Dulces Mentiras

Capítulo 23 [Devoción]

Callie

Los 7 días que Grant título como 'los días ancestrales mandados por el Todopoderoso', y de los cuales no tenía más oportunidad que esa, fue una rutina dónde terminaban en reuniones secretas durante el almuerzo ó la forma en que terminaban desnudos después de una larga jornada, charlando de todo y nada. 

 

Tanto a Callie como a Grant les gustaba irse unos minutos antes de lo estipulado, debido a que la ansiedad por estar envueltos el uno por el otro se estaba tornando más necesitada.

 

Durante el fin de semana se había está establecido un ritmo, y debido a que Callie jamás exploró debidamente la gran ciudad por sus estudios en la universidad y luego el trabajo, Grant tomó a bien ser su guía donde su única meta era hacerla sonreír.

 

Era una completa aventura.

 

Ningún lugar en que que Callie mostrara interés se quedó atrás, desde museos, restaurantes, parques. No existía nada a su alcance mientras recorrían un área en carruaje, ó en una pista de hielo improvisada.

 

Ni mucho menos con el tipo de final con el que Grant sabía sorprenderla: cenas románticas bajo el cielo estrellado con música suave de fondo.

 

Esos días habían sido largos y ajetreados, pero no los cambiaría por nada en el mundo. 

 

Ó talvez tenía algunas especificaciones, que cambiaron su perspectiva días después.

 

Y era el hecho de que todo el maravilloso fin de semana había sido documentado por los medios, por lo que el inicio de la semana estuvo rodeado de incesantes preguntas por parte de sus conocidos.

 

Lo típico... Lo típico.

 

La emoción de Joey por verla felíz no tenía comparación.

 

La palabrería de Amber que a pesar de simples mensajes sabía cómo atacar sus puntos bajos, felicitandola por ser valiente y aceptar el hecho de que el papasote, como Amber lo llamaba, la tenía suspirando y armando un lío pecaminosos en su cabeza.

 

Claramente conocía tan bien a Callie, por lo que no esperaba que ella desmintiera la situación.

 

Estaba alto y claro.

 

Por su parte, la familia de Grant se había comportado de manera particular con ella.

 

Se la pasaba en apapachos con la madre de Grant, y aunque se sentía extraña con eso. No podía quejarse con Grant, por qué en cierto modo empezaba a amar esos detalles.

 

El padre de Grant siempre mantenía una expresión neutra en su rostro sereno. Por un momento pensó que estaba incómodo por qué talvez pensaba que ella no era la indicada para su hijo. Pero Grant le aseguro que ese era el carácter de su padre, que no moviera demasiado los engranajes armando teorías.

 

—¿Cómo es posible que estemos en todas partes, Grant?, Todo nuestro fin de semana esta en los tabloides, ¿Dónde estaban?, ¿Cómo es posible que no lo hayamos notado?, ¿Quien crees que les haya informado de nosotros?. Se supone que hubo escándalo hace días, pero tan pronto como llego se fue. 

 

—Siempre hay gente detrás de mí... o en este caso de nosotros, de nuestro compromiso. Pero no soy tan interesante ó un personaje de los grupos habituales en las redes... Es demasiado, como si alguien les aviso sobre eso.

 

—¿Quien pudo hacer eso?. —Callie había preguntado, queriendo escuchar con mucho interés aquella respuesta.

 

—No tengo idea. Pero creo que está funcionando, quien quiera que sea se ha hecho que la gente nos crea. 

 

—Ó probablemente estén prestando demasiada atención para cuando esto termine, también aparezca en modo humorístico. —ella aclaró su garganta, ya que de repente se había sentido ahogada de pensar en una inminente final, pero a pesar de eso, se vio sonriendo y poniendo su mejor expresión—. Ya me imagino el título 'Cenicienta vuelve a su nido de ratones!.

 

Grant no comentó ó se rió de esas palabras, solo se abstuvp de besarla en la frente y decirle que solucionaría todo.

Internamente, le agradecía de haber eliminado todos los tabloides con fotos de ellos en esa misma mañana. 

 

Si bien, era cierto que necesitaban que su relación fuera creíble, no necesitaban tantos ojos observando sus movimientos.

 

Por un momento todo era suficiente.

 

Y cuando ese momento amenazaba con colapsarla, llegaba Grant para tranquilizarla como mejor podía hacerlo.

 

Con amor y devoción.

 

Callie sentía que esos siete días habían sido muy bien usados y exprimidos.

 

Era como un elefante volviéndose más y más grande a medida que la boda entre Ginny y Fred se acercaba.

 

Ninguno mencionaba que pasaría después de eso, por qué ni hubo quería escuchar la respuesta que el otro tenía para darle.

Así que hicieron como si ese tema hubiese sido olvidado radicalmente de su mapa.

 

Era viernes por la tarde, y se preparaban para el la boda que se llevaría a cabo al día siguiente en un hotel cerca de la bahía.

 

Aunque sonaba extraño que Ginny cambiará si extravagante isla por un hotel con vista al mar, no podía negar que segun sus pocas investigaciones, todo era igual de bello y extragavante.

 

Grant observaba a Callie escoger la ropa que llevaría en silencio. Eran demasiadas recepciones para solo llevar dos trajes.

 

Cenas, cócteles, recepciones.

 

A Ginny siempre le gustaba brillar, y esa obvio que planeaba seguir haciéndolo con tanta cosa en su boda.

 

Y como si Callie no le dijera a Grant que eran suficientes joyas las que le había regalado, él venía y ponía otra junto a la maleta.

 

Antes de que ella pudiera protestar, Grant se rió divertido y sacudió su cabeza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.