Dulce venganza

Capítulo 10

Henry observaba a Jackson reír de un lado a otro,odiaba a ese hombre,su forma de ser lo ponía de los nervios,el que paseara de un lado a otro con la copa de vino en la mano lo hacían querer saltar directo a su garganta. Y su bella esposa que no dejaba de entablar conversaciones con él y no hacían más que elevar su rabia,cansado de extender la mano en dirección a la rubia sin recibir respuesta alguna la tomó de la cintura haciéndola parar,Layla maldijo por lo bajo,estaba cansada y su cuerpo dolía.

—No quiero bailar—la mujer se negaba una y otra vez pero su esposo hacía caso omiso a su petición.

Los ojos oscuros se encontraban chiquitos,su cabeza dolía y ni hablar de sus heridas,los ojos contrarios la miraban fríos como siempre,tenía esa sensación fría en el pecho y Henry con su forma de tratarla no ayudaba a que la mujer se sintiera mejor.

Layla no había un solo día en el que no deseara ver al Henry del que se había enamorado de niña,que aquellos lindos ojos brillantes la volvieran a ver cómo el primer día,pero era una fantasía que la joven estaba segura que jamás se le cumpliría.

—Eres mi esposa y tienes que hacer lo que diga,recuerda el maldito contrato,hay personas mirando—la chica se sostiene con fuerza de sus hombros,siente que en cualquier momento se puede desmayar.

No baila es casi arrastrada por su esposo para crear algún movimiento,ambos sabían que aunque las personas a su alrededor parecían estar perdidos en su mundo la cruel realidad era que cada persona estaba atenta a ellos,Layla juraba oír los susurros a sus espaldas y Henry tenía la sensación de mil ojos sobre él.

Layla trató de resistir pero ya no podía continuar.

—Te lo suplico,me siento mal—la mujer habla en un susurro.

—Deja de hacerte la víctima y baila,jamás me han desobedecido en mis veinticinco años de edad y no serás la primera que lo haga.—apretó aún más la cintura de la chica haciéndola temblar.

—Ya basta—la protagonista trató de alejarse de él pero Henry se molestó aún más.

—Te mueves un solo centímetro y la pagarás muy caro—Layla lo vuelve a ver con ojos tristes,sintiendo su respiración pesada.

Odiaba a ese hombre arrogante que se posaba frente a su ser,Layla se preguntaba cómo era posible que una persona pudiera ser así de fría y sin un solo ápice de empatía por ella.Recordaba a ese lindo chico que conoció en su adolescencia y volvía a la realidad con el esposo con el que su familia la había obligando a contraer matrimonio,no quedaba absolutamente nada de aquél que un día conoció.

Sabía que lo pensó miles de veces pero tal parecía que su corazón no lo entendía y cada actitud de Henry hacia ella la hacia sentir cada vez peor.

La hermosa joven,heredera de la segunda familia de los Harper dejó de hablar con su tía en cuanto volvió su vista a un lado,la pareja de recién casados llamó su atención,sus ojos se encontraron con la escena de Henry junto a Layla que parecía tener inmensas ganas de salir huyendo de la mansión,la bonita mujer notó el comportamiento extraño de ambos y se acercó para ver que era lo que estaba sucediendo.

—Estoy harta de tus malditas amenazas—susurra Layla sin apartar la mirada de los ojos de Henry.

—¿Crees que yo estoy súper feliz con estar casado contigo?—susurra entre dientes a solo centímetros del rostro ajeno.

Tiana oyó la conversación por un par de segundos,podía confirmar que su primo tenía una lengua sumamente afilada y al parecer no solo su mirada era fría sino que su corazón era un témpano de hielo,que para la pobre de su esposa iba a ser difícil de derretir.

—Ya déjala—Tiana observó como los ojos azules de su primo la volvieron a ver,estaba segura de que deseó que la azabache desapareciera.—¿Es así como tratas a tu esposa?—pregunta con enfado.

—No te incumbe,mocosa—la chica se enfada aún más con el idiota frente a ella.

—Solo eres dos años mayor—rueda los ojos la bella mujer.

La bonita azabache jala del brazo a Layla abrazando su delgado cuerpo,Henry la mira aún más sombrío,esa mujer siempre terminaba metiendo las narices en sus cosas,si ella no existiera no tendría que pasar por todo esto,ambos primos se miran con odio,la mirada de Tiana pasa a la chica en sus brazos que respiraba con pesadez y tenía las mejillas al rojo vivo.

—¿Tienes fiebre?—pregunta alarmada,la castaña enseguida negó.

—Creo que bebí demasiado,lo siento—se excusó pero la chica no le creyó,voltea a ver a Henry como si el alto fuera un monstruo.

Ella no era la madre Teresa,no era una niña que jamás rompió un plato pero en su corta existencia había sido tan cruel de tratar a un enfermo de la misma forma en la que Henry estaba tratando a la hermosa mujer que tenía por esposa.

Tiana estaba algo decepcionada,no esperaba demasiado de su primo pero esto ya había sido el colmo.

—¿Estás viendo que tu esposa tiene fiebre y aún así la obligas a venir a hacer todo esto? —la azabache se encontraba en verdad muy molesta.—Eres un verdadero imbécil.

Henry harto de que el malo de la película fuera él,comenzó a defenderse.

—Está borracha,se la pasó riendo con Jackson mitad de la noche—el hombre frunce el ceño señalando a su esposa.

—Claro y se encuentra en este estado por beber dos copas—contesta sarcástica.

—Deberías de cuidar más de tu prometido en lugar de andar de chismosa con lo que mi esposa y yo hacemos o dejamos de hacer—sonrió de esa forma hipócrita que sólo él sabía hacer.

—Siempre creí que eras un verdadero ser humano sin cerebro pero nunca me imaginé que lo confirmaría tan rápido—ríe sin gracia provocando a su mayor.

—No me provoques Tiana,sabes muy bien que una orden mía y tu prometido la pasaría muy mal—la azabache rueda los ojos.

Ya se estaba hartando,se encontraba con la sangre hirviendo en rabia,el maldito de su primo era un verdadero ser detestable,desde pequeño le hacia la vida imposible,tratandola de menos por ser de la segunda familia y siempre caminando de forma arrogante mirándola desde arriba.




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