Dulce inocencia #2

Capítulo 50. Final

Holi, aviso que este capitulo es muy largo, son como tres capítulos juntos. Así que léanlo cuando estén desocupadas para que lo lean corrido.

No sean lectores fantasmas. Háganse ver.

Es el ultimo capitulo y me gustaría ver sus comentarios, uwu.

Ahora sí, adelante jijiji.

James:

—James… —dice quejumbrosamente.

—Evelyn… —repito su llamado con el tono ahogado por la almohada en mi cara.

—solo quiero darte muchos besitos —murmura, posicionándose sobre mi espalda baja; sin embargo, mi cuerpo simplemente no responde.

Me rio roncamente sin abrir mis ojos.

La somnolencia me rebaza y lo único que deseo en este momento es dormir. No he descansado desde las tres de la mañana porque el insomnio me consumió por completo. No podía dejar de pensar sobre el hecho de que, dentro de unas horas seré el alfa de la manada. Gracias a esa pensadera, salí de casa y me puse a recorrer el bosque hasta que amaneció y el sueño se hizo paso. Es por ello que no puedo corresponderle a la rubia por más que quiera.

Han pasado dos días y aunque mi compañera se ha esforzado en sobrellevar lo que siente al ser licántropo, no se le es fácil todavía. Hay ocasiones, como esta, que no puede hacer otra cosa que dejarse llevar por lo que su interior anhela.

Siento como la rubia palpa mi espalda con sus suaves manos, erizando cada vello de mi cuerpo en el proceso. Me remuevo cuando sus labios se posan sobre mis omoplatos y hombros. Entreabro mis parpados cuando aquellos besos llegan a mi cuello y se encarga de hacerme sentir cosquillear por lo que hace. Si tuviera energías, qué ya no estuviéramos haciendo, pero lo que hago en este instante es responder con un leve gemido que a ella le satisface, lo sé por el modo en que su corazón se agita.

Percibo como se endereza y prosigue a realizar masajes en mis hombros que, en lugar de encenderme, terminan alimentando mis ganas de dormir. Vuelvo a cerrar los ojos y me pierdo por un momento en la inconsciencia hasta que Evelyn se sienta sobre mis nalgas y se remueve sobre ellas.

¿Qué?

Me rio nuevamente porque no puedo creer lo que está haciendo.

Me volteo para dejar de estar boca abajo y así observar a mi ²inocente² compañera. Queda a horcajadas sobre mi vientre, específicamente sobre mi miembro y eso la hace jadear. La diviso con una ceja alzada y trago saliva al notar el color ámbar de sus ojos. Se encuentra con las mejillas sonrojadas y con cierta culpabilidad en su mirar. Coloca sus manos mi abdomen y lo acaricia, tensando mis músculos por lo bien que se siente. Mi órgano cardiaco deja su estado relajado porque verla tan empoderada me calienta.

Cierro mis ojos otra vez porque me pican y hacen doler mi cabeza. Sus palmas se trasladan cuidadosamente hacia mi pecho, dejando carantoñas por ese lugar. Percibo como se inclina para quedar más cerca de mi rostro. Puedo sentir su extenso y dorado cabello a los costados de mi cara junto con su respiración sobre mis labios. Entreabro mi boca aporque aun cuando estoy a punto de dormirme, mi lobo tiene una fiesta en mi interior por lo que Evelyn me hace sentir.

Sus suaves y húmedos labios rozan los míos, disparando una corriente placentera por todo mi cuerpo. Los mueve lascivamente y de manera torpe intento seguirle el ritmo, lo difícil es que ella quiere hacerlo con cierta rapidez y desenfreno. Se aleja de mi boca luego de unos segundos. Abro mis párpados en un respingo cuando se remueve sobre mí y es imposible que no reaccione ante eso. Observo sus ojos, totalmente dilatados y anhelando por más.

Hace un mohín y me mira con cierta tristeza.

—siento que me estoy aprovechando de ti —comenta con apeno, abrazándome.

—Evelyn, puedes hacer lo que sea conmigo, y estaré feliz con ello —le hago entender.

No tiene por qué sentirse culpable al estar de este modo.

— ¿en serio? —cuestiona, agitándose aún más.

Vuelve a sentarse sobre mí, apoyando sus manos en mi pecho para mirarme con una sonrisa que oculta muchas cosas. Mis párpados procuran cerrarse de nuevo, pero lo impido porque quiero ver su lindo rostro.

—claro que sí —respondo decidido, removiéndome cuando mueve su mano derecha hacia mi cuello para acariciarme con sus largas uñas.

—pero estás casi que dormido.

—es solo hoy. —Sonrío con astucia —espera a que esté totalmente despierto para que veas.

Muerde su labio inferior y puedo darme cuenta de que lo que dije ha causado efectos en su intimidad. Notar su excitación, ver sus pezones erguidos detrás de aquella delgada franelilla blanca que usa, su exquisito aroma y sus ojos decididos a lo que quiere es lo que comienza a alterarme, a endurecerme y eso lo capta Evelyn rápidamente.

La rubia se acerca a mi rostro para besarme con vehemencia. Cierro mis ojos y me ordeno a mí mismo apartar el sueño que me cargo para responderle el gesto con la misma intensidad. Sujeto su nuca con cierta rudeza para agregarle más vigor al beso. Mientras esta danza se desenvuelve con pasión, la fricción entre nuestras partes continúa, desbocándome. No sé si es por el hecho de lo bien que baila, pero mierda, sus movimientos sobre mi miembro son tan sensuales que me hace perder la cabeza.

Cuando la falta de oxígeno nos pasa factura, se aleja unos centímetros de mi rostro. La diviso y nuestras miradas se conectan con intensidad, arrancándole un jadeo a ella. Mi pecho sube y baja con cierta irregularidad, sintiendo lo que ocasiona la cercanía de mi rubia.

—me desperté así y… —Exhala cuando ve mis labios húmedos y algo hinchados por el beso. Deja un casto beso en mi boca para proseguir a observarme —pensé que se me pasaría, yo…

—te entiendo perfectamente —contesto, cautivándome por lo exótica que luce con ese tono de ojos, color que posee por la lujuria que se adueñó de su piel.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.