3 meses más tarde
Dylan
-Niños bajen a desayunar.
-Ya voy tío Joseph.-Medio grite, medio bostece, mientras veía entrar a Kenai por la venta, por lo que más seguro es que viene con Sal.
-Hola Dylan
Al oírlo hablar medio sonreí, y decide seguir acostado por un momento, luego de todo luego de tres meses entrenando día a día, ya me canse que si no es la comida, es la sangre, que es el sol, la resistencia o el insomnio, se parece mucho a mis días de pruebas en donde en menos de una semana tenía que saber más que el profesor para aprobar, cuando solo llevo un mes y el lleva más de 20 años.
-¿No vas a levantarte?-Se acostó a un lado mío
-Necesito dormir, no he dormido bien en meses, no sé cómo tú soportaste estar así por dos años.-exhalé.
-En realidad fueron cuatro años, el estándar para Kristian son dos años, sin embargo, yo me escapaba.-Río
-Kenai.-Me levante de repente mientras me reía hasta más fuerte que él- ¿Cómo te pudiste escapar si vivían en la misma casa?
-Muy fácil, él no me buscaba, en esa época era solo un niño en comparación de ahora, de manera que me dejaba ser, además que justo en esos años vivía todavía Ada así que prácticamente nos mimaba.
-¿Y solo eran ustedes cuatro?-Pregunte
-No, Sal es el mayor de todos, no fue el primer creado por Kristian pero si, cuando yo los conocí, en aquella época, no mantenía esta relación de familia con nosotros, pero estaban cinco más, eran más jóvenes que Sal, y bueno no sé nada de ellos, luego de irnos del archipiélago, ellos se marcharon de apoco.-Me miro.- pasamos solos con Sal años, ya que bueno nunca Kristian fue de ser muy cariñoso, hasta que llego Caín, el de por si es mayor que yo, sin embargo tenia a sus abuelos enfermos, el solo hizo su entrenamiento y solo cuando su familia murió el vino con nosotros.
-No quiero parecer una abuela italiana, pero ¿Cuando fue eso?
-¿Qué es ser una abuela italiana?-Rio antes de juguetear con mis frazadas.
-Una abuela italiana siempre está espiando detrás de las ventanas, pensando que no las ven o en los balcones, buscando información que le servirá después para ir hablar con otras.
-Literal me describes a todas las señoras mayores de edad que no tienen vergüenza de espiar a sus vecinos.
-Solo dime.
-Bueno, no eres una abuela italiana, por preguntar ya que vas a terminar viviendo con nosotros así como vas, pero Caín llego como unos ocho años después de que nos fuéramos de aquí, en total pasamos con Sal unos cuatro años talvez solos, no fueron muchos sin embargo de pasar a vivir en ruido pase al silencio total.
-Que deprimente.-Comente pensando en todo el ruido que hay normalmente en mi casa cada mañana, no importa que sea junto a mi madre o sea con Tío Joseph, siempre habrá ruido.
-Al principio hubo bastante sin embargo me acostumbre, luego de ello me apasiono mucho más estudiar con Kristian sobre todo así que estar solo fue normal, no obstante es muy diferente estar solo que sentirte así.-Se acercó a mi oído.- Tú los ves muy normales pero esos fueron capaces de hacer un ruido tan grande que creyeron que había un asesinato en la casa, todo porque nadie encontraba sus cosas.
-¿Y llamaron a la policía?
-Faltaba que hubiera llegado en helicóptero Scotland Yard, ese día fue muy caótico, además que debemos de morir cada ciertos años para no dar sospechas, y esto fue muy difícil luego de ese incidente.
-¿Cuánto pueden estar en un país o ciudad sin que comiencen a sospechar?-Pregunte, pensando en toda la fantasía de vampiros que he recolectado por el cine por toda mi vida.
-En una ciudad unos diez o quince años, en un país cincuenta años creo, nunca he estado tanto en un país, sin embargo no te sacan fotos todos los años así que puedes pasar como si nada si no haces problemas.
-Wow, eso quiere decir que tú sabes mucho sobre esconderse, y sobre viajar, serás el mejor maestro para quien no se ha movido demasiado.
-S-solo, llevo diez países conocidos, aunque parecen más ya que he leído mucho de ellos.-Se sonrojo.
-Eso es hermoso, conocer nuevos países, nuevas culturas e idiomas.
-Sí, aunque no todo es hermoso, una que otra vez nos persiguieron chamanes, ya no hay como antes pero Sal me cuenta que lo han querido exorcizar tres veces, porque tiene un demonio dentro de su cuerpo.
-No.-Reí alargando la vocal.
-Ultima vez que los llamo o ya no podrán desayunar Gâteau Saint Honoré
-Joseph, eso es un trabalenguas mejor di que es una tarta de profiteroles.-Contestó Sal
-Sal, cállate, sino quieres que enseñe que sería una tarta de profiteroles y una Gâteau Saint Honoré
-Mejor enséñame otra cosa mejor.
-Sal.
-Creo que debo vestirme, desearía poder dormir con mi ropa, así solo salgo de mi habitación a comer.
-Flojo
-Si.
-Bueno me acomodare para poder ver esa figura que tienes.
-Le tire una de mis miradas.- ¿Eres hermano de Sal, verdad?
-¿Por qué preguntas?
-Vete.
-Bueno, pero solo porque yo quiero, no porque tú quieras.
-Adios.
-Hombre de frio corazón adiós, pero hasta pronto trasero de durazno.
-Hijo de.-Me quede muy rojo a pesar del frio proveniente de la ventana, después de todo si tenía un poco de verdad, no soy mucho de hacer ejercicio aunque gracias a mi madre mantengo un trasero bendecido y el entrenamiento que he mantenido desde junio me ha servido para tonificarme.