Dulce tentación

Capitulo 3

Mauricio ha insistido en que hablemos, algo a lo que me he negado temiendo el destino de nuestra relación.

Busque un laboratorio confiable y me hice una segunda prueba de embarazo confirmando que realmente llevo una vida en mi vientre. Mis amigas han venido a visitarme para animarme e investigar que rayos me pasa, sin embargo, aún no les cuento la verdad porque siento que primeros debo darle la noticia a mis padres

—Cariño, que te ocurre? —mi madre me mira con evidente preocupación

Llevo días sin comer bien, todo me asquea y las excusas que he dado ya no son suficientes para engañarlos

—Que te hizo el desgraciado de Mauricio está vez? —interroga mi papá posicionándose a mi lado

Ambos está sentados en mi cama esperando una respuesta de mi parte.

—Papá, mamá, yo... —se me traban las palabras, los nervios me dificultan soltar la verdad.

—Sea cual sea el problema lo solucionaremos en familia, cariño —me consuela mi papá dulcificando el tono de su voz para que confíe en él.

—Los he decepcionado —musito con la voz quebrada

—Nunca nos decepcionaría, hija. Siempre has sido nuestro orgullo—mamá también se une en apoyo tomando mi mano

—Estoy embarazada —finalmente confieso, esperando recibir todo el castigo que me corresponde

Papá se queda mudo y la rigidez de su cuerpo me indica que la noticia le ha caído como balde de agua fría

—Estás segura? —mamá me mira aturdida. Yo afirmó a su pregunta conteniendo el llanto

—Perdónenme —susurro entre lágrimas odiando haberlos decepcionado

Se prolonga un silencio angustiante en mi habitación, la atmósfera se vuelve pesada y el aire comienza a faltarme

—Iré a hablar con Mauricio ahora mismo —reacciona mi papá levantándose exaltado

—Papá, Mauricio no tiene nada que ver en esto —me adelanto a explicar lo más difícil de esta situación

—Como que no? —se detiene y me observa desconcertado.

Paso saliva y bajo la cara

—El padre del niño es un hombre que conocí en mi cumpleaños y no he vuelto a ver —declaro completamente avergonzada

—Devora! —mi mamá se muestra horrorizada.

—No puede ser —papá restriega su rostro con frustración

—Yo... me dejé llevar por el alcohol y la emoción del momento —justifico arrepentida —. Me sentí atraída por ese hombre y..

—Está bien, no me des los detalles —me corta papá haciendo uso de todo su autocontrol y raciocinio —Por lo menos tienes idea de la identidad del sujeto?—indaga sobre el vikingo

—Desconozco su identidad —soy sincera. Solo tengo lagunas mentales de lo que hicimos esa noche.

—Dios mío, Devora. Como pudiste estar con un completo desconocido —papá me regaña comenzando a caminar ansioso de un lado a otro para calmarse.

—No tengo justificación, soy una desvergonzada —reconozco mi error en medio de lágrimas

—Está bien, no hay más remedio —suspira derrotado masajeando el puente de su nariz —. Tu madre y yo te apoyaremos para que tengas a ese bebé, después de todo, ambos son nuestra sangre y no podemos simplemente dejarlos a su suerte —determina mirándome con un atisbo de decepción —. Por ahora descansa e intenta comer algo —sale de la habitación dejándome con una amarga sensación.

—Dale un poco de tiempo —me dice mamá tratando de ser indulgente —. No esperábamos ser abuelos tan pronto, pero ya la criatura viene en camino, solo nos queda prepararnos para recibirla —acaricia mi panza con ternura, luego limpia mis lágrimas diciéndome que todo estará bien

Quisiera creer que es así, pero sé que lo peor está por venir. Mauricio no será igual de comprensivo que mis padres, él no aceptará continuar conmigo luego de enterarse de la verdad, eso es algo de lo cual estoy consciente y me cuesta aceptar.
.
.

(*-*)

Luego de dos semanas mis síntomas han empeorado terriblemente, a los vómitos y las náuseas se sumaron los antojos nocturnos por helado de caramelo.

Papá me complace comprando cada día el deseado antojo que termino vomitando minutos después; por otro lado, mamá se ha vuelto una obsesiva con la ropa de bebe, usa su tiempo libre para tejer mantas, baberos, mamelucos y gorros de colores neutros desconociendo el sexo de la criatura en mi vientre

Ambos ya se resignaron a que serán abuelos y por lo visto era su deseo, ya que los veo muy entusiasmados.

Mis amigas al enterarse de la noticia de mi embarazo se espantaron, pero rápidamente lo asimilaron y festejaron emocionadas que sería tía.

El apoyo que he recibido de parte de todos me ha levantado el espíritu, por esa razón he decidido hablar hoy con Mauricio.

Me encuentro en una cafetería en el centro de la ciudad, desde mi lugar observo el auto de Mauricio estacionar y mi corazón da un vuelco al verlo bajar.

Usa unos pantalones sueltos de chándal, playera y tenis oscuros, tal parece que viene del gimnasio.

Entra en la cafetería y me busca con la mirada, agitó mi mano indicándole donde me encuentro y al verme sus ojos se iluminan.

—Devi —llega a mi encuentro y me da un abrazo que me debilita por completo. Huele a sudor con loción costosa —. Te extrañé —dice dejando un beso en mi comisura

—Yo también te extrañé —le correspondo el abrazo con una necesidad inmensurable

—Tenemos mucho de que hablar —indica invitándome a tomar asiento

La camarera llega para tomar nuestro pedido, Mauricio ordena malteada y un rollo de canela y a mí solo se me antoja un vaso con agua.

—Como has estado? —inicia la conversación tornándose serio

—Supongo que bien —respondo decaída

—Devi, el tiempo que estuve sin verte me ha servido para reflexionar sobre lo mucho que te amo —sus palabras llegan a los más profundo de mi ser —. Nuestro futuro es incierto, pero una cosa tengo clara y es que quiero que estés en el mío, eres una chica maravillosa, alegre, honesta, hermosa, por eso antes de decirte lo que tengo que decirte quiero hacerte entender que somos jóvenes y aún tenemos un largo camino por recorrer...



#452 en Otros
#156 en Humor
#1215 en Novela romántica
#437 en Chick lit

En el texto hay: romance drama comedia, humor bebe embarazo

Editado: 04.07.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.