Dulces Mentiras

Capítulo 6 [Cena y verdades]

Its—¡Mira a quienes tenemos aquí!. —Ginny y su usual tono chillón, estaba amenazando en convertir su agradable cena en un fiasco—. ¿Cuáles son las probabilidades de toparse con ustedes? ¿Dos veces en la misma semana? Cuando nunca lo hemos hecho antes... ¡Es extraño y un poco raro!.

 

—Estoy de acuerdo. —concordó Callie en un murmullo, maldiciendo su mala suerte.

 

—Es una grata coincidencia. —expresó Grant con una gran sonrisa—. Por lo general solemos quedarnos en casa. Ya saben... las cosas privadas de pareja. —insinuó, acariciando la mano Callie sobre la mesa. Con el pulgar, delineó el anillo de piedra fina, a sabiendas de que avecinaba la mirada de Ginny sobre la costosa joya.

 

Ginny sonrió de manera maliciosa, primero daría una lucha, antes de ser derrotada. —¡Eso es casi como nuestros planes!. —se llevó la mano al pecho—. Preferimos estar en casa, en vez de salir, pero todo el mundo está en nuestra contra. Siempre quieren invitarnos a ¡Todo!. —la mirada de Ginny se dirigió al resplandeciente anillo de Callie.

 

Sin ni siquiera pedir permiso, Ginny desprendió la mano del toque de Grant, y la levantó para observar el anillo de diamantes de manera minuciosa, del cuál Callie, ni siquiera había tenido la oportunidad de admirar.

 

Pobre chica, lo único que faltaba en el combo era que trajera una lupa y una lámpara de un joyero para admirar las piezas, evaluarlas y clasificarlas por su valor.

 

Tanto Grant como Callie, notaron los labios fruncidos de Ginny, junto a una mirada discreta a la gran piedra en su dedo anular, notando como el cuerpo de la chica se tensaba al terminar de compararlos.

 

Acto que reflejaba el primer gane de la noche.

 

—¡Oh, vaya! ¿Es eso... muy grande? No pensé que fueras tan vistosa Callie, aunque a mí no me gusta serlo, se ve bien en tí.

 

¿Vistosa? ¿Solo 'bien' para su anillo?

 

Callie quiso reírse en la cara de su ex mejor amiga, sabiendo que había soltado un insulto, en forma de halago.

 

—Realmente no me gusta ser vistosa, pero fue lo que Grant eligió para mí. —fijó su mirada en Grant—. Él es tan romántico... que específicamente elegió cada pieza que iba a componer el anillo, argumentando que debía ser perfecto... al igual que nuestro amor. —Callie quitó su mano del agarre de Ginny, dándole una mirada que reflejará amor y ternura, solo esperaba que se la creyera.

 

—¡Eso es tan dulce!. —Ginny aplastó el momento con su voz cantarina—. Fred... —hizo una pausa—. Hizo lo mismo por mí... pero como dije antes, no me gusta ser vistosa, por lo que, cuando dio la opción de buscar otro anillo más grande, me negué rotundamente. Le dije "Este anillo es perfecto para mí, amor, sin importar su tamaño, hace referencia a cuán grande es nuestro amor". ¿Cierto, Fred?.

 

Ginny al ver que Fred no daba una respuesta, lo volteó a mirar y le codeó para que alejara su atención del teléfono, y se centrará en lo que verdaderamente importaba.

 

—Cierto... —cuando nadie le quitaba la mirada, carraspeó de manera apenada—. Sí, a todo lo que Ginny dijo.

 

—Ginny estaba diciendo que tus calcetines para noche buena apestaban. —Grant soltó una risa, que contagió a su acompañante—. Ya veo que no mentía.

 

—¿Qué? Ginny...

 

—Era una broma, hombre. Debes prestar más atención a lo que tú chica dice. —hizo una pausa, sin quitar la sonrisa divertida en su rostro—. Volviendo al tema, lo que Ginny expresó de tí fue muy romántico ¿Quien no lo haría por la chica con la que se va a casar?.

 

Magistral, pensó Callie. Hizo una broma, un consejo y con un cierre perfecto, se burló de ellos por no cuadrar bien lo que decían.

 

—Nuestra comida está por llegar. —prosiguió Grant—. Apuesto a que pueden agregar sus pedidos y acercar sus sillas, claro, si desean unirse a nosotros.

 

¿Qué carajos está haciendo? Callie no dudo en darle una patada por debajo de la mesa.

 

—Pero si no pueden. —aclaró Callie, mirando de reojo a Grant cuando salto en su asiento, tomándolo por sorpresa el ataque —. lo entenderemos perfectamente.

 

—¡Realmente nos encantaría! —expresó Ginny—. Pero simplemente no podemos, por qué la boda está sobre nosotros, la campanas pronto sonarán. —ella sonrió en demasía—. En una semanas seremos el señor y la señora Myers, y nos tiene emocionados ¿Verdad, cariño?.

 

Por segunda ocasión, Ginny codeó a Fred para atraer su atención a la conversación, por qué claramente le una importaba un cero a la izquierda lo que acontecía a su alrededor.

 

Está vez, sonrió para incubrir que no sabía nada sobre lo que su prometida decía.

—Cierto, Ginny tiene toda la razón.

 

—Entonces, ¡Nos veremos pronto!.

 

Callie suspiró de alivio, relajando la tensión de sus músculos al ver que sus contrincantes les dieron la espalda.

 

Grave error.

 

Nunca cantes victoria antes de tiempo.

 

El aliento le quedó atrapado en los pulmones, cuando Ginny se giró después de dar algunos pasos.

 

—Callie. —llamó—. Si no estás ocupada el viernes ¿Te parece si nos acompañas a la degustación del pastel? Necesito toda la ayuda disponible ¡30 capas de exquisitos sabores! No sé cómo voy a decidir los sabores. —ella puso sus manos en señal de oración—. Di que vendrás, amiga.

 

Callie formó una línea fina en sus labios ¿Amiga? ¿Acaso podía llamarse a su hipocresía amistad?. 

 

—Probablemente este ocupada. —musitó—. El trabajo y Grant consumen todo mi tiempo... De la mejor manera.

 

—Talvez podríamos hacer un pequeño espacio ¿Cierto, cariño?.




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