IRINA
Era un poco increíble lo rápido que mis padres aprendieron sobre los desórdenes alimenticios y que tan rápido la paranoia creció a mi alrededor. Demian le está pagando a una enfermera para que me cuide todo el tiempo y parece que mi mamá está de acuerdo con ello.
No solamente tengo que lidiar con la enfermera, mi papá también decidió traer a una psicóloga, leyó en un artículo que es bueno para mí tener a alguien con quien hablar sobre mis problemas y las razones que me trajeron aquí. Pero no necesito a un psicólogo. Estoy bien, todos se están volviendo locos con mi estancia aquí y yo estoy un poco cansada de toda la paranoia que todos están creando sobre mí.
—¿Alguna vez te has visto involucrada en situaciones de bullying por tu cuerpo?
—No.
—¿Tienes problemas de autoestima?
—No.
—Esta consulta es totalmente confidencial, puedes confiarme cualquier cosa, Irina. ¿Intentaste suicidarte con esas pastillas?
—No, no lo hice. Fue un accidente, un error enorme, no quería suicidarme. No puedo morirme sin haber bailado en los escenarios internacionales más grandes.
La psicóloga ajusta sus lentes antes de continuar con lo suyo, ¿por cuánto tiempo tendré que seguir lidiando con esto?
—Como bailarina, supongo que debes conocer a George Balanchine.
—Por supuesto que lo conozco.
—¿Qué opinas de lo que pasó en los 70's con la bailarina Gelsey Kirkland? Los rumores decían que él le dijo que la quería ver en huesos.
—El ballet es una hermosa disciplina, es arte. —Le cambio el tema—. Y el arte es hermoso.
—No todo el arte es hermoso, me atrevo a decir que cada trabajo tiene un toque único y especial.
Psicólogos, había estado con dos en mi vida, el primero cuando mis padres se divorciaron y ahora esta señora que no me está ayudando del todo. No puedo confiar en ella... Así que supongo que no sirve de nada continuar hablando.
—Pero no has respondido a mi pregunta. ¿Estás de acuerdo con lo que él le dijo?
—Las bailarinas somos delgadas todas, es estético. Si vas a cualquier obra de ballet te vas a dar cuenta de que nadie está gorda. ¿Por qué quieres saber mi opinión de algo que pasó hace cuarenta años?
—Porque tú estás aquí debido a tus desórdenes alimenticios.
—Estoy aquí por una sobredosis accidental con benzos. —Miro a Julia con hostilidad—. Solo me quiero ir a casa, con mi mamá.
Quiero irme a casa, no a la de Demian. Quiero regresar a Nueva York ahora mismo.
—La relación que tienes con Demian no es muy buena, ¿o me equivoco?
—No. No te equivocas. Mi padre es una persona difícil de tratar, esa es la razón por la que nuestra relación no es tan buena. Después del recital de invierno no hablé con él, hasta que mamá me obligó a venir de vacaciones.
No quería seguir hablando de mi relación con mis papás. Ya lo hice con otro psicólogo en el pasado y él lo hizo mucho mejor que Julia. ¡Oh por Dios! Ya no quiero hablar con Julia, sus preguntas comenzaron a molestarme ya.
—Irina, ¿estás consciente de que estás enferma?
—No estoy enferma. Fue un accidente, eso es todo.
—Estás lidiando con problemas alimenticios. El primer paso en tu recuperación es aceptar que tienes ese problema, tu enfermedad puede ser mortal.
Julia se puso de pie, buscando en su bolso un par de folletos para entregármelos con el propósito de hacerme cambiar de opinión.
—Estaré en contacto con Demian, cuando estés dispuesta a buscar ayuda me tendrás aquí. Sería fácil someterte a los tratamientos y obligarte a comer pero, ¿crees que eso serviría de algo?
—Gracias pero sólo pierdes tú tiempo, yo estoy bien.
—Lee los folletos y mantente informada, espero verte después.
Inmediatamente después de haber abandonado mi habitación, mamá entró acompañada de su computadora personal. Sabía muy bien que la compañía de bienes y raíces solamente le había dado unos días para venir a verme, ella seguía laborando para ellos a pesar de la distancia con tal de no perder su trabajo. Sin embargo, a pesar de todo el trabajo que tenía, Lisa me daba parte de su tiempo contándome acerca de las personas que han estado llamándola para saber de mí, para hacerme saber lo mucho que me extrañan en el estudio.
—El profesor Damon desea que te recuperes pronto, piensa que hubieras hecho un excelente papel en Giselle.
—Me dejó fuera... Como siempre... —Musité, ni siquiera sé si sus decisiones me sorprenden ya.