Dulce perfección

CAPÍTULO 38

BEN

 

 

Octubre, 2016

 

 

El cumpleaños de Alex había llegado y con eso, una celebración en grande que Travis organizó en su departamento.

 

—Ayúdame a guardar todo aquello que sea rompible, hace dos años rompieron el sofá.

 

Ayudé a Alex a guardar sus cosas, en especial sus guitarras y todo aquello que consideraba valioso, quería hacerlo antes de que el departamento se llenara de gente, de amigos de amigos conociendo cómo son las listas de invitados de Travis, incluso cerró la puerta de su habitación con llave, no quería que nada desapareciera esta noche.

 

—Agradezco la idea de Travis pero jamás conocemos a sus invitados, él sólo corre la voz y las personas vienen.

 

El departamento se empezó a llenar de gente después de las ocho, personas que  conocíamos de Blackout estaban presentes y otras cuantas que recién conocí merodeaban el salón principal organizando concursos y llenándose de alcohol.

 

—Hey Ben, ¿quieres ser mi pareja en el beer-pong? —Cuestiona Travis.

—No, acabo de jugar.

 

Me quedé mirando aquel juego, apostaba que la mitad de las personas aquí desconocían el verdadero motivo por el cual habían sido invitadas, pero a Alex parecía no importarle. Disfrutaba su cumpleaños número veintidós rodeado de sus amigos y de Violet, aquella chica que conoció en el club hace un par de semanas.

 

—¿Qué tienes?  —Pregunta Luke.

—Nada.

—Te conozco, has estado serio toda la noche.

—Irina no me ha llamado. No quiero sentirme así, estoy celoso. —Le confieso—. Saber que está en la misma academia de ballet que su ex novio… ¡Aghh! De sólo pensar que Marcus tiene la oportunidad de verla todos los días, de entender su emoción por la danza, de bailar incluso con ella. ¡Me llena de rabia!

 

Terminé con mi trago, volví a mirar la pantalla de mi celular, ella aún no había respondido mi mensaje. 

 

—A veces pienso que no fue tan buena idea enviarla a Nueva York de regreso.

—¡Hey! Hablas por celos, sabes que hiciste lo mejor. Además, Irina te adora, sólo que ahora su agenda está ocupada, ya está en las grandes ligas.

—Ven. Juguemos beer-pong.

 

No quería pensar más en ellos dos, quería beber para distraerme un poco. Apagué mi teléfono y me dediqué a disfrutar de la fiesta de cumpleaños de Alex.

 

—¿Ya saben que canción presentarán en el concurso? —Pregunta curioso Tommy.

—Aún estamos decidiendo.

—Deberían tocar… Aquí, ahora.

 

La idea de Tommy provocó que armáramos un rápido setlist para tocar en el salón principal, Travis se encargó de armar su batería y Alex sacó sus guitarras, esta noche no tendríamos bajo, pero Luke se encargó de ayudarme con los coros. Era como tocar en mi garaje, se sentía como un ensayo más pero teníamos público, y por alguna extraña razón, esto se sentía mucho mejor que tocar en Blackout.

 

[...]

 

Quizás después de todo no fue tan buena idea emborracharme en la fiesta de Alex, la cabeza me estallaba por la mañana, todo me daba vueltas aún y la aspirina no había servido de nada para quitarme el dolor. Anna me regañaba una vez más, decía que no debía hacerlo, y continuaba dándome cátedras de cómo el alcohol alteraba mi homeostasis, dejé de escucharla cuando empezó a sermonearme, me regañaba incluso más que mi propia madre.

 

—Ya déjalo. —Le pedía Sam—. Ves que tiene resaca y tú continúas regañándolo.

—¡Dejen de pelear! Y mejor ayúdenme con esto.



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En el texto hay: musica, ballet, romance

Editado: 21.10.2020

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