Kenai
-Isabel.-Llego gritando Sal.
-Dylan, ya despertó.- Devolvió el grito Caín
-¿Que?
-¿Qué?
Mientras veía sus miradas sin contexto me di cuenta que entre sus manos traían unos diarios o libros, los cuales en verdad podrían ayudar a encontrar una cura, después de todo eso era lo primordial.
-¿Chicos?- Los dos me miraron- no creo que uno de ustedes haya llegado aquí para hacer vida social.
-Si.-Hablo Sal de atrás.- Hemos encontrado una cura, pero necesitamos llegar a una cueva como un geoda, y allí hacer lo que explica el libro, ya que es como un ritual, en donde creo que Dylan debe de cambiar y reunirse con alguien.
-¿Reunirse?, ¿Con quién?- Preguntó Isabel
-Su alma, el necesita la fuerza de su alma completa para poder seguir viviendo, él tiene un pacto roto, tú al sacarlo de este archipiélago fuiste en contra de lo que hablaron así que en consecuencia, Dylan morirá.
-¿Y eso es lo dice, exactamente?-Pregunto al borde de las lágrimas.
-No, en verdad lo del alma es de mi cosecha, pero no llores, solo tenemos que ir con él a aquel lugar para que se mejore, no morirá.
-Dios, si no hubiera sido tan egoísta, mi niño no hubiera pasado por esto.
-Pero talvez, su vida sería distinta, así que deja de culparte y vámonos.-Comento Xiulan.
-¿Aunque dónde?-Pregunto esta vez Camilo.
-El diario no traía su ubicación exacta sin embargo creo que podríamos encontrarlo.
-¿Cómo es la cueva?
-Dylan, esta cueva la describe llena de cristales además de mucho poder místico, con mana rebosante.- Explico
-¿Mamá, donde fuiste no era un lugar así?
-Sí, sin embargo nunca supe donde quedaba.
-Creo que la encontraremos sin preocupación, iré a buscar a todos los demás y así nos iremos en su búsqueda.- Concluyo Caín.
-Bueno nosotros iremos a buscar los autos.- Dijo Sal llevándose a Joseph
Quedándonos al final solos ya que quienes quedaban solo se excusaron dejándome solo con Dylan, ya que hasta su madre fue a buscar a los demás integrantes de su familia, para ir en su búsqueda o quedarse hablando de que harán.
En estos momentos me siento ansioso, hace mucho que Dylan no está aquí, pero no hablo de cuando estaba dormido sino que mirándome con sus ojos adormilados o con su sonrisa tranquila, esta consiente con lo que creo demasiadas preguntas para una pura persona.
-Kenai.-Llamo
-¿Si?
-¿Crees que moriré?, yo ya no se- Rio sin ganas.- Mucho que procesar y muy poco tiempo
-No morirás.-Le hable con fuerza
-Pero si prácticamente soy un zombie, o mejor dicho soy como Yue de Avatar.
-¿Quién?
-¿La leyenda de Aang?- Me respondió dudoso
-Negué con la cabeza.- Dios.- Hablo.- No has tenido infancia.
-¿No tienes preguntas?-Me senté junto a él en la cama y pase mi brazo por su hombro.
-Si.-Apoyo su cabeza en mi pecho.- Sin embargo creo que tendría que estar una semana sin dormir para obtener las respuestas.
-Creo que tengo tiempo para poder responder algunas, ya que todos están un poco, ocupados, aunque no te garantizo que sea mucho tiempo.
-¿Crees que sobreviva a todo esto?
-Si
-¿Encuentras que soy una persona que no debería haber vivido?
-Jamás
-¿Saldrías con una persona como yo?
-Claro
-¿Y le darías un beso?
-S-sí, todos lo que él quisiera
-¿Po-podría ser ahora?
-S-si.
Puede que esté actuando por el miedo que siete, puede que sienta que nunca ha amado en sus años, me puede estar ocupado sin embargo no me importaría, si un beso es el pago de que me ocupe como conejillo de indias en el tema del amor, yo con gusto lo acepto.
Siento sus mejillas calientes al tacto frio de mis manos, y su respiración rápida, apenas estamos a unos centímetros de rozarnos, de entibiarnos, no solo nuestros labios sino que nuestros corazones. Por lo que cuando llegue a solo rozar, sus suaves labios y quise profundizar este sentimiento que creía que mi corazón iba a explotar, oí como giraron el pomo de la puerta de manera que en pocos segundos llegue inminentemente al suelo.
-Ya, estamos todos listos, Dylan tu solo cúbrete con la manta que te llevaremos al auto.- Explico Camilo.
-Querías una noche de fantasía erótica, con tu amado, pero te lo arruinare cueste lo que cueste, mi primer beso con Dylan, mi primer contacto con el amor de mi vida y tu animal de las orejas grandes, me lo arruinaste.
.
-¿Dónde está Kenai?
-Se cayó.- Respondió rápido
-Oh.-Fue hasta donde yo estaba.- Hermano, ten cuidado, que te puede pasar algo.
-Te odio.-Achique los ojos, hacia su dirección.
***
-Es una isla pequeña, ¿Cómo es que llevamos una hora dando vuelta en círculos?- Pregunté
-Suelo perderme dentro de la casa.
-Xiulan, dile algo.
-Kenai, mejor preocúpate de Dylan, que por tu culpa estamos así.
-Yo solo dije que ir en dos autos era mejor, que en como cinco.
-Porque dejaste a la mitad en casa y en el otro auto van los adultos responsables.
-Tú eres mayor que ellos.
-Ay cállate, que creo que esta es la dirección correcta.
A pesar de que es cierto, siento que no debieron de hacerme caso o bueno después de todo llevar a Isabel, Sal, Joseph, Xiulan y Caín, creí que sería lo mejor. Dejamos atrás a los demás ya que necesitábamos a quienes nos esperaran pase lo que pase, le dije que no moriría, y a pesar de que no lo exprese con palabras, me gustaría contarle cuanto desearía que viéramos juntos la luna.