada después de días sin hacerlo, no pensé que el final de mi cumpleaños sería emocionante; no obstante, estaba equivocada.
Unas cuantas horas después, todo lo que me ha acompañado son diversas carcajadas que no puedo resguardar, retos alocados, escrudiñadas que siento por parte de mi compañero y aquellos ositos borrachitos que me encantan más de lo que quisiera aceptar. Estoy tan sumergida en mis pensamientos, en lo mareada que me siento, que no presto atención a lo que sucede a mí alrededor hasta que escucho:
—Vas a ir hacia donde Evelyn, te vas a poner de rodillas, quitarte la camisa y besar la suela de las sandalias de ella.
Mi garganta se seca y mi corazón palpita con más intensidad.
— ¿Qué? —decimos en unísono James y yo.
Observo de inmediatamente a la persona que fue retada y siento que temblequeo en mi puesto.
¿Ya he mencionado lo hermoso que es James y lo intimidante que luce todo el tiempo?
Es increíble todo lo que puede causarme con una simple mirada. Juro aunque suene exagerado, que quisiera huir cuando me divisa pero al mismo tiempo dejarme atisbar por las inusuales sensaciones que percibo cuando lo hace. Es agradable notar como mi piel se estremece al sus grisáceos luceros posarse sobre mí con intensidad. Es por ello que al sentir su fuerte mirar sobre mi cuerpo, mi sangre se calienta y corre por mis venas con fervor, alterándome aun cuando quiero estar relajada para que las personas a mi alrededor no se percaten de mi brusco cambio.
Visualizo como James frunce el ceño, dejándose ver disgustado. Eso me hace inquietar y no de un buen modo porque siento que no quiere acercarse a mí. Sacudo mi cabeza y detengo esos fatalistas pensamientos porque sé que estoy equivocada.
— ¡que buen reto! —le halaga Amy.
—James, hazlo. —Escucho que le insisten.
Mi respiración se vuelve un desastre cuando lo veo dejar la botella de ron en el suelo para proseguir a levantarse con lentitud, con aquella imagen que puede desarmar a cualquiera. Clava su vista en mis ojos, como si pudiera leerme fácilmente y comprender lo que estoy pensando. Me sonrojo fuertemente al suponer aquello. Ay dios. Si tan solo supiera.
—Cuanta tensión —musita Amy.
<<No estas ayudando>> pienso al escucharla, poniéndome más nerviosa y ansiosa.
Quiero soltar un chillido por todas las sensaciones que siento cuando James se detiene delante de mí y se agacha. En ningún momento dejo observarlo y siento que mis ojos resplandecen porque me gusta, me encanta verlo así, me hace sentir empoderada porque veo como por sus iris pasa un destello dorado como le sucedía en la época del celo. Usualmente, me hace sentir hermosa por la forma en la que me mira y es maravilloso. Se coloca de rodillas y su mirada se desplaza a mi cuello, su respiración se desestabiliza y yo me tenso un poco. ¿Qué estará pasando por su cabeza? Me preocupo rápidamente cuando lleva la manos a sus piernas y las aprieta, se lo que eso significa.
Aparta la mirada de mi cuello y suspira cancinamente.
Aprieto mis piernas, uniéndolas cuando lo veo tomar el primer botón de su camisa manga larga para desabotonarla, así va haciendo con cada botón sin observarme pero cuando está a punto de retirarse la prenda, me escrudiña con una intensidad que por poco me hace respingar. Mis labios se secan al posar mí vista en su piel descubierta y sentir unas potentes ansias de palparlo como anteriormente he hecho.
Rememoro lo que se siente cuando toco su suave y firme piel. Evoco las sensaciones extrañas que me abarcan cuando lo hago y realmente, tengo que ejercer mucha fuerza para no abalanzármele y colocar la palma de mis manos sobre su torso ahora mismo. Estar con él a mí alrededor me hace actuar impulsivamente aun cuando no quiero hacerlo, es inusitado y me hace olvidar de aquella timidez y apeno con el que siempre he vivido.
Luego de unos segundos, posa su mano izquierda sobre mi pantorrilla e inesperadamente, todos mis vellos se elevan. Alza un poco mi pierna y deja un rápido beso en la suela mi sandalia. Realiza lo mismo con la otra pierna y finaliza, dejándome casi desmayada en mi puesto.
Toma su camisa y se levanta. Se da media vuelta y regresa a su sitio mientras yo tengo que lidiar con el fatídico estado en el que me ha dejado su tacto.
Dejo salir una exhalación para poder relajarme un poco y seguir con los retos, los cuales siguieron desarrollándose por diversas horas más. En todo ese tiempo, he tomado más licor del que alguna vez he hecho en mi vida y he comido tantos ositos embriagados que ya me da pena pensar en cuantos me he devorado. La mayoría, como yo, estamos algo inconscientes de lo que hacemos por el licor que hay en nuestro sistema, incluso James está sonriente y se ha carcajeado más que en todo el transcurso de su vida.
Se ve tan tierno riéndose con las mejillas sonrojadas, los ojos brillosos y mostrando sus lindos dientes junto con aquellos hoyuelos que no puedo dejar de verlo. Sonrío cuando vuelve a carcajearse. Se ve tan espontaneo y natural de este modo que lo que me queda es suspirar embobadamente.