CAPÍTULO 35

IRINA

Recorrer los corredores de la casa de papá me hacían sentir increíblemente nostálgica, ver a Celia en el salón arreglando una y otra vez los búhos de Demian me provocaba un vuelco en el corazón, saber que pronto iba a dejar de verla, a ella y a ese perro inquieto que corría de un lado al otro me hacían sentir realmente triste.

Incluso estar en el despacho de papá me hacía sentir así, no verlo más tras su escritorio ocupándose de sus asuntos importantes, vestido con lindos trajes, con los lentes de lectura puestos adoptando su peculiar postura al leer… Echaría de menos esto.

—Le diré a Dolly que se encargue de esto para que salgamos a cenar, ¿qué te parece?

—Ahmm… Ya tenía planes. —Le hago saber a papá—. Voy a salir con Ben más tarde, su banda tocará canciones nuevas y me invitó a escucharlos.

—De acuerdo, dile a Ben que tu papá también merece pasar tiempo contigo.

No fue necesario que yo se lo dijera, mi papá lo hizo cuando Ben vino a recogerme a su despacho, en un tono muy serio que terminó poniendo realmente nervioso a mi novio hasta que mi papá le dijo que solo bromeaba.

—De acuerdo, no iremos a Blackout esta noche.

—¿A dónde iremos entonces?

Ben se detuvo frente a la motocicleta de Sam, se quita la bandana que traía amarrada en la muñeca izquierda y decide cubrirme los ojos con ella.

—Es una sorpresa.

Me aferré a él cuando inició marcha, no tenía idea de lo que tenía planeado y estaba impaciente por saber de qué se trataba todo esto. Ben se convirtió en mi guía cuando llegamos a nuestro destino, me ayudó a bajar de la moto y se encargó de guiar mi camino hasta que me hizo detenerme para finalmente quitarme la venda.

—¡Sorpresa!

Me llevé la mano al pecho al escuchar ese «sorpresa» en unísono.

—¡Casi me matan del susto!

Los chicos se habían encargado de organizar una fiesta de despedida para mí, misma que tuvo su inicio cuando Luke subió el volumen de la música. No había visto este lugar tan ordenado desde que fue la fiesta de Travis, ¡y vaya que ahora el ambiente era diferente! La decoración, estaba claro que Anna estuvo detrás de ella, al igual que de la lista de invitados, que incluía a todo mi grupo de ballet, a la profesora Leena y a Olesya, con quien voy a estar eternamente agradecida.

Esta fiesta era muy diferente a lo que los chicos están acostumbrados, y sin embargo hacían un intento por divertirse. Luke se había adueñado de la música y se encargaba de ambientar mi fiesta de despedida, Travis se hizo cargo de la barra que básicamente se componía de cocktelería con poco alcohol, Alex rondaba una y otra vez la mesa de catering, probando cada postre que había en ella.

—Gracias, por la fiesta. —Le digo a Ben, mirándolo a los ojos, agrego—. Mañana cuando esté rumbo a Nueva York… Ese no será nuestro final, ¿cierto?

—Las relaciones a distancia son difíciles. Pero es un reto que estoy dispuesto a afrontar a tu lado, así que…

—¡Que Irina diga unas palabras! —Anna interrumpió mi conversación con Ben—. Luke, baja el volumen, Irina va a hablar.

Subí al segundo peldaño de la escalera, Luke bajó el volumen de la música y todas las miradas se dirigieron hacia mí.

—Yo… Detesto las despedidas. Pero en verdad agradezco que estén aquí, he aprendido demasiado de cada uno de ustedes, y eso es algo que jamás podré olvidar. Si lo logro, espero verlos en mi noche de apertura. Los estaré esperando en Nueva York con los brazos abiertos.

Todo esto era más difícil de lo que pensé. Despedirme de mis compañeras, de Leena, de Olesya, de Anna quien no se aguantó y se soltó a llorar. Despedirme de Jengibre en secreto por la mañana, ya no lo sacaría más a caminar ni me enojaría con él porque ama robarse mis cosas, despedirme de Celia como solía hacerlo siempre sin poder darle un abrazo enorme de agradecimiento por todo lo que hizo por mí estos meses.