Dulce y amarga espera (dyae) // Clichés musicales

7. Un poeta enamorado

Después de lo que paso en el balcón de mi apartamento, me propuse a ordenar mis sentimientos, mis pensamientos y lo que haría. No fue fácil, pues no sabía cuál sería la mejor forma para contarle mi sentir, pensé en decirle con palabras, pero algo me decía que no era buena idea. Lo medite hasta que dieron las diez de la noche.

Incluso pedí consejo a mis fieles confidentes, los libros, pero ninguno me dio una respuesta satisfactoria. Así que decidí pensar en Abigail, tal vez ella podría darme la respuesta que busco.

Ella era todo para mí, pero eso es bastante vago, ¿Qué significa que lo es todo para mí? Yo me jactaba de mi gran conocimiento en letras, pero en este momento parecía desconocer mi propia carrera y lo que era. Entonces deje de pensar en mí mismo y me centre en lo que significaba ella para mí.

 

—Necesito plasmar estos pensamientos... —expresé soltando un suspiro

 

Miré hacia mi escritorio por un rato hasta que por fin me vino una idea.

 

—Las palabras se las lleva el viento y pueden ser olvidadas... —comenté en voz baja y añadí después de un momento— pero las cartas perduran en el papel durante años.

 

Me decidí por ir con prisa a mi escritorio, tomar un papel, una pluma y comenzar a perderme en las palabras sin ningún límite.

 

Para: Mi fuente de alegría.

De: Un poeta enamorado

 

Quiero ser tu canción desde el principio al fin

Quiero rozarme en tus labios y ser tu carmín

Yo quiero ser el sol que entra y da sobre tu cama

Despertarte poco a poco, hacerte sonreír

Eres mi fuente y motivo de mi melancolía

La responsable del dolor de mi corazón cada día

¿Acaso soy merecedor de tal cruel alegría?

Quiero estar en el más suave toque de tus dedos

Entrar en lo más íntimo de tus secretos

Quiero ser la cosa buena, liberada o prohibida

Ser todo en tu vida

Aunque duela toda una vida

Todo lo que me quieras dar, quiero que me lo des

Yo te doy todo lo que un hombre entrega a una mujer

Y más allá de ese cariño que siempre me das

Siempre deseo cada vez más

Tú eres mi dulce desayuno, mi pastel perfecto

Mi bebida preferida, el plato predilecto

¿Será acaso esto lo que llaman destino?

Este amor alimenta a mi fantasía

Es mi sueño, es mi fiesta, es mi alegría

La comida más sabrosa, mi perfume, mi bebida

Es todo en mi vida

Aunque duela toda una vida

Pero el hombre que sabe querer

Se apasiona por una mujer y convierte su amor en su vida

Solo para vivirla junto a ella.

 

Al terminar la carta, la leí con detenimiento y corregí algunas cosas, en su mayoría de ortografía. Una vez que fue corregida, la leí de nuevo y no pude evitar asombrarme de mis propias palabras.




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