Dulce Poeta

Capítulo 45

─Entonces     

─Entonces...─ intentaba entablar conversación con Deyamira ya que se ha mostrado reacia a hablarme desde la mañana cuando despertó en mi casa.

Estábamos en el pasillo del hospital a la espera de que el doctor terminase de examinar a nuestra amiga, si, nuestra, ya la considero mía también. Hache fue al baño.

─Hasta que me hablas...─ contraatacó molesta y no pude evitar voltear a verle sin entender un carajo.

─ ¿Qué? Tú no me hablabas...─ reí incómodo y claramente confundido ¿acaso me perdí de algo?

─ ¿Yo? Tú te ofendiste porque te dije que me recuerdas Adhemar y dejaste de hablarme, pues perdón por decirte la verdad...─ me enfureció que creyese que yo sería tan imbécil de enojarme por eso ¿acaso no me conoce?

─ ¡Qué! Jamás me enojé ¿tan idiota me crees?─ me miró de reojo y no dijo nada.─ No te hablé porque pensé que estabas triste por el rubio y no quería molestarte...o recordártelo. Entiendo que lo extrañes aunque me duela cómo la mierda. Lo entiendo...carajo.─ giré con ganas de golpear la pared pero me contuve, sentía demasiada frustración, relaje mis puños y respiré en busca de calma.

─ Si, eso dices ahora, pero tú cara dice otra cosa...─ volteó a enfrentarme furiosa. Ni siquiera sé por qué busca pelea conmigo...mierda. No dije nada, me mantuve en silencio, evitando sus ojos busca pleitos.─ Genial, de nuevo la ley de hielo...al menos eso es mejor que irse del país ¿no?

¡Mierda! De nuevo eso...estaba todo jodidamente bien anoche y ahora es cómo si la cambiaron por una Deya que me detesta con su alma, que no soporta tenerme cerca.

─ ¡Estoy harto!─ la enfrente sin un ápice de calma─ Estoy cansado que busques la mínima cosa para restregarme mis errores por la cara, si no vas a perdonarme ya dilo, así me largo. Deja de buscar pelea dónde no la hay, deja de sabotearnos...por favor. ─ sujete sus hombros intentando que reaccione que sea la Deya que anoche me decía que me quería.

─ ¿Yo nos saboteo? ─ se zafó de mí, riendo como psicópata─ Tú fuiste quién lo arruinó y me dices que yo soy el problema...debes estar bromeando.

─Si, yo la cague, pero volví y aquí estoy, pidiéndote otra oportunidad...─ me acerqué a su rostro, se notaban sus facciones endurecidas por su enojo─ Pero si no vas a dármela ya dilo, si no puedes hacerlo dilo...si quieres intentarlo ¡Dilo, maldita sea! Por qué me estás matando día a día y no voy a dejar que nos hagas esto, no puedo dejarte ser igual de imbécil que yo.─ una lágrima salió de mis ojos y ella ni se inmutó, sólo me miraba furiosa.

Y la entendía.

Ésta era la reacción que esperaba desde el principio pero no la obtuve, y duele que sea ahora después de tenerla en mis brazos anoche.

─ Volví... ─ Hache nos miraba preocupado claramente oyó todo─ ¿interrumpo?

─No. ─ Ambos contestamos a la vez, alejándonos uno del otro.

─Hache, debo irme, dile a Andy que la lleve a su casa.─ ni siquiera voltee a verla, ya habíamos tenido suficiente ya no quería dañarnos más.

─Genial, ahora soy un paquete que llevar...─ murmuró molesta. Mierda, nada de lo que diga le agrada.

─Hermano ¿todo bien? ─ Hache sujetó mi brazo, sólo negué y lo abracé despidiéndome, ya mi cabeza no soportaba más charla, ni pelea.

─Nos vemos.─ giré y caminé deprisa dejando atrás a mi amigo gritando mi nombre sin entender una mierda de lo que pasó y para ser honesto yo tampoco entiendo nada.

Sólo entiendo que sea lo que sea que siente y piensa Deyamira en éste momento es por mi puta culpa. Siempre lo es...yo le hice eso, yo la jodi a tal modo que se convirtió en eso, en lo que es ahora, y debo hacerme cargo ¿no?

Caminé deprisa por los largos y fríos pasillos del hospital, sin detenerme a mirar a nadie, estaba simplemente harto, cansado ya de intentar hacer las cosas bien y no lograrlo, estaba agotado de dar dos pasos adelante y retroceder diez, sólo deseo con todas mis putas ganas recomponer mi relación con Deya, solucionarlo todo pero cada vez esa ilusión se aleja más y más. Y quizás...sea lo mejor.

No quiero darme por vencido, juro que no, pero si yo hago de todo para lograrlo y ella no lo quiere ¿qué puedo yo hacer? ¿Tú qué harías? ¿Insistir hasta perder toda autoestima y dignidad? ¿Intentarlo hasta que ella te odie?
Mi puta cabeza es un caos.

Enciendo el coche, debo ir a lo del bar de mi papá, entregar unos papeles y recibir unos billetes, al fin se deshace de el, aunque el lugar cambie de dueño no va a cambiar de oscuridad. Lo poco que me dijeron mis papas fue que el tipo que lo compra es igual de turbio de lo que era mi papá...ERA, cómo me cuesta hacerme a la idea de que ya no es la mierda que siempre fue.

Llego al lugar, todo está igual que siempre, pero vacío, ni siquiera está el guardia, agarro las llaves que guarde en mi pantalón, camino a la puerta y abro el gran candado. Enciendo luces, recorro por última vez el viejo bar, camino lentamente apreciándolo todo, podría haber sido mejor, pero papá lo arruinó todo...

─ ¿Hola?─ estaba sirviéndome algo de la barra cuando un hombre ingresó, me quedé unos segundos sorprendido pues el parecido entre él y mi tío, a quién no veo hace años, era admirable. Aunque el mal gusto por la ropa los diferenciaba, el tipo usaba una ropa casi de payaso pero formal, si eso es posible.

─Hola, si, pasa...tú eres Dionisio ¿verdad?

─Al parecer al menos no te dijo que me llamaba Liam, que considerado...─ el malhumor en él era palpable, así que decidí no preguntar, no estoy con mucha paciencia cómo para lidiar con un idiota.




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