Caminé hacia la biblioteca. Después de unos minutos, llegué al lugar indicado y allí estaban Randi y Rasher. Rusther llegó segundos después de mí.
-¿Qué es eso tan importante? -preguntó Rusther, cruzado de brazos.
Les mostré la foto que había tomado antes del licántropo.
-¿Ethan Devistic? -dijo Rasher con curiosidad, bajando su libro para mirarme. Arqueó una ceja sin apartar su mirada de mí.
-¿Qué tiene que ver el perro en esto? -se quejó Randi, frunciendo el ceño. Rusther no dijo nada, solo me observó, esperando que hablara, un tanto ansioso.
-Resultó ser el mate de Lucette -dije con seriedad.
Randi se puso de pie de golpe.
-¿De qué carajos estás hablando, Roderick? Más te vale que sea una de tus estúpidas bromas -espetó, molesto, mirándome con desconfianza.
-No lo es... -respondí, mirándolo fijamente-. Lo escuché confesárselo hace unos minutos cuando iba a dejarle el trabajo al maestro -agregué con cierta molestia.
El gruñido ahogado de Rusther hizo que lo mirara.
-Eso no es posible... -dijo Rasher, desconcertado.
-Pues parece que sí -repliqué, apagando el teléfono y mirándolo de nuevo.
-¿Alguno de ustedes sabe por qué nos evita más que antes? -preguntó Rusther.
Los tres lo miramos. Él elevó la mirada y sus ojos brillaban de una manera extraña.
-Ayer, cuando la acorralé en el huerto de flores, me dijo que no se juntaba con "parientes de asesinos" -pasó las manos por su cabello, visiblemente frustrado-. No entendí a qué se refería y he estado investigando, pero no encuentro nada que me sirva.
Rasher se levantó de la silla y se acercó a nosotros.
-El tío Hernad Fanderfort, hermano de nuestro padre y supuesto traidor de nuestra familia, fue ejecutado por alguna estupidez. Su sentencia fue el destierro y, posteriormente, la muerte. Junto con él, murió la causa de su "traición": Monica de Fanderfort... -hizo una pausa antes de continuar-. Él fue asesinado con una estaca al corazón, una muerte simple, pero la más efectiva para lo que somos. Pero ella...
Su expresión se ensombreció.
-Ella fue asesinada de una manera atroz. La denigraron en todos los sentidos, tanto moral como físicamente. Tallaron insultos en su piel, incluyendo el que definía su raza: "humana". Le sacaron los ojos y le hicieron tantas atrocidades que quedó irreconocible... -negó con la cabeza, como si le costara decirlo-. Monica era la tía de Ashly y, hasta donde he averiguado, era como una madre para ella. No sé cómo, pero parece que se enteró de todo.
-¿En serio? Tiene que ser una broma... -Randi chasqueó la lengua, visiblemente irritado-. ¿Nos odia por algo que hizo nuestra familia? ¿Y nosotros qué tenemos que ver en eso?
-Somos familia directa de los Fanderfort. Es obvio que nos odie... -murmuré, bajando la mirada.
-Me harté -gruñó Rusther antes de salir de la habitación en un par de segundos.
-¡Rusther! -lo llamé, pero cuando intenté seguirlo, Rasher me detuvo.
-Déjalo -dijo con firmeza.
Lo miré con desconfianza.
-¿Por qué debería hacerlo? -pregunté, molesto. No era bueno dejarlo solo en un colapso emocional.
-Es el que más ha convivido con ella y, de alguna manera, el que más cariño le ha tomado a la humana. Es lógico que esto le afecte más que a cualquiera -respondió Rasher, como si fuera lo más obvio.
Asentí, aunque no muy convencido.
-Dejando de lado al caprichoso... -intervino Randi, aún molesto-. ¿Qué carajos haremos ahora con esto? Yo, en lo personal, no permitiré que ese perro se quede con ella. Antes lo mato, aunque eso signifique desatar una guerra entre nuestros reinos.
-Tenemos que acercarnos a ella y hacer que nos hable nuevamente. Yo tampoco permitiré que eso pase -dijo Rasher con determinación.
-¿Cómo? -pregunté, desconcertado.
Ambos me miraron.
-¿A qué te refieres, Roderick? -se quejó Randi-. Nos acercaremos como antes, ¿qué otra opción hay?
-No es tan fácil... -intervino Rasher antes de que pudiera decirlo yo.
Asentí, coincidiendo con él.
-Exactamente -secundé-. Primero, tenemos que saber cómo se enteró de lo que le pasó a su tía Marcia...
-Monica -corrigió Rasher.
-Eso -suspiré-. Luego, hablar con el perro y acercarnos a ella de manera discreta para que vuelva a confiar en nosotros.
-¿Y si ella no es nuestra alma? -preguntó Randi, un poco desesperado-. ¿Y si estamos haciendo todo esto por nada? ¿Si solo tiene genes mínimos de la realeza vampírica y por eso es inmune a nosotros?
-Era su tía, no su madre... Si fuese por herencia, su madre tendría que haber sido la portadora del vínculo. Así que esa teoría queda descartada -respondió Rasher rápidamente.
-¡¿Entonces cómo explicas que sea el mate de un licántropo alfa y, para colmo, príncipe heredero?! -explotó Randi.
-¡¿Cómo quieres que lo sepa?! -gruñó Rasher, frustrado-. ¡Ni siquiera entiendo por qué es nuestra alma predestinada! Somos vampiros, no demonios. Son los demonios los que comparten su pareja destinada porque es su núcleo, no los vampiros. Si fuésemos demonios, tendría sentido. Pero no lo somos.
Pasó las manos por su rostro, irritado.
-Si fuésemos demonios, esto tendría una explicación. Pero no lo somos. Somos vampiros de la realeza con una misma alma... y si eso no fuera suficiente, resulta que también es el alma de un licántropo.
-No es inmune solo a nosotros -murmuré, descolocado. Rasher nunca perdía la calma así.
Me miró con el ceño fruncido.
-¿A qué te refieres? -preguntó, apretando la mandíbula.
-Las brujas intentaron someterla, al igual que otros vampiros con sus poderes... -confesé, recordando algo que noté cuando la espiaba.
-¿Y cuándo pensabas decir algo tan importante, imbécil? -gruñó Randi.
-Eso es porque ya está vinculada a nosotros... -intervino Rasher, ignorando a Randi-. Eso significa que tiene un puesto asegurado en la realeza vampírica y es superior a ellos en todas las formas. Por eso no cede.