CAPÍTULO 5

IRINA

Septiembre, 2015

—En serio aprecio tu oferta papá, pero tengo que irme. Tengo clase.

—¿Estás en el estudio de danza? —Pregunta a través del teléfono.

—Sí. En unos días el profesor Damon va a decir a quienes eligió para los papeles principales del Cascanueces.

—De acuerdo, entonces tengo una mejor oferta para ti. Consigue uno de esos papeles principales para tu recital, demuéstrame que tienes un futuro ahí y prometo no volver a molestarte con el tema de la universidad. Suena justo, ¿no?

Su oferta sonaba tentadora, así que acepté. Terminamos con la llamada telefónica y después guardé mi celular en mi bolso lista para dejar la cafetería para ir al salón. En mi camino hacia la clase del profesor Damon, Marcus me detuvo jalándome del brazo.

—Tengo buenas noticias para ti. —Me asegura tomando mi mano—. Escuché los posibles nombres que Damon tiene para los principales y el tuyo está en la lista.

—¿En serio? Si eso es cierto, si Damon me elige, va a ser un excelente regalo de cumpleaños para mí.

—¿Hoy es tu cumpleaños?

—No, es mañana. ¡No puedo creerlo! Marcus, esto es increíble.

Lo abracé suavemente antes de irme a la clase de Damon. Sabía que no iba a ser fácil para mí mantener esto en secreto como Marcus me lo pidió, no quería que las chicas se volvieran locas con el asunto de los personajes para la obra antes de que el profesor Damon tuviera la lista oficial. Sin embargo saber que estoy en esa lista ¡me hizo sentir taaan feliz!

Me desperté en mi cumpleaños número dieciocho esperando tener el año de mi vida. Estaba tan emocionada y feliz por todo lo que estaba por venir. Voy a tener un papel como solista, tal vez voy a ser el hada de azúcar ya que asumo que Dianna tendrá el papel de Clara pero realmente no me importa. Tener el papel del hada está bien para mí, para que pueda demostrarle al jurado que soy capaz de bailar con gracia y que tengo una técnica increíble, me he preparado todo el verano para esto y prácticamente toda mi vida. Solo sé una cosa: voy a tener una de esas becas, voy a ser la próxima prima ballerina que el Ballet de Nueva York va a ver.

—Buenos días mi amor, ¡feliz cumpleaños!

Mi mamá entró a mi habitación para felicitarme con un gran abrazo y dos cajas de regalo. La primera era de mi papá, quien no pudo estar aquí hoy, me envió uno de sus libros autografiado

—Ábrelo.

Abrí el libro para encontrar un par de billetes que dejó ahí para mí.

—Usaré el dinero para comprarme unos zapatos que vi el otro día, llamaré a mi papá más tarde para darle las gracias.

—¿Y mi regalo?

Me encargué que desenvolver su regalo, la emoción en su rostro lo dijo todo, acertó con lo que decidió darme.

—Amo estas Gaynor, ¡gracias mamá! —La abrazo, sosteniendo mis nuevas puntas—. Te amo demasiado.

—Te amo mucho más, hoy iremos a celebrar a Burnello's.

—Genial.

Ella se despidió para ir a su trabajo, yo me quedé en casa más tiempo esperando por la clase de ballet que sería en la tarde. En el transcurso del día, llamé a papá para agradecerle por su regalo y él tomó la oportunidad de la llamada para decir cosas lindas por mi cumpleaños. También me llamó Julianne para felicitarme así como algunos compañeros de la preparatoria que me mandaron sus lindos deseos.

Cuando llegué al estudio de danza, algunas de mis compañeras se encontraban practicando con los zapatos de punta puestos. Tan pronto como entré al salón, todas pusieron sus ojos en mí dejando de lado lo que hacían. De inmediato el grupo de amigas de Isabella se acercó a mí, sosteniendo un pastel. Así que me acerqué a ellas para soplar las velas y fue entonces que me di cuenta de lo que estaba escrito en el pastel: «feliz cumpleaños, pequeña zorra».

—¿Qué es esto?

—Tu pastel de cumpleaños. —Isabella dice, sonriendo—. Espero que hoy también puedas cogerte a Marcus, como lo hiciste por la beca.