Dulces y Narcisos
Adaptación por Alexa Bauder
Basado en el dorama Boys Over Flowers (Corea)
éste a su vez, basado en el manga Hana Yori Dango de Yōko Kamio
Los siguientes seis meses el Colegio San Pablo no tenía mucho qué decir por sus pasillos, la ausencia de Eliza era notable. Era oficial el regreso de las chicas a sus instalaciones en cuanto regresaran de las vacaciones de verano y el grado de los F4 preparaban una fiesta de graduación; aunque era claro que los chicos no estaban interesados en ello.
Candy se recuperó satisfactoriamente de sus contusiones y el Colegio había dispuesto para ella un especialista al cual visitaba regularmente para superar lo sucedido; aunado a que el abandono de Terry de sus estudios y sus evasivas por responderle algún mensaje, o que su celular estuviese fuera de servicio representaba quizá el fin de su relación. No lo sabía. Las noticias lo situaban como ahora, el representante de Mercers’, quien cumplía con una ardua gira por América, desde su cede en Nueva York, en compañía de la duquesa. Los rumores de una extraña ausencia del duque iban en incremento, excusados por la eminente preparación del heredero para su próspera carrera en los negocios familiares.
—Están exprimiéndolo. —Archie desvió su vista de la pantalla de televisión, negando.
Los F4 y las chicas aprovecharon la hora del té en Candy Cakes, una costumbre a la que Candy no le costó adoptar. El resto guardó silencio, pero Candy en lugar de dirigir su atención a las noticias que mostraban a un Terry formal y siempre serio, lo hizo a su mano sin el anillo que tanto había cuidado. ¿Será que, con ello, como presagio, la promesa estaba también perdida? Terry aún lo conservaba.
—Tiene que regresar a graduarse, ¿no? Deberá reponer materias, no puede perder un año.
—¿Crees que la duquesa no le habrá proporcionado tutores, Anthony? Es capaz de todo, hacerlo estudiar y cumplir con la agenda.
—¿Podemos cambiar de tema, Stear? —Pidió Patty a su lado, presionando levemente su brazo.
Últimamente la relación de amistad entre ellos dos era más sólida y se les veía juntos en muchos lugares, sin que nadie los descubriera en situaciones románticas. Estaban por creer que Stear se había situado en la friend zone de Patty, o viceversa. No había nada claro y ambos se negaban a afirmar nada.
—De acuerdo, de acuerdo. —Susurró Cornwell, echando una mirada furtiva a Candy, quien suspiró.
—Creo que lo mejor es olvidarme de Terry. Fue bueno mientras duró, ¿no es así? Él ahora tiene sus asuntos.
Todos se miraron entre sí, nadie se atrevió a debatir el caso pues, tampoco a sus amigos les había respondido un solo intento de comunicación.
—Es hora de irnos, ¿nos vemos mañana? —Stear, retirando la silla de Patty, comenzó a despedirse, Archie sabía que a Annie le quedaban unas horas por salir, así que no le quedaba de otra que hacer mal tercio.
—Sí, claro, además, es hora. —Candy miró a Annie, quien volvió a colocarse el delantal del uniforme a la cintura, recordando a la visita.
Anthony no pasó por alto que ambas chicas se prepararan prontas y que, desde cocina, se escuchara apresurarse también. Dorothy salió en busca de Candy, sus amigos ya se habían despedido.
—¿Gustas quedarte, Anthony? Vamos a cerrar un momento la tienda, pero no creo que a nuestro cliente le moleste compartir todo el local.
Se vio a Annie preparar una mesa, Anthony se la pensaría, la campanilla de la entrada sonó recibiendo al hombre rubio de siempre.
—No, gracias, Candy. Yo no tengo nada qué hacer aquí.
Dicho esto, Anthony salió de inmediato a grandes zancadas, ignorando al tipo, pasando por su lado y adelantándose incluso, a sus amigos que esperaban por el en la acera.
—Parece que vio un fantasma. —Murmuró Annie al lado de su rubia amiga.
—¡Candy! —Dorothy llamó de nuevo, haciéndola reaccionar.
—Oh sí, sí. Ya voy. ¡Bienvenido! —Antes de regresar a cocina, saludó al cliente, quien con sonrisa apagada respondió, tomando su lugar de costumbre.
* * *
Sobre la última semana de clases, Candy había avanzado mucho en sus materias, asombrosamente la habían llamado de la agencia de modelos para hacer unas cuantas sesiones y había ahorrado suficiente dinero para enviar al Hogar de Ponny; no había vuelto a ver a Dan para agradecerle esto, pues era en parte, responsable de este trabajo. No así, las cosas en el club de nado no fueron bien, su lesión en el hombro le dejó fuera de las competiciones de verano y tenía que tomar absoluto reposo, la beca por ese lado, estaba perdida.
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Editado: 04.03.2022