─No puedes sólo ir y decirle una verdad tras otra...─ me dijo Hache.
Él había sido quien llegó primero a mi casa por la mañana, yo pasé toda la noche observando mi aplicación naranja a la espera de alguna señal de mi musa. No obtuve nada, lo normal es que ella haya estado durmiendo ¿no?
Afectado por el sueño y los nervios apenas mi (de nuevo) amigo cruzó el umbral le solté una verdad tras otra. Le dije que Ale es la madre de Deya, que Nazareno era mejor amigo de mamá y que por eso me llamó así y que Thiago era hermano de Deyamira. Luego de que dije todo eso deseé tener la gema del tiempo para retroceder y evitar decir la más mínima cosa. Pero como esto es la triste y cruda realidad eso no fue posible y tuve que cargar con las mil preguntas que me hizo el joven Robinson. Le expliqué todo detenidamente y decidimos no decir nada sobre Thiaguin, le dejaré eso a su mamá y luego le diremos quién es su hermana. Y él, junto con Ale, y su madre deberán contarle toda la historia a Deya.
¡Es tan complicado!
Cuando llegaron los chicos, los otros tres y mi sobrino, sólo les contamos lo de la bruja Adrover, lo de León y lo de Alejandra.
Las miradas furiosas que Rosy me dirigía desde que entró en mi casa me helaban la sangre, supongo que las embarazadas son más temperamentales.
Una vez quedó todo claro todos quisieron ir a asesinar a León por ser tan mal amigo. Si bien la idea me gustaba demasiado sabía que no era la forma. Yo no sé que haría si yo estuviese en esa situación, necesitando dinero con urgencia, para salvar la vida de mi madre, de seguro también haría y daría lo que fuese por conseguirlo. Pero aun así podría habernos dicho lo que necesitaba, yo le hubiese ayudado al igual que Andy.
Andy. Ellos son amigos desde hace mucho, según sé, y lo que hizo León le rompió el corazón. Me dio mucha pena por qué sé lo que se siente al ser traicionado por un amigo.
─ Niño Naza, discúlpame por no escucharte...─me dijo Andy ─Sólo quería protegerla.
─Lo sé y gracias.─le di un abrazo antes de ponerme a llorar como nena. Me emocionaba la situación, los recuperaba a todos, y al fin tenía la chance de recuperar a mi hermosa nena.
─¿Qué es esto?─ dijo la colorada, de repente, poniendo su celular frente a mi nariz. Era mi historia de wattpad. Alejó el aparato buscando algo─¿Y esto?─ volvió a mostrarme. Yo era TT en Twitter. El #LaCruzadaDelPoeta era la novedad y locura romántica del momento y yo no lo sabía. Sólo habían pasado un par de horas desde que chequee por última vez las redes y habían copado todo. No entendía.
─Yo...quise ser original.─ dije sentándome en el sofá, era consciente de lo grande que se hizo todo y de que si ella no me perdonaba dejaría de ser un Dulce Poeta y pasaría a ser un Rechazado Poeta ante todos─ No sé Rosy, me desesperaba que no me perdonase ni escuchase, no encontré mejor forma de lograrlo que a través de mis poemas. La cague ¿cierto?
Todos estaban de pie mirándome. Andy con su celular en la mano le mostraba a su hermano.
─No, no la cagaste, sólo creo que eso es presionarla...igual ella aún no ha visto nada. Esperemos a ver qué hacemos cuando lo vea.─ dijo Ro sentándose a mi lado─ Eres muy romántico y loco. Perdón por enojarme contigo, es que ella ha pasado por tanto y ha estado tan mal por ti que comencé a querer asesinarte...
─Umm ¿Gracias?─ no sabía que decir ante su brutal sinceridad. Me tomó por sorpresa. Nunca me habían dicho que querían matarme.
─También eres viral en Instagram...─ Aseguró un Robinson. No presté atención cuál.
─Es una locura...─dije sin poder evitar dejar de sonreír. Quizás esto funcionaría.
Luego de que los chicos se fueron a casa de León, decidí ir al despacho de mami. Tenía que contarle a ella lo que haría y necesitaba su ayuda para convencer a mi madrina de contarle la verdad a su hija. Era el momento. Espero que los chicos no sean tan duros con León.
─Si hijo, pienso igual que tú...─ dijo mami largando un cansado suspiro luego de oír mi monólogo contándole todo─ Pero ella no me oye...ya no lo hace.
No sabía los motivos pero noté tristeza en mamá, sin duda ellas han discutido por algo que me excede. Llegamos al acuerdo con mamá de ir a ver a mi tía postiza de inmediato. Y me retó por lo de #LaCruzadaDelPoeta, también me dijo que era presión y chantaje ¿acaso nadie lo ve romántico? El mundo está perdido...
Ahora lo más difícil era convencer a Alejandra de que le cuente la verdad a mi bella Deya.
Me sentía en una telenovela mexicana. Mejor dicho, cómo el escritor de la telenovela. Yo decidía que ocurría, cuándo y cómo, por qué según mis amigos, "yo era quien sabía que era lo mejor para Deyamira."