Dulce venganza

Capítulo 22

Layla se sentó en el banco mirando el mar,en la oscuridad le parecía tan aterrador.El sonido de las olas golpeando la orilla lastimaban sus oídos,se sentía asustada,algo aterrada gracias a ello.

El mar durante el día parecía tan calmo e inocente,pero cuando caía el sol era bastante aterrador,daba algo de miedo pensar en caer en él y perderte en el fondo,imaginar como luchas por sobrevivir con cada célula de tu cuerpo,el sentimiento le recordaba a lo que horas atrás la habían hecho vivir.

—Layla—Una mano se apoyó sobre su hombro haciendo que dé un pequeño salto en su lugar.—¿Te encuentras bien? Te llamé varias veces y no me escuchaste—la rubia le sonrió algo ida.

—Lo siento,me encuentro algo distraída—susurra,las olas se escuchan con fuerza.—¿puedes contarme más sobre ella?—carraspeando pregunta.

—¿Por qué tanta curiosidad?¿tienes algún plan en mente?—la joven niega enseguida,deja ir un suspiro.

—Solo quiero saber más sobre la ex de mi marido ¿no puedo?—una sonrisa iluminó su rostro,Jackson no le creyó del todo,pero lo que sea que pasara por la mente de aquella bella mujer, estaba seguro de que sería beneficioso para él.

—Si quieres puedo ayudarte a que Henry se quede a tu lado—habló con entusiasmo en su voz.

La rubia negó,sus ojos volvieron al oscuro abismo que de vez en cuando les regalaba una blanca espuma que moría al tocar la arena,una arena clara que Layla temía tocar.

Jackson observó el triste semblante de la rubia frente a él,en el fondo no era un tipo tan miserable,al menos no tanto como Henry Harper,y le daba cierta incomodidad en su pequeño y algo apagado corazón.

—Te contaré lo poco que recuerdo—comienza a hablar con voz suave el hombre de rulos.

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Tenía alrededor de cinco años cuando los conocí,no tengo idea de como se conocieron ambos pero Lucile desde pequeña mostraba que sería una gran belleza al crecer y convertirse en mujer,desde pequeños Lucile y Henry se hicieron muy unidos,algunas veces yo quedaba fuera de ese círculo,en especial cuando apareció Tiana en medio de nuestras vidas.

Hubo un tiempo en el que nos separamos,negocios de la familia y perdí el rastro de todos ellos,pero tenía entendido que Lucile junto con Henry aún mantenían el contacto,hasta alrededor de los doce o trece años,Henry y su familia se mudaron por un tiempo a la ciudad natal de su padre,su abuela estaba muy enferma y pasaron un tiempo ahí.

Cuando regresó ya no era el mismo niño que habíamos conocido,ciertamente se había vuelto más frío y algo gruñon,no podías hablarle directamente sin que tirara algún comentario hiriente,razón por la cuál me alejé de él,sin embargo Lucile siempre permaneció ahí,a su lado.

Es la única a la que le sonríe,la mujer de sus sueños,es la esposa perfecta para él,digamos que Henry la moldeo en la esposa que tú no eres y creo que jamás serás,pero hasta donde se sabe no pasan de ser solo amigos.

Nunca mencionaron ser más que amigos o algo que los uniera como pareja,pero supongo que siempre han mantenido un romance secreto,no soy un experto en esto pero ellos dos no pueden ser simples amigos de la infancia.

Recuerdo que los ojos de Henry siempre tuvieron cierto brillo al verla,su rostro se ilumina de solo imaginar a Lucile a su lado.

Siempre fue la esposa ideal en su corazón.

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—Lucile debe ser alguién especial—susurra la chica,el hombre a su lado la observa atento a las emociones ajenas.

La rubia era una mujer bastante fácil de leer para él y esta nueva imagen que se posaba frente a él le parecía muy interesante.

—Creo que debería volver,ya es bastante tarde—Layla se para del asiento deseando poder quedarse fuera más tiempo.

—Sí,tu esposo nos matara sí llega a la casa y aún no estás—Jackson se para de igual forma caminando hasta el auto,siguiendo a la hermosa mujer desde atrás. —Aún no sabes lo que es el amor ¿verdad?

Pensó para sus adentros colocando sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón negro.

Layla se vuelve a verlo y le sonríe,Jackson siente un pequeño y extraño sentimiento que comprime su pecho,algo asustado lleva su mano derecha a su pecho,su corazón lo recibe con un fuerte golpetear que lo deja algo nervioso.

Suben al vehículo y Jackson conduce con paciencia,conversando con la rubia como sí fueran los más íntimos amigos,como si se conocieran desde hace años,Layla miraba de vez en cuando por la ventana,la ciudad se encontraba llena de vida pero ella sentía un vacío enorme en su pecho.

Aún no podía asimilar lo que había pasado.

Jackson estaciona el auto justo frente a la puerta de la casa de Henry,estaba por bajar a abrir la puerta para la joven mujer pero Layla lo detuvo.

—No te molestes,muchas gracias por hoy y nos vemos pronto—Jackson simplemente asintió sin dar más importancia,al ver la hora sabía los problemas que se formarían al llegar a casa.

Layla bajó del auto despidiendo al hombre con la mano,al entrar a la casa dejó ir un pesado suspiro nuevamente,se encontraba agotada,ya no tenía casi energía y la noche recién daba inicio.

Matías había dejado las maletas de la joven en la mansión,después de dejarla en el restaurante condujo hasta la casa que su prima compartía con Henry y dejó las pertenencias allí.

Lo que el hombre no esperaba era encontrarse con Henry,el castaño se encontraba sentado en la Sala leyendo unos documentos muy concentrado,tanto que no notó la presencia de aquel tipo que tanto decía caerle mal.

Subió las escaleras y dejó el bolso con ropa y demás sobre la cama que el matrimonio compartía,observó a su alrededor unos segundos antes de bajar y encontrar al dueño de la casa que seguía en la misma posición pero ahora sus ojos lo seguían,Matías sabía la pregunta que el castaño tenía en mente pero se negaba a soltar.

—Solo es preguntar por tu esposa,no morirás por ello o ¿si?—los ojos azules lo miraron de arriba a abajo y su dueño negó.




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