Dúo celestino

Un mundo por defender

Laila y Omar llegaron a la playa en donde se encontraba Mufford. Al llegar comenzaron a caminar sigilosamente y esconderse entre unos arbustos ya que habían visto a Mufford caminando por la arena.

Omar: ahí está el viejo decrépito.

Laila: que hacemos ¿Solo lo atacamos y ya?

Omar: supongo que si, vamos.

Laila: después de que yo de el primer ataque esperas y entras tú y me ayudas ¿Va?

Omar: vale.

Laila comienza a levitar y de inmediato agarra a Mufford con su telequinesis y lo tira contra una palmera. La chica se acerca muy enojada hacia el anciano y comienza a confrontarlo.

Laila: ¡Donde esta el poder cósmico!

Mufford: así que vienes a eso, ja, supuse que me encontrarían.

Laila: ¡Habla! Donde está.

Mufford: ¿de verdad crees que te lo diría? No te tengo miedo niña, te recuerdo que tú eres de mi propiedad.

Laila: ¡Me secuestraste imbecil!

Mufford: niña malagradecida, yo te ayude a despertar ese poder que estaba en ti.

Después de estas palabras Mufford golpea a Laila y la saca volando a una gran velocidad. Ahí es donde entra Omar y le tira rayos de electricidad al doctor el cual logra resistir.

Omar: porqué no te hacemos daño...—decía sorprendido y asustado.

Mufford: seguí experimentando con niños y pues conseguí estos poderes que la verdad no me van mal.

Omar: ¡eres un monstruo!

El chico usas su poderes y golpea hacia el suelo haciendo que la electricidad llegue hacia los pies de Mufford, haciéndolo volar. De paso Laila se levanta rápido y le tira una esfera de energía la cual no le hace mucho daño a Mufford el cual se levanta rápidamente como si no le hubiesen hecho nada.

Laila: Omar, estamos en problemas por alguna razón este tipo soporta nuestros ataques.

Mufford:—ríe fuertemente y después dice—ya adquirí un porcentaje del poder cósmico ¿Creen que de un momento a otro simplemente tendría el poder cósmico y destruiría todo? Veo que no me conocen lo suficiente. ¡Quiero verlos agonizar!

Omar: ni que nos interesara conocerte—decía burlándose.

Mufford: ¡Basta de sus insolencias!—grito enojado.

El hombre el cual tiene poderes de telequinesis comienza a levantar a ambos chicos y comienza a ahorcarlos usando toda su energía. Todo parecía perdido hasta que en un momento Mufford salió volando y los chicos cayeron al suelo. Ambos miraron hacia arriba y vieron a Max el cual estaba volando y se acercaba a ellos.

Ambos miraron hacia arriba y vieron a Max el cual estaba volando y se acercaba a ellos

Laila: ¿Max?

Max: tuve que aprender a volar, los vi en problemas y así como ustedes me ayudaron yo tenía que hacerlo por ustedes.

Ambos se levantan y corren a abrazar a Max.

Omar: ¡Ese traje está increíble!

Todos son interrumpidos por Mufford el cual se levantó enojado.

Mufford: ¡Idiotas, ya basta!

El hombre saca un fragmento de poder y antes de poder absorberlo es interrumpido por unos golpes a una extrema velocidad, era Spencer el cual comenzó a reír mientras tenía el fragmento en su poder.

Spencer: ¿Buscas esto?—decía mientras le mostraba el fragmento

Spencer: ¿Buscas esto?—decía mientras le mostraba el fragmento.

Mufford: pues si.

El hombre ocupa su telequinesis y se lo quita y a la vez lo manda volando. El hombre logra absorber el fragmento y adquiere rayos de energía y esferas de energía. Mufford comienza a reírse fuertemente en cuanto siente que algo lo atraviesa. Era una espada la cual le pertenecía a Amaya la cual se acerca al oído de Mufford.

Amaya: ¿Me extrañaste?—le susurraba

Amaya: ¿Me extrañaste?—le susurraba.

Mufford: ¡No!

El hombre tiró a Amaya con su telequinesis y aprovecha el momento para curarse mágicamente y así se levanta como si nada. Laila, Omar, Max, Spencer y Amaya se juntan para vencer a Mufford.

Mufford: ¿Qué hacen ustedes aliándose con estos inútiles?

Max: nos dañaste y arruinaste nuestras vidas—decía enojado.

Mufford: ¿Tú no eras un fantasma? Bueno, así te deje la última vez.

Max: si, pero ahora me sanaron y vengo por ti idiota.

Mufford: Spencer, a ti te deje tirado en un laboratorio, vuelve conmigo ¡Tú me perteneces!

Spencer: yo no le pertenezco a nadie que te quede claro.

Mufford: Amaya, mi dulce Amaya, ven a ayudarme como en los viejos tiempos.

Amaya: ¿Tiempos en donde me hacías daño psicológico y físico? No gracias.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.