Dulce Sorpresa

CAPÍTULO 21

■■¿■¿■■

No he dormido tan bien por estar pensando sobre el presidente y la relación que debemos de llevar. Algo que me ha traído demasiada ansiedad. ¿Debería aclarar nuestra situación? Es decir, los amigos no se besan varias veces. Mucho peor, los compañeros. Por eso, lo que llevamos es difícil definirlo. Es más bien, algo complicado de aceptarlo.

Me dio un tiempo estimado para pensarlo.

¿Aceptar que un chico puede gustar de mí? Es complicado.

Sí. Tengo problemas en mi autoestima. Por eso, no logro aceptar la realidad. Si sigo así, puedo lastimar a las demás personas que me quieren. Echo un vistazo a mi apariencia redonda y es demasiado difícil creer que alguien esté enamorado de mí.

Sobre todo, si es un chico guapo y popular de toda la preparatoria.

—Papá, ¿soy guapa?

Mi padre deja de cocinar y busca mi mirada. Su expresión es una muy chistosa. ¡Se ha congelado por completo!

—Es la primera vez que preguntas eso, hija.

—Oh, eso. Solo me dio curiosidad —respondo riéndome—. No es para tanto.

—Sí lo es. ¿Acaso te gusta un chico?

Oh, Cielos.

—No es así —respondo sin verlo—. Solo me dio curiosidad. Además, es normal tener novio a esta edad. —Volteo a verlo, viendo su expresión de horror—. No exageres. Sé que también tuviste novias a mi edad, papá.

Él jadea.

—No digas eso ni en broma.

—¿No tuviste novias, papá?

—No es eso —indica con los ojos cristalinos—. No olvides que los hombres son muy malos, hija.

—¿Tú eres malo, papá? ¿Fuiste un mal novio?

—No, pero tuve amistades que sí —declara casi en un sollozo—. ¿Tienes novio, Serena? Debes decirle a papá la verdad.

Por gusto pregunté sobre mi apariencia.

—No tengo novio, papá.

¿O sí? Debo aclarar mi relación con Aiden cuanto antes.

Sí. Debería hacerlo, pero…. ¿Qué debo decir? ¿Decirle que solo seamos amigos? ¿Compañeros? Si somos eso, ya no nos besaremos y esas cosas. Eso estaría bien…

¿O no?

—No debes tenerlo hasta que entres a la universidad. O quizás, cuando tengas trabajo….

—Papá.

—Bien. No diré nada —recalca en un suspiro—. No quiero imaginar que mi pequeña esté de novio con un tipo que no la valora. —Su expresión cambia por una sonriente—. Eres hermosa, Serena. Una chica preciosa con una cualidad extraordinaria.

¿Se refiere a lo que dibujo?

Él no sabe que estoy dibujando sobre dos hombres dándose por el anastasio. Algo que nunca sabrá.

—Gracias, papá. Te quiero mucho.

—Yo también te quiero, hija mía.

En efecto, no le diré nada sobre chicos a mi papá. Caso contrario, estaré en problemas con conversaciones de lo que son los hombres. Necesito poner en orden mis pensamientos.

Si lo rechazo, no tendré nada de besos con él.

Ya no podemos acercarnos de la manera que hacemos.

Eso de alguna manera duele.

▬♥■♥▬

Cuento los besos que nos damos.

En total son cinco y ya quiero caer al suelo. Mis piernas están temblando y mi corazón no para de latir en mi pecho por las emociones que chocan contra mí. Está haciéndome sentir extraña. ¿Será así todos los días? Esta vez, hemos elegido un sitio más privado de la preparatoria. Espero que nadie nos vea en estos términos.

—Hoy será mi partido, Serena —declara muy cerca de mis labios. ¡Quiero derrumbarme!—. Debes venir. Es importante que vengas.

¿Tan importante es?

—Sí —contesto ida. Él ríe, haciendo que parpadee varias veces—. Lo siento. Es que todavía no me acostumbro a los besos y….

—Me gusta eso también de ti —interrumpe, besando mi frente—. No pensé que ser el primer en todo de una chica, fuera maravilloso. Es la primera vez que me siento muy afortunado.

Su mirada oscura brilla animado.

¿Así se ve un chico enamorado? ¿De esta manera me veía yo tiempo atrás?

—¿Qué pasaría si te digo que no podemos ser novios, Aiden?

Su sonrisa animada, muere enseguida.

—Te dije que no acepto rechazo de tu parte, pero si tanto quieres alejarte de mí, no tengo otra opción —comenta, acariciándome el mentón con las puntas de sus dedos—. Solo debes saber que, si decides eso, tendrá consecuencias.

¿Qué significa eso?

—Aiden. Yo…

No termino de hablar porque otra vez vuelve a besarme. Esta vez, sostiene mi cintura y su beso se vuelve más profundo. ¡Mis piernas ya no soportan más ni mucho menos mi corazón!

—Recargado —musita en mis labios para luego retroceder dos pasos, dejándome sin oxígeno—. Ven a ver mi partido. Dejaré apartado un puesto para ti y tus amigas.



#3 en Joven Adulto
#39 en Otros
#26 en Humor

En el texto hay: juvenil, romance y humor, chicacurvy

Editado: 29.11.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.