Durmiendo con el enemigo.

22

Me dieron de alta 10 días después. 


Mientras terminaba de alistarme en la habitación del hospital los nervios me carcomían.


Estuve allí 2 semanas aproximadamente. La verdad no sabría decir bien cuanto tiempo estuve en ese horrible lugar, y si podía olvidarme de toda esta experiencia lo más rápido posible mejor.


Suena loco que me paso algo similar a lo que le paso a Lottie, casi muero por las mismas razones, creo que si eso hubiese pasado, habría sido algo tétrico y retorcido, teniendo en cuenta que no había pasado ni medio año de la muerte de Lottie y sería increíblemente difícil para todos ,pero sobre todo para Lewis.


Lewis.


Él pensaba que no había escuchado nada de lo que me había dicho, pero de hecho había escuchado cada una de las cosas que me dijo. 


Fue difícil y a la misma vez lo mejor que puedo haber hecho en mi vida. No escucharlo, haberlo elegido.

Podría haber elegido a otro chico, o volverme monja pero lo elegí a él .Lo elegí a él con 13 años y muy poca experiencia de vida y lo elijo a él en este momento, con una gran parte de mi vida vivida, experiencias caídas y triunfos. ¿Porque? Porque si, porque siento que de verdad estamos hecho el uno para el otro, porque siento que es el único que me puede hacer feliz y de hecho es así y fue asi siempre.


Tomé mi bolso y me dirigí a la entrada para esperar un taxi porque Lewis no vendría a buscarme, no es que el no quisiera si no que no podría venir, debía ir al trabajo y luego a buscar a Liv al jardín de infantes.


Todo eso me había explicado en una tarjeta que venía adosada a un ramo de flores, que se encontraba en este momento en mi brazo derecho.


No sabía con qué me iba a encontrar cuando llegara a mi casa ,por un lado moría por llegar y ver una fiesta sorpresa globos, mis padres, mis amigos, Lewis y Liv pero por otro lado solo quería paz y quietud. Después de todo ya tendría tiempo para celebrar.


Solo quería estar tranquila y estar rodeada de las personas más importantes en estos momentos para mí, quería un momento privado. Quería saber cómo estaban las cosas en el trabajo de Lewis aunque dudaba que él estuviese al tanto de eso ya que sabía o suponía que se había ausentado muchos días del mismo, quería saber que había aprendido Liv en el jardín. Si ya sabía contar del 1 al 10, si sabía los colores, si le gustaba algún compañero de jardín o si algún compañero de jardín gustaba de ella. 


Eso me recordó a cuando yo iba a jardín de infantes y tuve mi primer novio. Matt estuvimos juntos toda el jardín y toda la primaria, obviamente no sabíamos de que se trataba todo esto, no teníamos idea que implicaba estar de novios por lo tanto fue una amor muy inocente y sincero. Lewis iba al mismo jardín que yo y a la misma primaria, odiaba a Matt porque Lewis gustaba de mí pero nunca me lo dijo, no hasta que estuvo seguro. El resto era historia. Pero como él me había dicho esa vez en el hospital, teníamos una larga historia.


Llegué a casa al mediodía y mi única preocupación era que no teníamos que almorzar. Pensé en ir al supermercado, pero mi estado no me lo permitía, necesitaba descansar.


Caminé a la cocina y me serví un vaso de agua. Me voltee y me quedé congelada viendo un dibujo que colgaba del refrigerador. Dibujo que obviamente había hecho Liv. 

En el dibujo aparecíamos los tres, pero en lugar de decir "Tía Emma y Tío Lewis" decía "Mamá y Papá".


Literalmente sentí como mi corazón se estrujaba. Me quede mirándolo por un tiempo indefinido, ajena a todo lo demás incluso a la puerta que se abría.


De repente alguien me abrazó desde atrás y se inclinó para susurrar en mi oído.


— ¿Te gusta? 


Me giré y ahora estábamos frente a frente. Asentí y rodee su cuello con mis brazos.


—No sabes lo mucho que me alegra que estés aquí Sana y salva. 




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