Dulce Sorpresa

CAPÍTULO 14

■■¿■¿■■

Las cosas han salido normales y en calma.

No hay muchas clases, debido a la preparación de la feria anual de la preparatoria, donde participan todos los clubs demostrando sus dotes a los demás alumnos. Cuando sucede este evento, los estudiantes estamos yendo y viniendo de un lado al otro con los trabajos de organizar de los puestos que ponen.

Un claro ejemplo, están las fanes locas que han colocado el puesto de brujería o como le llamen y, en efecto, en esta feria anual, pueden venir otros alumnos de diferentes preparatorias.

—¿Qué hay? Al menos no te han reconocido —musita Stella a mi lado con el celular en una de sus manos—. Es una buena noticia, ¿verdad?

Lo es.

No deseaba tener un grupo de alumnos detrás de mí y diciendo que soy algo para Aiden.

—Ha funcionado.

—Por otra parte, ¿qué piensas que dirá el presidente? —pregunta mi amiga—. ¿Acaso te pedirá que seas su novia?

Lo dudo.

—Quizás, solo quiere hablar sobre mi cuaderno desaparecido.

—Ya deberías de rendirte ante ello. Dudo que recuperes tu cuaderno, Serena —declara Stella en un suspiro, entregándome su celular—. Por eso, escribí algo sobre tu situación. Espero que esta vez, sí haya logrado obtener ese sentimiento en mi monólogo.

-Mi amiga y su libro-

Su expresión es tan dolorosa que mi corazón se encoge, igual que las pelotas de mi perro. ¿Cómo podría hacerle sacar una sonrisa? Ha perdido un objeto importante que no la ha dejado respirar hasta el punto que lanza lágrimas de su corazón roto.

Podría hacer el ridículo tan solo con verla sonreír.

Quisiera regalarle mis pensamientos con tal de ver asomar esa sonrisa risueña en su cara desdichada. ¿Será que le sigo hablando sobre mi perro? ¿O esa vez que le llevé al veterinario y le metieron el dedo pensando que tenía una pelusa atorada?

-Fin-

¿Qué acabo de leer?

Esta vez, río más fuerte que antes. No puedo creer que esté escribiendo este tipo de cosas con esa cara que lleva.

—Lo hiciste a propósito, ¿verdad?

—Sí —responde Stella sonriendo—. Quería sacarte unas risas. Esta vez, usé mucho la comedia.

—Deberías entrar al concurso con un monólogo de comedia —comento riendo—. Seguro que ganarás el premio gordo.

Ella queda pensativa.

—Pensé escribir uno de drama. Ya sabes, donde hay lágrimas, dolor y pesares —confiesa entre un respiro—. Al parecer, no soy buena demostrando seriedad al asunto.

Lo ha dicho tan seria que no dejo de reírme, ganándome una expresión ceñuda de su parte.

—Lo siento. Solo intenta con el género de comedia.

Ella guarda su celular.

—¿Y tú? ¿Ha avanzado mucho tu comic en tu tableta gráfica?

—Sí. Ya tengo el primer capítulo —comento sonriendo—. Si hay muchos lectores con lo que subiré, podré ganar el concurso.

—Es decir, el primer capítulo debe impactar para que puedas ganar ese dinero —dice mi amiga en un suspiro parece una mujer que ha trabajo mucho—. Ya que estamos cerca de los puestos que están poniendo los demás, ¿por qué no observamos desde lejos lo que están haciendo las fanes dementes?

Habla de esas mujeres que están poniendo su puesto de culto oscuro.

—¿Segura? Puede que veas algo que no te gusta.

—Con tal que no sean con animales. Todo está bien —comenta mi amiga con una sonrisa nerviosa—. Hay que tener los ojos sobre ellas. ¿Te imaginas que te hacen un muñeco con tu cara? O de ese Dios que adoran.

No quiero imaginarme un muñeco de mi cara.

Es espeluznante.

—No digas tonterías. Dudo que hagan muñecos de mi cara.

Ella arquea una ceja.

Tiene razón. De todo se puede esperar de estas chicas.

—¡Es la exnovia del presidente! ¡La anterior capitana del club de animadoras!

¿Qué cosa?

El cuchicheo de los alumnos, viene acompañado de risas. Tanto Stella y yo, buscando el causante de ello, encontrando nada menos que la última chica que salió con Aiden. Cabello rubio con mechas rojas. Una muchacha hermosa que está vestida de pantalones cortos y blusa holgada, resaltando su pequeña figura de porcelana.

Parece una muñeca.

Dicen que terminaron porque ella tuvo otro.

—Es una de las exnovias —musita Stella a mi lado sin dejar de ver al frente—. ¿Será que ha venido a verlo? No pensé que iba a pisar esta preparatoria después que irse.

Ni yo.

—Es bonita.

Una pareja perfecta con el presidente.

Tiene un cuerpo perfecto. Se ha pintado mechones rojizos en su cabellera rubia que la trae suelta, luciéndola espectacular. No puedo creer que piensen que Aiden Winston esté saliendo conmigo, teniendo un historial de chicas de otro mundo.



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En el texto hay: juvenil, romance y humor, chicacurvy

Editado: 21.11.2025

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