Dulces Mentiras

Capítulo 26 [Mentirosos]

Callie

La cena paso sin contratiempos, y para sorpresa de Callie, Ginny y su más leal secuaz, Shiloh. Se mantuvieron a raya con sus atípicos comentarios odiosos, por lo que, no teniendo tanta atención sobre ellos como se esperaba a partir de la conversación que escucharon escondidos en el armario, se escabulleron de nuevo a la habitación.

 

Grant se la había pasado actuando con rebeldía durante toda la noche, no por el hecho de que Ginny estaba a la expectativa del cualquier sonido placentero que escuchase, para poder comprobar que tan real era la relación. Sino por la necesidad que sentía dentro de su cuerpo, mente y corazón.

 

Quería demostrárselo con hechos, no con palabras vanas y sin fuerza, que para una mujer como Callypso, que fue en un pasado objeto de engaño, no tenían un ápice de valor.

 

Por lo menos no antes que Grant fuera capturado por ella para convertirse en un orgulloso prometido falso.

 

 

 

 

 

#

 

 

 

Cuando Callie salió del baño para encontrarse con Grant en el medio de la habitación con un traje negro de diseñador, le trajo más que una mirada de lujuria en sus ojos. Mientras que el, se quedó anonadado por unos segundos, y posterior a eso, le devolvió la mirada con la misma intensidad.

 

El vestido de Callie era rojo, justo el tono exacto para hacer que la gente mirase dos veces en su dirección, su diseño se basaba en el escote profundo entre sus pechos y espalda, con una falda que se ceñia a la altura de sus rodillas. Con el cabello recogido, mostraba la hilera de dientes que adornaba su cuello, los cuales Grant había insistido por enésima vez que usara.

 

—Estas radiante, cariño. No tengo ninguna palabra que describa lo hermosa que eres.

 

Callie acortó la distancia para poner sus manos en el pecho de Grant. —¿Sin palabras? Humm, eso no algo típico de Graham Blackstone. Por lo que debería sentirme muy alagada. —bromeó.

 

—Puede... que sí. —musitó observándola—. Ni siquiera encuentro palabras cuando te veo así... o pegada a mí, para el caso.

 

—Entonces hice mi trabajo. —musitó Callie sonriendo—. ¿Estás listo para salir y presenciar la boda del año, Blackstone?.

 

—Estoy preparado y con suficiente munición para atacar a todos los imbéciles en esa boda. —él extendió su brazo para que ella se enganchara—. A tu señal, el helicóptero estará listo para irnos.

 

Callie le sonrió en respuesta, tomando en cuenta que no quería que su tiempo con Grant terminará. Pero decidió no darle ninguno de sus comentarios dramáticos, por qué deseaba que sus últimos minutos juntos fuera sin discusiones por puntos de vista diferentes.

 

Después de todo no trataba con cualquier extraño, por mucho que las cosas tenían ese rumbo al principio.

 

Era su jefe, y si todo sucedía de acuerdo a su plan, trabajaría directamente para él en pocas semanas.

 

—Disfrutamos del espectáculo, nos comemos sus aperitivos, su vino. ¡Y nos largamos de aquí!.

 

El evento fue como Callie se lo esperaba.

 

Gente rica desfilando como si tratase de una alfombra roja, mostrando sus carísimas prendes y joyas.

 

Nada del otro mundo, gente rica tratando de superar a las otras. 

 

Pero olvidando esos detalles, hubo un efecto romántico detrás de la boda civil, realizada en una pequeña capilla donde solo entraron la familia y personas cercanas a Ginny y Fred, dejándolos a ellos bajo grandes carpas en el patio, con pantallas que transmitían a tiempo real lo que sucedía dentro.

 

Después del espectáculo que se generó tras la boda y de que se expirará la sesión de fotos y cóctel, todos fueron invitados a pasar al salón de baile donde se tomaría la comida, y los novios desfilarían como en una pasarela.

 

Mientras se encaminaban al amplio salón, escuchaba vagamente como muchos seguían haciendo alarde de sus lujosas pertenencias, y de como la familia de los ahora esposos, habian tenido 'la consideración de invitarlos'.

 

Aunque al final todo se trataba de presumir y presumir.

 

Apostando a eso, sabía que Grant tenia más de lo que todas esas personas alardeaban, pero jamás lo admitiría en voz alta. 

 

Esa sería la gran diferencia entre él y el resto de todas esas personas.

 

Despues de degustar su comida y la enorme lista de aperitivos, se dedicaron a bailar en el centro de la pista de baile.

 

Y justo cuando Callie pensó que nada podía cambiar, Grant se habia tensado sus brazos en la cintura de ella, rechazando a todo hombre que quisiera una pieza con él, incluído el encantador novio. Que aunque se mostró ofendido por las palabras frías de Grant, se regreso hasta donde su esposa y no provocó ningún escándalo.

 

Por encima del hombro de Grant, logro localizar en lo que parecía ser, la primera pelea del matrimonio Myers.

 

Sus expresiones eran de descontento, por lo que parecía que aquellas palabras que se encontraban intercambiando, no eran nada agradables.

 

Pero tan rápido como notaron espectadores, volvieron a sus habituales expresiones eufóricas.

 

Hubo un murmullo en el fondo del salón, que rápidamente se fue extendiendo por las mesas.

 

Esa fue la señal para que Callie le dijera a Grant que se retiraran del lugar.

 

En un gran distractor como ese, podían escabullirse sin ser relativamente observados.

 

Al retirarse lo suficiente del bullicio, Grant escucho el sonido de su teléfono. Por lo que excusando que atendería una llamada de su abogado, se aisló hacia uno de los salones, no sin antes Callie le señalara que lo esperaría en el área del jardín, para regresar a la habitación juntos y empacar.




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