Me quede paralizada después de reflexionar lo que acababa de decir
- ¿Señora Tesya?—Su voz me saca de mis pensamientos y lo vuelvo a mirar
- ¿Sí?
- ¿Podemos continuar?
- Realmente no es necesario que te muestre la empresa, si quieres puedo decirle a una de las empleadas que te la muestre por mi
- Quiero que usted me muestre la empresa
- Pero yo —Repentinamente toma mi mano y caminamos en silencio
- ¿Podrías soltar mi mano?
- La soltare siempre y cuando quiera mostrarme la empresa—Una sonrisa de burla se instalo en su rostro mientras me mira
- Esta bien, le mostrare la empresa si insiste tanto
- Genial, entonces continuemos
Seguimos caminando, mientras le explicaba cada parte de la empresa y el en ningún momento soltó mi mano.
Finalmente terminamos el recorrido y suelta mi mano
- Muchas gracias por haberme mostrado la empresa señora Tesya
- No hay ningún problema –Digo un tanto tímida
- Ahora si me disculpa
- ¡Adrian!
- ¿Sucede algo?
- Quiero que me digas señorita Tesya y no señora
- Como usted diga—Continua su camino
Entro a mi oficina y tomo mis cosas, para así llegar a mi casa
Al siguiente día como es de costumbre, me levanté tarde y salí casi corriendo de mi casa. Tome un taxi y por fin logre llegar a la empresa.
Entre a mi oficina y para mi sorpresa me encontré con Adrián ordenando sus cosas en el escritorio aun lado del mío
- Exactamente 30 minutos tardes señorita Tesya
- Puedo notar que te diste la molestia de contar cuantos minutos tardo en llegar
- Así es
- Y tu ¿Cuándo llegaste a la empresa?
- Creo que fui el primero en llegar
- ¡¿Qué?! Eres bastante puntual
- Hablando de otra cosa, le acaban de llegar varias carpetas
Dirijo mi mirada hacia mi escritorio y veo un montón de carpetas
- Supongo que tendré que hacer horas extras
- ¿Las tendré que hacer con usted?
- Por supuesto que no, acabas de entrar a trabajar por lo que no estoy dispuesta a que tengas que pasar por las mismas obligaciones que las mías
- Usted cuida muy bien de sus empleados
- Es mi deber como su jefa, ahora tendremos que dejar esta conversación aquí y ponernos a trabajar
Así continuamos trabajando hasta que se llegaron las seis de la tarde, la hora en la que la mayoría de los empleados se retiran, incluyendo a Adrián.
- Señorita Tesya, acabo de terminar los documentos que me pidió revisar
- Bien, muchas gracias. Deja los documentos en mi escritorio y puedes retírate—Deja los documentos en el escritorio, toma su maletín y camina hacia la salida. Se detiene y vuelve a mirarme
- Señorita, tenga cuidado al volver a su casa y termine de trabajar pronto
- Gracias por preocuparte, estaré bien—Sorprendida por sus palabras, evito su mirada
- Hasta mañana, jefa