Omar y Laila estaban en una cafetería, disfrutando de unas porciones de pastel de fresa mientras esperaban a que apareciera el niño.
Laila: ¿Cuándo crees que aparecerá?
Omar: pues es un fantasma, no es algo fácil de encontrar.
Laila: mmm, tienes razón...
Omar: Podríamos preguntarle a las personas de acá.
Laila: no lo se, no se me hace seguro.
Omar: ¿Por qué lo dices?
Laila: porq...
De la nada llega una chica e interrumpe la conversación.
Andrea: disculpen...
Omar: ¿Qué necesitas?
Andrea: ¿¡Puedo tomarme una foto con ustedes!?
Ambos chicos se alegran y aceptan la fotografía. Al terminar la chica se despide.
Andrea: ¡Muchas gracias!
Laila: disculpa...
Andrea: ¿Si?
Laila: ¿Sabes algo a cerca de un niño fantasma que ha estado por estos lugares?
Andrea: siii, casi siempre asusta a las personas cerca de una tienda de juguetes, es la única en este lugar así que sabrán a lo que me refiero. Se dicen mucho rumores sobre ese niño y porque asusta a las personas.
Laila: gracias por la información, ten un lindo día.
Andrea: igualmente.
La chica se retira. Ambos terminan el pastel y se retiran para ir a atrapar a aquel chico misterioso. Al llegar a tal tienda se quedaron esperando.
Laila: ¿Dónde esta el niño?—la chica se voltea a ver a Omar. Se da cuenta que no está con ella al igual que todas las personas en su alrededor. La chica comienza a mirar a todos lados desesperada—¡Omar! ¡Donde estás! ¡Omar!
De la nada mira hacia la esquina de la calle en la que se encontraba, y ve a dos personas con una gran aura negra al rededor. La chica intenta acercarse pero cada vez se alejaban más. Laila estaba muy confundida y asustada, de un momento a otro lo único que podía ver era una neblina y la voz de un niño riendo. La chica comenzó a caminar sin rumbo hasta que se encontró con una persona. La misteriosa persona se da vuelta y Laila queda aterrorizada al ver que era su padre.
Laila: ¿pa... Papá?—decía en lágrimas.
Eddie: ¡Eres un fenómeno, me has defraudado!
Laila: ¡Que!
Eddie: fuiste tan mala conmigo Laila—decía mientras se acercaba lentamente a ella—nunca aceptaste ningún regalo que te di por lo vergonzosa que eras ¡Yo te daba vergüenza! Eres una aberración.
Laila: ¡Porque me dices esas cosas! ¡Papá para ya!—decía asustada y en lágrimas.
Eddie: ¡Tuviste que haber muerto tu en vez de nosotros, nadie te hubiese extrañado!—decía furioso.
Laila: ¡Eso es mentira! ¡Deja de decirme esas cosas!
El hombre se acerca al oído de Laila y le susurra.
Eddie: quedarás sola el resto de tu miserable vida.
Eso hace que la chica caiga al suelo y comience a llorar inconsolablemente. De un momento a otra la chica estalla y libera una onda de energía color azul la cual esfuma a su padre junto a la neblina y aparte golpea al niño fantasma. Laila al darse cuenta de que el niño estaba ahí, lo atrapa con sus poderes y vuelve al mismo punto en donde estaba con su hermano el cual queda atónito al ver a su hermana que de un momento a otro tenía al niño en su poder.
Laila: ¡Porque te metiste con eso! ¡No debiste maldita escoria!—decía con lágrimas en sus ojos y con furia.
Omar: hey, todavía es un niño ¿Lo recuerdas?—decía intentando calmarla y que soltara al niño—Laila, libéralo.
Laila: ¿Para que se escape y haga esas cosas de nuevo? Olvídalo.
Max: ¡Que quieren de mi!
Omar: Max ¿Cierto?
Max: siii.
Omar: necesitamos saber el paradero de un hombre el cual tú y nosotros conocemos ¿Puedes ayudarnos?
Max: hablas de...de... ¿Mufford?—dijo asustado.
Omar: si...
Laila soltó al chico y este bajo usando su levitación fantasmal.
Max: ese anciano... Me hizo daño ¡Me vienen a buscar!
Omar: ¡No, no! Nuestro plan es detenerlo, sigue haciendo cosas malas y es momento de que pare su maldad ¿Puedes ayudarnos?
Max: me gustaría pero...
Omar: ¿Qué pasó?
Max: soy un fantasma... Mufford experimento conmigo y me inyectó una fórmula y desde ahí soy fantasma, hablo con otros espíritus, creo alucinaciones, me transformo en cosas y la verdad no soy tan útil y no creo poder ayudar mucho, disculpa...
Omar: eso es súper útil no se de qué me hablas.
Max: no puedo tocar cosas, ni personas, ni el mismo suelo—decía entristecido
Omar: te puedo ayudar con eso, quédate ahí.
El chico se distancio un poco y hablo con Laila ya que tenía la solución.
Omar: tu puedes liberar eso, se que puedes.
Laila: ¡De que hablas!
Omar: si, tienes poderes de luz y telequinéticos.
Laila: ¿Eso de que ayuda?
Omar: pues el es un fantasma, tu eres una luz y pues... Puedes volver a darle la luz que perdió ¿Entiendes?
Laila: ¿Puedo hacer eso?
Omar: inténtalo.
La chica se decide a ayudar al chico. Se acerca a el y le dice.
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Editado: 06.02.2025