Salgo de la oficina ya casi al límite de mi paciencia, en el pasillo me encuentro con Trinidad quien al ver mi rostro se acerca.
- ¿Te encuentras bien?
- ¿Quieres que te diga la verdad?
- Claro
- ¡No! En estos momentos lo único que quiero es que la tierra me trague para así ya no ver al idiota ese
- Con idiota ¿Te refieres al nuevo empleado?
- Por supuesto que a el me refiero
- Pensé que se llevarían bien
- Todo menos bien
- ¿Qué fue lo que les paso?
- Mejor dicho, que no nos paso
- Cuéntame
- Para iniciar, cuando entre a la oficina ni si quiera se dio vuelta para verme a la cara, mientras hablaba fui interrumpida mas de una vez y por último después de todo eso me hizo quedar como una completa estúpida en mi propia oficina. Lo peor de todo es que ahora es mi empleado y yo soy su jefa
- ¡¿Que?! Eres la jefa de ese bombón. Que suerte la tuya
- Espera, estas de parte de él o mía
- Por supuesto que de tu lado, pero míralo de la forma positiva. Ahora tienes a un empleado que solo seguirá tus ordenes
- Realmente tu consejo no me esta siendo de mucha ayuda
- ¿Por qué no vamos por un café? Así alivias tu mente
- Tienes razón
Caminamos hacia la cafetería y justo al frente de nosotras se encuentra Adrián conversando con una chica bastante bella del equipo de apoyo.
- Quien lo diría, no lleva aun ni si quiera un día, pero ya se hizo famoso entre las chicas
- Vamos por nuestro café, lo que haga no es de nuestra incumbencia
Compramos nuestro café, Trinidad regreso antes ya que tenia trabajos pendientes por terminar y entregar.
Mi jornada de trabajo había terminado por lo que fui por mis cosas a la oficina.
Al entrar alguien me toma la mano suavemente, giro para ver de quien se trataba y para mi sorpresa, aquella persona es Adrián
- Señora Tesya
- ¿S-si?—Sigo nerviosa debido a que su mano sigue sujetando la mía
Se percata de su mano sobre la mía y la suelta delicadamente
- Necesito que me muestre la empresa
- No hay problema, vamos
¿Qué fue lo que dije? Acabo de cometer un error y ¿Por qué rayos acepte sin más?