Dulce mirada

Capitulo cuatro: golpes…

Presente… 
Yess 
Me acomodo la pollera por cuarta vez de lo que va de la noche, coloco mi pelo por detrás de los hombros e intento con todas mis fuerzas no refregarme la cara, este maquillaje realmente pica. Podría agradecer que mi uniforme es diferente al del resto de las chicas. El mio consiste de una pollera de color bordo que me llega unos dedos por encima de la rodilla, aunque es muy ajustada y, teniendo en cuenta que lo único grande que tengo en el cuerpo son mis caderas y un poco de mi retaguardia, esta pollera es la mas incomoda que use en mi vida. Mas al norte de mi cuerpo, se encuentra una remera negra ajustada que deja ver un poco de mi estomago y para terminar, unas botas negras que me llegan por la rodilla. 


En estos momentos extraño mi uniorme del restaurante, que era básico y comodo. No suelo usar ropa ajustada y no creo poder acostumbrarme a esta. Miro nuevamente el reloj en mi muñeca, 22:35, todavía quedan unas seis largas horas. 


- Yess ¿puedes venir, por favor?.


- ¿Qué pasa Roxie?.


- A esta hora, por lo general, es el cambio de turnos. No te preocupes, ya les avise a todos, eso si, me harias el favor de llevar estas bebidas a la mesa del fondo, la de la izquierda. 


- Gracias por ocuparte de eso Roxie, hector no me había dicho nada de eso. Ya mismo llevo las bebidas y, de paso, me fijo el parlante. Hace un rato cuando pase la música estaba muy fuerte y habían cambiado la lista; estaba pasando música en ingles. No es que me queje, pero estaba demasiado alta. 


- Oh, quédate tranquila. De seguro ese fue Maximo, aca todo el mundo ya esta acostumbrado. 


- Bueno, me encantaría escuchar mas de ese tipo que se pasa de listo, pero tengo unos tragos que llevar- le guiño el ojo, agarro la bandeja y me alejo de la barra. 


De camino a la mesa que encargo estas bebidas, veo a Caroline riendo con un par de chicos pero, lo que mas me sorprende es ver como ella agarra un palo de billar y, de un momento a otro, golpea a uno de los tipos en sus partes bajas. Eso si que habrá dolido. 


Recordando mi principal tarea, cruzo el bar, pasando por el parlante, donde nuevamente lo modificaron. La canción que suena, Don´t stop believin´ si no me equivoco, acaba de empezar. Tengo que preguntarle a Roxie quien es ese tal Maximo y decirle que deje el parlante de una vez. 


Rodeo el parlante y, lo ultimo que se es que choque con algo duro y luego termine en el piso. Parado en frente mio se encuentra un chico que e mira con ojos de cordero asustado y realmente debería. Me encuentro mojada por los tragos que cayeron sobre mi aunque el extraño no se queda atrás. Su remera blanca esta llena de colores, se lo merece. 
El metro ochenta que acaba de taclearme me ayuda a pararme pero rápidamente me suelta y no logro mantener el equilibrio. Cierro los ojos y espero nuevamente un golpe, pero eso no pasa. El chico me agarra de la cintura y me sostiene con fuerza. 


- -eh… yo lo… lo siento mucho, no te vi venir y... ¿ te encuentras bien?.


¿en serio acaba de pregutarme si estoy bien?. Déjame ver: acabo de empezar en este trabajo, un estúpido se cree dj y cambia la música a su antojo y, para colmo, un inutil me choca, me hace caer de culo( gracias por el moretón que va a quedar) provocando que todo ese liquido colorido y pegajoso caiga sobre mi, arruinando mi uniforme. Y todo esto antes de las doce de la noche. 


Pero no le digo eso. 
 



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En el texto hay: romance, amor, primer amor

Editado: 14.02.2019

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