Dulce venganza

Capítulo 18

—El nuevo convenio lo tenía muy en claro,después de leerlo aceptaste sin un solo "pero" salido de tu boca,ahora no pongas esa cara de confusión—Layla no entendía ni una sola palabra de las que su esposo soltaba.

—No sé de lo que estas hablando.—susurra la rubia parándose de la mesa,gracias a su esposo su hambre había desaparecido.

Cada segundo se encontraba aún más confundida que antes,no sabía que hacer ni mucho menos que decir,solo su cara reflejaba su ignorancia hacia las palabras de Henry,se sentó en su cama con lentitud,tratando se no apoyar mucho su pierna herida.

El castaño observó el pánico en los ojos ajenos,le sorprendían las habilidades actorales de su esposa,sabía que le había reclamado lo mala que era actuando pero estaba muy equivocado,ahora mismo la joven mujer podía convencer a cualquiera que entrara a la habitación,su rostro se había desfigurado en desconcierto.

Henry sonrió de lado,tal vez si no hubiera escuchado la conversación de su esposa con Matías la última vez le creería todo ese espectáculo.

—¿Crees que no sé la clase de mujer que eres? Lo único que te importa es mi fortuna—Layla mira a su esposo ofendida.

Pero baja la mirada al encontrarse con esos ojos fríos llenos de rabia.

—¿De qué estas hablando?—se anima a preguntar algo asustada.

—Ay por favor—el mayor ríe sin gracia. —deja de fingir demencia,mujer—Layla entendía cada vez menos,a esa altura ya creía que Henry al fin había enloquecido.—sabes perfectamente de lo que hablo,si fueras una buena mujer no lo hubieras aceptado.

—Te estoy diciendo la verdad—habla seria,harta de que su esposo no le crea una sola palabra.

Layla comenzaba a asustarse cada vez más,no tenía idea de lo que su esposo hablaba, las palabras en aquel contrato habían sido modificadas y no para su bien,eso estaba más que claro,con cada segundo que pasaba en el hospital más crecía su mal presentimiento.

—¿Me estas diciendo que firmas los papeles que te ofrecen así como así?—la rubia negó,abrió la boca para explicar.

—Solo pude leer pocas partes—susurra—pero no tengo idea de lo que estas hablando en este momento—sus manos temblaban.

Henry se paró de aquel sillón y se acercó a su esposa con furia,sus sentidos se habían apagado,estaba cegado por la furia,cansado de que esa mujer le mintiera en la cara de manera tan descarada, sin detenerse a pensar la tomó con fuerza de uno de sus brazos haciendo que la joven se pare de la cama con brusquedad, la mirada en sus ojos heló la sangre de Layla,pero el orgullo de la bella joven no permitió que el hombre frente a ella lo aterrorizada que se encontraba,forcejea tratando de liberarse pero Henry la toma de ambos brazos sacudiendo el delgado cuerpo frente a él.

Layla dejó ir un quejido cuando la mano de su marido apretó su brazo herido,pero el idiota no la soltó, simplemente dijo palabras que no dejaban más que confundida a la rubia.

—No te cansas de mentir,creía que eras una pésima actriz pero estoy en verdad pasmado con tu talento.—soltó una risa que al tocar oídos de Layla se convirtió en una escalofriante melodía.

La actitud de su esposa hizo que Henry estuviera seguro de que la mujer era culpable,que ella sabia todo sobre el contrato y que nada más quería quedarse con la fortuna de los Harper. La observa por última vez,la rubia lo miraba con ojos temblorosos,el hombre apartó la vista soltando a su esposa sobre la cama sin ningún cuidado,la mujer maldijo por lo bajo.

—Esta bien que no me veas como a una esposa o siquiera cuides de mí como conocidos,pero no puedo aceptar que me trates como a un objeto,me tomas y arrojas de esta forma,sin importar cuanto daño físico o emocional me hagas—Henry se volvió a verla y sonrió de lado.

—Estoy seguro de que todo esto es parte de tu teatro—soltó antes de salir de la habitación.

Layla dejó ir un pesado suspiro, una vez más su esposo ignoraba la verdad que salía de sus labios.

Estaba hasta la coronilla de sus arrebatos de locura, creía que su esposo cada día se volvía más y más esquizofrénico,la verdad era que se encontraba algo asustada. Se acomodó en la cama mirando el paisaje por la ventana, con el nudo en la garganta y el mal presentimiento golpeando con rudeza su pecho. Nerviosa marcó el número de Matías,necesitaba esa nueva información de una buena vez, pero no llegó a presionar el botón de llamar,la imagen de Jackson apareció en sus pensamientos,él sabía más que nadie lo que sucedía en esa familia y tenía información valiosa para la joven. Borró el número de su primo y buscó el de Jackson entre sus contactos,pero un doctor entró a la habitación interrumpiendo cualquier acción por parte de la mujer.

—Buen día—Saludó el hombre.

Layla hizo un pequeño movimiento de cabeza en forma de saludo.

—Te daremos el alta antes de la tarde, tal vez hagamos un chequeo antes de dejarte ir—explicó el hombre de bata blanca,la mujer sonrió en agradecimiento. —una enfermera vendrá en rato,su esposo ya llenó los respectivos papeles entonces una vez todo este listo podrá regresar a casa. —sonrió el hombre a la joven.

—Gracias—fue lo único que soltó Layla antes de asentir.

El doctor salió después de revisar las heridas en el cuerpo de la joven esposa, Layla dejó sus malos pensamientos de lado dedicado su concentración a los alimentos frente a ella,cuando terminó su desayuno marcó el número de Jackson dejando un mensaje.

" Nos vemos en el restaurante cerca de la estación de gasolina a las seis,no llegues tarde ".

A los pocos minutos una enfermera entra a la habitación después de que la joven permitiera el paso, Layla le sonríe a la mujer algo regordeta que le sonreía de oreja a oreja con sus mejillas rojas.

—¿Estas lista?—pregunta la enfermera.

Layla arrugó su rostro en confusión.

—¿Lista para qué?—pregunta con educación.

—Para el procedimiento—contestó la mujer con tranquilidad, Layla sin pensarlo mucho asintió.




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